Zorro

138 9 5
                                    

Holis... quisiera agradecerles sus comentarios, lectura y voto pues aprecio mucho aquellos detalles, en especial, cuando me escriben algo jijiji me sube el ego jajaja Nah pero te da una sensación agradable, me gusta saber que, de cierta forma, se entiende lo que tratan de transmitir los personajes aunque sé que se puede pulir más^^

En esta ocasión quisiera comentar que los pensamiento de los personajes estarán escrito en cursiva para no tener que aclarar en cada instancia que lo mencionado por ellos está en su mente.

Este capítulo será similar al anterior...quería expresar un poco el caos que Hana comenzará a vivir una vez se integre a los entrenamientos y deba colaborar con nuestro Kitsune ^^

Sin más preámbulos entonces.... vamos a leer :3!

Hanamichi ya había sido dado de alta y prefirió dejar el asunto en el anonimato, al no ser muchas las cosas que tenía en la clínica no requirió de la ayuda de Yohei, de hecho, ni siquiera le recordó el horario en que debía desalojar el recinto.
Mientras acomodaba sus cosas en su habitación, aprovechó de ventilar la casa y asearla pues al no haber sido habitada durante un tiempo, el olor ya estaba haciendo estragos en su nariz.

Ya era  mediodía y su estómago estaba resintiendo las horas de trabajo sin paga. Alacena y refrigerador vacío, definitivamente necesitaba ir de compras !ya¡, rogaba a los dioses que su cuerpo pudiera ir y volver sin problemas. Compró algunos víveres y verduras pero la energía de reserva ya había sido utilizada en el trayecto así que pensó que no estaría nada de mal comer en algún restaurante de ramen que quedará camino a su casa.

Se sentía un poco extraño poder recorrer las calles de su barrio sin tener limitación de tiempo o reportar al "gordito" antes de planear cualquier salida que estuviera fuera de lo que se le había establecido. No necesitaba dar explicación de su actos desde ahora, era libre de ir donde quisiera, dormir a la hora que se le placiera, sazonar los alimentos como le gustaba, realmente no entendía cómo había tolerado tantas restricción; tanto amaba el basketball que era capaz de negarse a ciertos placeres tan solo para volver a él... "realmente amo este deporte".- pensó

"No recordaba lo delicioso que era el ramen de este lugar." Saboreaba cada bocado como si esta fuera su última cena, primer plato terminado. Al iniciar el segundo recordó su comida con el zorro, lo accesible que había sido aquel día y claro... "quédate conmigo" volvía a resonar con fuerza en su memoria.

- ¡Detente!.- musitó furioso.

" Deja de pensar en estupideces acaso no recuerdas como ese zorro te dejó en claro que nada de lo que pudiera salir de sus labios mientras duerme tiene sentido alguno."

No quería admitirlo pero la posibilidad de que aquellas palabras hubieran sido dirigidas para él le causaba un cosquilleo en su interior, algo muy similar a lo que Haruko le provocaba solo que esta vez había una mezcla de sensaciones entre presunción por ser aquel deseo irrealizable del zorro y temor a corresponder aquel sentir que era recíproco.

"¿Por qué me siento tan decepcionado? Carajo, ese zorro apestoso me tiene harto".- tragó otro sorbo de caldo.- "Cómo mierda le haré frente ahora ya le dije que no pretendía ser su amigo pero lo más probable es que el gordito haya planificado jugadas en conjunto y tendré que centrar mi atención en él, todos mis sentidos estarán fijos en él".- terminó de engullir lo que restaba de sopa, dejó el dinero sobre la mesa y se marchó con un ligero nudo en la garganta.

Después de ese agridulce plato de ramen no volvió a salir durante lo que restaba de día ni el siguiente, no quería encontrarse con su banda aunque extrañaba a Yohei pero sabía que si iba por él, este terminaría haciendo un interrogatorio que probablemente sería como echar sal a una herida que se mantenía abierta.

Entre rivalidad y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora