FINAL DRAGON

CAPÍTULO 26

Habla Allegra

Hace algunas horas que perdí la noción del tiempo. Creo que está anocheciendo, pero es imposible saberlo, pues cuando miro hacia las copas de los árboles, no puedo ver ni un trocito de cielo, solo una luz tenue colarse entre algunos pequeños huecos entre las ramas. Estoy muy cansada, pero no parece que vayamos a acampar pronto, al menos hasta que lleguemos a algún claro o les parezca bien a los chicos el lugar. Cada vez el bosque se va tornando más tenebroso, las sombras son lo que predominan aquí y si miras hacia los lados solo nos rodea oscuridad, acompañada de ruidos por todas partes. Se oían ramas romperse, el crujir de las ramas de los árboles al moverse con la suave brisa que corría y dar con los otros árboles, algún ave revolotear o piar, todo este ambiente me estaba poniendo nerviosa y comenzaba a sentir algo de miedo.  Camino más rápido y me posiciono más cerca de los chicos, mientras miro hacia atrás con inseguridad, con la sensación de que algo nos observa entre la maleza.

- ¿Qué te pasa? - dijo Eaton al sentir mi proximidad hacia él y como lucía nerviosa e inquieta mientras caminábamos.

- No me siento segura rodeada de tanta oscuridad- dije suavemente mientras me abrazaba a ambos, para sentirme más protegida- parece que algo pueda aparecer en cualquier momento y atacarnos- terminé algo apenada y avergonzada, pero no podía evitar sentirme así.

- Bueno, eso es porque está anocheciendo- habló Aenon- deberíamos buscar un lugar para pasar la noche y no caminar más por hoy- dijo agarrando mi mano dulcemente- tranquila, no es peligroso, estamos contigo- me sonrió amablemente y yo asentí levemente suspirando agradecida por tenerlos conmigo.

Así que empezamos a andar un poco más rápido y por casualidad cerca de donde nos encontrábamos había un claro, que nos permitía por fin ver el cielo, en el que se podía ver la aparición de algunas estrellas y en la lejanía había una cueva. Los chicos decidieron que allí se estaba bien, que no teníamos que ir muy adentro de la misma, solo lo justo para que la noche no nos congelara y estaríamos calentitos cuando encendiéramos el fuego. Nos acercamos hacia la entrada de la cueva y comprobaron que ningún tipo de animal había cerca o vivía ahí, al menos no se encontraría en la entrada si era así, colocamos nuestras cosas en el suelo y me senté a descansar, quitándome las botas dejando respirar a mis pies, cansados y con magulladuras. Se dispusieron a encender fuego para calentarnos en la noche, aunque al principio no sabían cómo podríamos encenderlo, pero cogieron algo de leña y cuando se dispusieron a averiguar el modo de hacer fuego, ahí estaba Tiamat que los ayudó lanzando una pequeña bola de fuego hacia dónde se encontraba la leña apilada.

- Quedaros aquí, voy a ir a por más ramas- dijo Eaton saliendo de ahí, al ver que necesitábamos más leña para mantener el fuego vivo.

- ¿Estas más tranquila? - me preguntó Aenon, sentándose a mi lado en frente del fuego.

- Si- le contesté con una sonrisa- el fuego relaja un montón y da mucha seguridad-dije mirando las llamas. Tiamat se había quedado dormida a mi lado en un abrir y cerrar de ojos, sonreí al darme cuenta mientras la acariciaba.

- Cierto. Aquí solo tienes que tenerles miedo a ciertas criaturas- comenzó a decirme Aenon- Si las molestas claro- dijo divertido con una sonrisa pícara para asustarme- pero si conoces lo que hay que hacer, pasan de largo. No suele haber criaturas que hagan daño por que sí. Es todo muy pacífico-me contó haciendo que me relajara después de sus palabras.

- Espero no tener que encontrarme con ninguna situación de ese estilo- le contesté con cara de pánico, pero algo divertida- Porque realmente me daría bastante miedo-dije riendo, pero lo decía en serio.

- Para eso estamos aquí, si hubiésemos tenido más tiempo  quizás habríais aprendido más sobre este mundo y sus criaturas-me miró dulcemente y algo apenado por la situación tan drástica en la que nos habíamos envuelto en cuestión de semanas.