CAPÍTULO 39

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Habla Miray

Iba en mi dragón de vuelta a la fortaleza, no me estaba dando prisa, pues ya daba igual, además el aire de esta fría noche me ayudaría a despejar mi mente, necesitaba pensar con tranquilidad la manera de recuperar a mi hermana, no dejaría que la oscuridad me la arrebatara.
No podía creer lo que estaba pasando, ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Mi hermana había estado sufriendo y luchando contra algo que ni siquiera aún podía entender, la estaban convirtiendo en una asesina, en alguien frívola y sin corazón, pero no lo permitiría y sé que ella, lograría vencer porque a pesar de que había intentado asesinarme y había herido de gravedad a Aillard, yo conocía el corazón de mi hermana y para nada era ella quién creaba ese mal, sino que estaba siendo obligada, encontraría la manera de regresar y juntas venceríamos a ese mal que había comenzado a acecharnos y nos había pillado con la guardia baja. Ahora mismo no había nada que hacer, así que esperaría y confiaría en mi intuición y en las palabras de mi hermana, por lo pronto iría con el rey a pedir ayuda y si había que empezar a luchar, estaría más que dispuesta.
Los primeros rayos del sol comenzaron a aparecer, cuando pude divisar a lo lejos la fortaleza, con la adrenalina, el miedo y los nervios, no me había dado cuenta de cuan lejos habíamos volado mientras perseguíamos a mi hermana, según había querido oír antes, casi en la frontera con el reino oscuro, Eodum, dónde seguramente ella ya estaría allí, lo que hacía que el miedo por ella aumentara. Aterricé con mi dragón en el centro del patio, lo abracé agradeciéndole su trabajo y haberme ayudado, para dejarlo ir a descansar. Frode se llevó a Aillard en brazos, había perdido la consciencia por la pérdida de sangre, se dirigió rápidamente hacia el lado opuesto del patio dónde unos guardias lo cogieron y lo metieron dentro de una habitación para curar su herida, el mismo lugar donde se llevaron el día anterior a Jimbo, ahí los curanderos podrían ayudarlo, más tarde iría a ver como estaba, ahora mismo necesitamos respuestas. Los demás fueron llegando también y haciendo lo mismo, pero no les presté atención, sin pensármelo caminé rápidamente por los pasillos de la fortaleza hasta llegar al rey, la sala del trono de la fortaleza dónde recibía a su pueblo. Las grandes puertas se alzaban ante mí, de madera oscura con dos grandes dragones luchando, uno en cada puerta, puse mis manos, cada una en una puerta y empuje, abriendo las dos a mi paso y entrando con decisión, me asombré al ver que el rey ya se encontraba allí de pie, al lado de su trono y con él se encontraba una persona encapuchada. Detrás de mí, aparecieron los demás, así que me sentí más valiente para pedir explicaciones al rey, sentí su apoyo y me sentí agradecida de que a todos les importara el bienestar de mi hermana, después de lo que acababan de enterarse y presenciar.

- Te esperaba- habló el rey primero, antes de que yo pudiera decir nada.

- Su majestad- intentó explicar Frode.
Aibek hizo un gesto con su mano, indicando que se detuviera.

- Sé porque estáis aquí, al igual que sé que ha pasado- habló calmadamente, mientras que con un gesto de su cabeza, hizo que Jimbo, con la ayuda de Lyn, aparecieran de detrás de una columna, ni siquiera los había notado al entrar, mi atención había sido toda para Aibek y la extraña figura que se permanecía inmóvil y sin mostrar su rostro- Jimbo, me ha contado lo que sucedió cuando salió a reconocer la zona, ahí pude confirmar mis sospechas, pero ya era demasiado tarde, habíais partido en busca de tu hermana- abrí mis ojos y me sorprendí porque era consciente de todo.

- Jimbo, ¿tú lo sabías? - lo miré como si tuviera dos cabezas, pero antes de que el muchacho, nervioso ante mi mirada, pudiera decir algo, el rey salió en su defensa.

- No- dijo simple- Solo había escuchado que los guerreros del rey oscuro estaban a la espera de alguien, de una chica- comenzó a explicar a la vez que andaba por la estancia- Fui testigo del comportamiento de tu hermana ese mismo día, de su arrogancia e imprudencia con su dragón. En ese momento supe que algo no estaba bien con ella- me miró con un brillo en los ojos algo extraño, con pena o compasión por mi- Así que decidí investigar por mi cuenta, por eso, la presencia de este señor- habló ahora hacia dónde se encontraba la figura encapuchada.

FINAL DRAGONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora