Hanamichi estaba a prontas de terminar su rehabilitación pero la soledad y sus demonios internos provocaran que su archi enemigo deba acompañarlo los últimos meses de este proceso... HanaxRu
El día sin entrenamiento, Hanamichi estuvo haciendo alguna sesiones de ejercicios en la piscina del lugar. La verdad es que sin estar practicando Basketball la tarde se le hacía eterna, lo paradójico era que practicaban 2 horas y desde la próxima semana subiría nuevamente media hora más; claramente era un porcentaje bastante reducido del día pero siempre después del entrenamiento se quedaba lanzando unas canastas una vez que el Kitsune se iba para matar el rato.
Era grandioso como el plan del profesor Anzai estaba dando frutos y por lo que le había comentado Rukawa, mañana vendría el Gordito nuevamente para dar algunas orientación y ver que tanto habían avanzado la dupla estrella.
El día avanzó entre la lectura de revistas que Mito le trajo ayer y ver televisión; necesitaba urgente otro pasatiempo para soportar la semana y media que aún le quedaba en la clínica... "si tan solo tuviera un personal estéreo" pensó al recordar que cada mañana el zorro bajaba de su bicicleta y se quitaba los audífonos..."quizá le pida prestado el suyo por unos días, no creo que sea tan egoísta" con este último pensamiento decidió apagar el aparato y rendirse en los brazos de Morfeo, así el día terminaría de una vez y al abrir nuevamente sus ojos ya estaría el sol otra vez por su ventana.
Ya era un nuevo día, miércoles, tocaba entrenamiento. Realizo su rutina que consistía en trotar 30 minutos en la playa luego darse una ducha, comer y encaminarse a la cancha donde se encontraría con su entrenador. Hana había despertado muy animado, daba zancadas amplias con sus manos en los bolsillos mientras silbaba una melodía; todo marchaba de maravillas hasta que su estilo de "hombre despreocupado" se vino a tierra cuando su mente le jugó una mala pasada trayéndole a memoria las palabras de Mito " Si no te conociera creería que te estás encariñado con Rukawa". Sus mejillas tomaron un rubor que combinaba con su llamativo cabello; sin considerar que se hallaba en una vía pública comenzó a replicarse a sí mismo negando toda posibilidad de amistad con su frío compañero, agitaba su cabeza en forma de reprobación a las imágenes que comenzaban a desfilar por su imaginación creando así un verdadero collage.
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-"Este Tensai jamás caería tan bajo como para crear un vínculo con ese maldito Zorro apestoso".- se repetía una u otra vez mientras seguía la marcha; lo interesante es que al estar tan absorto en sus pensamientos no evidencio a lo lejos una silueta que lo observaba algo extrañado, cada vez la sombra iba tomando mayor claridad hasta que en un par de metros era evidente, allí se encontraba Rukawa en la entrada de la cancha y sin quitar la vista del idiota que discutía con quien sabe quién, disimuló una muy remota mueca que el denominaba sonrisa.
Próximo a la entrada de la cancha el genio se percató que el zorro no estaba solo. - Gordito, haz venido!!!.- sonrío. - buenos días Sakuragi; ¿cómo te encuentras hoy? - tomando su famosa pose de ganador- listo para un nuevo día de entrenamiento.- afirmó anímicamente.- ahora podrás ver cuánto he avanzado en estas semanas...- aclara su garganta y continúa.- Claramente este talentoso ha perfeccionado cada una de sus habilidades y no es porque se lo diga yo pero creo que he mejorado más que antes.- finalizó soltando su típica risa de triunfo. - Torpe.- musitó su entrenador girando los ojos. - qué dijiste Rukawa!!!!.- gritó entre dientes. - Muchachos no peleen, pues este entrenamiento no es solo para que tu cuerpo reactive su memoria motriz Sakuragi sino que deben sincronizarse como equipo. -Suspiro.- hmm - ¿a qué te refieres gordito?- mencionó algo confundido.
