CAPÍTULO 34

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Habla Miray

Jaw descendió del cielo y delicadamente me soltó en el suelo, en seguida los chicos se acercaron a mí con expresiones de preocupación y algo asustados. El primero en llegar a mí fue Junior, que me abrazó de tal manera que apenas podía coger algo de aire para respirar.

- ¡Miray! - exclamó- gracias a dios que estás bien- decía mientras abrazaba todo mi cuerpo y me alejaba para comprobar que todos mis miembros estuvieran en su sitio y cerciorarse de que no tenía ni un rasguño.

- Estoy bien- reí ante su preocupación y sobre protección extrema.

Con mis palabras pudo respirar tranquilo, aunque su semblante seguía mostrando algo de tensión por lo sucedido. Una vez me soltó, dejó paso a los demás, para que pudieran acercarse a mí.

- Estaba realmente preocupado- me dijo Aillard con su cara pegada a mi pelo- no vuelvas a darme un susto así- dijo separándose de mí y sonriéndome, yo asentí con la cabeza agradecida por su preocupación.

Pero cuando llegó el turno de Hoku, este fue un poco más tímido a la hora de acercarse, tal vez porque sentía un poco de culpabilidad, pero realmente fui yo quién lo solté y se lo hice pasar mal, mientras estábamos colgando del precipicio. Seguramente en su mente hay demasiados escenarios creados ante como podía haber terminado todo, así que me acerqué yo primero y lo abracé pillándole por sorpresa, pues tardó unos segundos en corresponder mi abrazo.

- Menos mal que estás bien- le dije mientras aún manteníamos el abrazo.

- Eso debería de decir yo- me respondió cuando nos separámos y le sonreí para demostrarle que todo estaba bien y él me devolvió la sonrisa.

Al final no hubo nada que lamentar y eso era lo importante, el resultado.

- Bueno, ahora ¿qué hacemos? - preguntó Aillard de la nada- digo, aquí nuestro colega con alas, es demasiado grande para entrar en el bosque- dijo señalando a Jaw, haciendo que este rugiera levemente ante su comentario.

- Es un dragón- les sonreí traviesamente- Ellos vuelan- Todos me miraron con los ojos muy abiertos.

- ¿Pretendes que nos subamos en él? - preguntó Hoku algo nervioso- es difícil que más de una persona o dos puedan ir en un dragón, pues estos son bastante reacios a dejarse- explicó.

- Bueno, así ganaremos mucho tiempo y podremos salir de aquí lo antes posible, no creo que le importe- le dije mientras le cogía la mano, consciente de su miedo- tranquilo, irás conmigo no nos pasará nada, confiad en él- les dije esto último, ahora mirándolos a todos.

Asintieron y estaba decidido, mañana por la mañana, surcaríamos todos juntos el cielo hacia nuestro destino. Estábamos cada vez más cerca y podríamos reunirnos con las demás, terminar con esta guerra, ojalá que, con daños leves y no mortales, pues eso era lo que más me asustaba, que alguno o algunos entre todos nosotros, tuviera problemas en esto y tuviera un destino realmente malo. Era una incógnita, pero no quería decir que esa posibilidad no entrara en mi mente, demasiadas posibilidades, demasiados finales, demasiado miedo a qué pasará y mucha responsabilidad dentro de mí para evitar cualquier sufrimiento a mis amigos, esto dependía de mí, yo era la elegida, por tanto, mi deber también era procurar que todos estuviésemos a salvo, lo conseguiríamos, aunque costase mi propia vida.

- Está bien- habló Junior despertándome de mis pensamientos- acamparemos aquí y saldremos por la mañana- sonrió, mientras se disponía a montar nuestro pequeño campamento.

….

Habla Junior

Me desperté de golpe, había tenido una pesadilla. Miray caía al vacío y no podía hacer nada para evitarlo, su cara con lágrimas y miedo, se había enterrado en mi mente a pesar de que había sido solo un mal sueño, al igual que se había enterrado en mi corazón ese sentimiento de pánico a perderla, esa sensación de angustia y ese maldito dolor en mi pecho, de solo imaginar que algo malo pudiera llegar a pasarle. Había sido solo un mal despertar, estaba amaneciendo y miré a mi alrededor. Estaba el gran dragón en el que se había convertido ahora Jaw, haciendo de enorme almohada a Miray, que dormía plácidamente y con su hermoso rostro relajado, apoyado en el estómago del enorme animal, Hoku y Aillard estaban cada uno a un lado de la hoguera. Decidí levantarme y comenzar a recoger nuestras cosas para el camino, cuando un estruendo se escuchó a lo lejos, había sido en la otra punta del bosque así que el sonido había sido lo suficientemente débil para que no se despertaran mis acompañantes. A pesar de la lejanía de lo que sea que haya sucedido, no era aconsejable que nos quedáramos mucho tiempo en un mismo lugar, era hora de irnos.
Comencé a golpear con mis pies a los dos dormilones que tenía a mi lado, hasta que se despertaron.

FINAL DRAGONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora