Hay personas que gastan sus vidas, antes de saber realmente quienes son, se dejan llevar por esta fuerza poderosa llamada destino para después desaparecer.
No era fácil librarse de esos pensamientos, los habitantes de Beacon Hills lo sabían mejor que nadie.
Los rayos de luna llena iluminaban el valle, entre los árboles dos sombras se movían a velocidad sobrehumana, la más pequeña de ellas dejaba a su compañero atrás, muy atrás.
Escaló el barranco en cuatro cortos, pero muy efectivos saltos.
- ¡GANÉ! – gritó aquel joven.
Eli se coronaba en la cima, levantando los puños al aire, soltando un fuerte grito de júbilo que casi dejó sordo a su padre.
- Te dije que lo lograrías - Derek estaba orgulloso.
A Eli le tomó solo un par de meses superar el récord de su padre. Cruzó el bosque de norte a sur, de la antigua mansión de los Hale al acantilado, en tres minutos con cincuenta y siete segundos.
Derek lo ayudó en todo el proceso.
Fue idea de Eli volver a los antiguos entrenamientos con los que Thalia ayudó a la manada Hale, así lograrían fortalecer sus habilidades de una vez por todas.
Poco a poco Eli superaba sus límites, lo hizo hasta convertirse en el beta del que sus predecesores estarían orgullosos, la clase de beta del que él estaba orgulloso. Su rugido era voraz, la agilidad que agudizó estaba a un nuevo nivel, el corte de sus garras era preciso casi sin fallas, todo un guerrero, hijo de la luna... o era hijo de la noche. Eli aún no sabía la diferencia.
- Deberías usar mallas negras con azul - dijo Stiles.
- Y conseguir un nombre genial como Wolf Night - dijo Eli.
- Te enfrentarías a delincuentes -
- Pelearía contra asaltantes -
- Derrotaríamos a cualquier amenaza sobrenatural -
- Me convertiría en un vigilante -
Era un deleite para Derek ver como un adulto, que casualmente era su novio, y un adolescente con su misma sangre planeaban con tanto entusiasmo llevar a cabo una idea donde su hijo se convertiría en un superhéroe al cual ya le estaban diseñando un traje. Eran como niños pequeños que deseaban llegar al frasco de galletas de la repisa superior.
Está de más decir, que Derek desaprobó el plan al instante.
Salir a correr con su hijo era un deleite, sentir la brisa nocturna lo hacía sentir más vivo que nunca. Quería compartir esa sensación Stiles.
- Que tenga buena condición física no significa que pueda alcanzarlos –
Ante las constantes negativas por parte del castaño, Derek y Eli encontraron una solución que compartieron entre ellos con una charla silenciosa, un hábito innato de los Hale, antes de decirle a Stiles de que se trataba.
Derek extendió la mano a su novio.
- Solo síguenos –
Stiles sabía que no podía negarse, en especial cuando Derek tomado la postura de "Soy el alfa, cariño, así que hazme caso".
Con suavidad entrelazaron sus manos, un dulce toque que terminó en unos segundos, cuando Derek tiró del brazo de Stiles y lo subió a su espalda en un fluido movimiento.
"Deben hacer esto muy seguido" pensó Eli.
- Sujétate bien –
- ¿Es tarde para arrepentirme? -
ESTÁS LEYENDO
Promesa de un padre
Novela JuvenilEli y su padre, Derek Hale, son una familia de licántropos con una vida simple y complicada a la vez en Beacon Hills. Dónde un día gracias al regreso de Stiles y a su iniciativa, el status de todos cambiará dando paso a una nueva etapa. Para bien o...