──────────────────────────────────• Luego de que aquel albino le haya echo caso a su pareja y se vaya a recostar en su camilla, el azabache solamente se había quedado a hablar unos pocos minutos con Tanjiro para luego ir junto a Sanemi el cual estaba durmiendose con el niño acomodado dentro de su ropa para que sus brazos no se cansen por andar cargando tanto al niño.
─¿Sanemi?.. ¿Que haces con el niño ahí cariño..? Se puede lastimar..-
─¿H-Huh..? Ah... Oba, no te preocupes por eso, si se cae, va a caer para adentro de mi camisa... No para afuera..- Apropósito... ¿De que estuviste hablando con ese niño de aretes..?
─ Llamalo por su nombre, Sanemi, pero no estuvimos hablando de nada importante, solo del niño y de ti... Nada más... Igual, Sane, se que te puede caer mal Tanjiro, pero entiende que el puede llegar a ser el único que este para nosotros más adelante, no lo sabemos muy bien, pero es mejor llevarnos bien con el para que el día que necesitemos de el no nos arrepientamos de esto... ¿Si? Por favor, solo te pido que empieces a llevarte al menos un poco mejor con el cariño... De verdad..
El albino solamente se le quedaría viendo en completo silencio mientras entrecerraba ambos ojos un tanto pensativo, para luego solo encoger los hombros viendo fijamente a aquel azabache el cual esperaba la respuesta del menor.
─Vos no hablas con los hombros... ¿Y sabes que es una falta de educación eso? Y sabes que no me gusta esas cosas...
─Ya... Lo siento... Pues... La verdad es que no se Oba... Yo... Yo no quiero llevarme con ese niño... No me cae bien, y me genera mucha desconfianza a pesar de que ya haya ayudado a Genya muchas veces...- Y además, esa niña demonio que tiene en la caja... De verdad que la odio, ni siquiera se porque aún siguen dejando que siga con ella... ¿¡Y si algún día nos ataca!? Se que somos mucho más fuerte que esa niña idiota... Pero sería un problema para los cazadores principiantes que vienen día tras día para que las chicas los curen... Obanai, creeme que mientras dormias, vi como un poco más de 4 cazadores estaban entrando heridos... La verdad es que no se que tipo de entrenador tuvieron para terminar siendo tan débiles y estúpidos, sin ofender por cierto...
─ Shinazugawa, se que ese niño no te genera mucha desconfianza y todo... Pero entiende por favor, el podría ser nuestra única esperanza para derrotar a Muzan, se ve que es un chico realmente fuerte, además... Escuche que el podría tener más de una respiración... Y la verdad, es que no se si creer en eso... Pero da igual, y esos cazadores, fueron como vos a principios de tus entrenamientos, se que no pude verte, pero estoy seguro que cuando apenas fuiste cazador, estuviste igual que ellos, como todos nosotros de aquí, todos terminamos siendo pilares porque nos esforzamos Sanemi... Si no fuera por eso, seguiriamos siendo como esos cazadores que tu dices...
─ Yo no fui como esos idiotas, Obanai, y lo sabes muy bien, ¿por qué carajos crees que tengo tantas cicatrices, eh? ¡PORQUE YO DE VERDAD ME ESFORCE, PARA NO SER UN ESTÚPIDO DEBILUCHO COMO TODOS ELLOS! ¡QUE VOS HAYAS SIDO COMO ELLOS, NO SIGNIFICA QUE YO TAMBIÉN LO HAYA SIDO! ¿¡ENTIENDES!? ¡TU SOLO ERES UN ESTÚPIDO ENANO EL CUAL NI SIQUIERA SIRVE PARA PODER SER UN MALDITO PILAR, NI SIQUIERA SE PORQUE CARAJOS SIGUES ESTANDO AQUÍ! De verdad sería todo mucho mejor si te fueras de acá, si te fueras como se fue Kyojuro...
Obanai, en cuanto escucho aquellas palabras... Se quedó en completo silencio, haciendo que la atmósfera se sienta realmente horrible, y además que se forme un silencio incómodo. Sanemi solamente chasqueo la lengua frunciendo el ceño molesto mientras empujaba a Obanai y se retiraba de aquella habitación, ni siquiera le importaba que el bebé incluso estaba llorando en su pecho, estaba realmente molesto como para tomarle importancia a eso.
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*⊹˙ɴᴏ ᴛᴏᴅᴏ ᴛɪᴇɴᴇ ᴜɴ ғɪɴᴀʟ ғᴇʟɪᴢ...˙•⊹
RandomSanemi Shinazugawa y Obanai Iguro...Unos casados muy unidos, o al menos eso decían todos los que los veían; pero igualmente lo eran. Todo era color Rosa para ambos hasta que un día llegó la batalla contra Muzan, ese día fue el que para uno de ellos...