Chapter 8

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Aerea se había acercado para comunicarle a su hermano sobre el desayuno, el cuál ya estaba listo y solamente faltaban ellos, llevándose una sorpresa cuando lo encontró abrazado junto a su tío. Ambos solos, en silencio y sin qué el platinado haya ingresado antes de ella.

— Hola. — los dos príncipes se separaron de una forma casi graciosa, ignorando al pequeño Aegon qué se había juntado recientemente con su hermana y ahora se enganchaba a la pierna de su mayor. — Es hora del desayuno.

— Sí, sí. — Jacaerys carraspeo y tomó la mano de su hermano menor, comenzando a caminar hacia la salida. — Vamonos.

El Targaryen se había quedado en su lugar en silencio observando cómo sus tres sobrinos se marchaban, sin embargo la de cabellos largos se detuvo unos segundos en el marco de la puerta, dejando qué sus dos hermanos se adelanten antes de girar su rostro y observarlo.

— ¿No vendrás? — Aegon no estaba con humor para brindarle una mala contestación, así qué tan solo asintió y caminó hasta ella. — ¿Qué-

— No responderé a ninguna de tus preguntas. — advirtió sin darle importancia a la mala cara qué puso Aerea luego. —

Luego de aquello, Aerea se había colocado al lado de su mellizo y engancho sus brazos, sin ser conocedora de qué tanto molestó a su tío aquel simple acto; el príncipe Targaryen se había quedado atrás, con su humor amargado y sus manos metidas en forma de puños en su pantalon.

Apenas ingresaron a la Sala Menor la comida comenzó a ser servida mientras Rhaenyra los regañaba por llegar tarde, cuando el pequeño Aegon intentó sentarse al lado de Aemond fue corrido por su tío mayor, el cuál lo mandó a sentarse junto a Jacaerys.

El príncipe Velaryon hizo una mueca en sus labios al notar el rechazo de su pareja, sin embargo se obligó a mantener una sonrisa en su rostro para seguirle la charla a su padre. Aegon observó con una mueca aburrida el plato qué era posado adelante suyo, echándose de forma poco elegante en su silla.

— ¿Sucede algo? — levantó su mirada y se sintió un poco mejor al oír a su hermano menor, minimamente él notaba su estado. —

— No, solo necesito un poco de amor por parte de mi hermanito. — Aemond se arrepintió por haber preguntado cuando el de ojos púrpuras se abrazó a su brazo y acurrucó su mejilla allí. —

— Quítate. — no le hizo caso, pasando sus brazos ahora por su abdomen mientras mordía jugueton su hombro. — ¡Aegon!

— Comportense. — regañó Alicent unos asientos más lejos, sin levantar la mirada de su plato. —

— ¿No dejarás qué me regañe, cierto? — el menor gruñó de mal humor, quedándose quieto y dejando qué su hermano lo abrace. — Ya...solo me levanté enfermo y no me siento capaz de alimentarme por mí cuenta, me darías de comer?

— ¿Cuantos años tienes? ¿Cuatro? Incluso Visenya come sola. — Ambos observaron a su sobrina menor, la cuál chapoteaba sus manos en su papilla. —

— Por favor. — lloriqueo mientras se escurría de su silla y se sentaba en el regazo del de cabellos largos. — No tengo ganas, por favor.

— ¿Qué están haciendo? — Viserys los miró entre divertido y confundido, logrando llamar la atención de unos cuantos más en la mesa. —

Jacaerys dejó de lado la charla qué tenía con Jon y enfocó su mirada en el otro extremo de la mesa, sus nudillos se tornaron en blanco cuando notó cómo su amante estaba sentado sobre el regazo del príncipe, con aquellos lindos labios formando un puchero y acurrucado en él cómo sino estuviesen haciendo algo raro.

Sangre Valirya (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora