Soledad

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Este será un breve capítulo enfocado en nuestro amado zorrito y servirá de antesala para el próximo episodio :D
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Tomó su bicicleta y se echo andar en dirección a su casa. Mientras avanzaba en el recorrido las palabras de Hanamichi taladraban su cerebro, no lograba entender ese cambio tan repentino, o sea, él mismo se acercó hasta su persona y ahora dice que todo será como antes de su rehabilitación. Subió el volumen del reproductor de música para tratar de acallar las voces en su cabeza y pedaleo a más no poder para refugiarse en la oscuridad de su habitación.

Al llegar dejó su bicicleta estacionada en el jardín y subió sin siquiera comer. Se quitó los audífonos y busco entre sus casete un tema que expresará de cierta manera su sentir. Al encontrarlo lo puso en la radio casete y comenzó a sonar Sadness de Siam Shade. (Les recomiendo escucharla para que puedan conectar con el sentir del Kitsune)


Subió el volumen, se lanzó sobre su cama y fijo su mirada en aquel lienzo blanco que se hallaba sobre él, la música comenzaba a envolver sus sentidos y como si fuera una película proyectada por su mente, aquellos momentos junto al torpe se reproducían en aquella tela blanca.

No podía apartar las imágenes de su memoria, se habían grabado de tal manera que los percibía como sueños vívidos. Había sido un mes, tres veces a la semana, dos a tres horas diarias junto a él; esa estrepitosa risa que lo ensordecia, de verdad que la odiaba, odiaba que pudiera expresarse tan libremente, aunque lo que más detestaba era ser atraído por su algarabía. Era el caos emocional andante podía pasar de un estado a otro en minutos de estar furioso, alegre, frustrado, triste y optimista como si fuera lo más normal y él había sido testigo de cada una de esas facetas.
Con Hanamichi sus cálculos se desplomaban en cosa de segundos, era tan impredecible que nunca podía anticipar su reacción, lo odiaba, odiaba tanto eso de él, odiaba no poder ser tan genuino como el pelirrojo.

//Solo me abraza la soledad
Ni siquiera pude decirte adiós //🎶

- Será mi aliado en la cancha pero no puede ser mi amigo... ¡¡maldito idiota!!

Como si de una tortura se tratase sus sentidos se encargaban de traerle el sonido de su voz, tan audible, claramente oía su nombre, oía ser llamado por ese apodo puesto por ese cabeza hueca...kitsune, Zorro...

- ¿por qué no puedo dejar de pensar en él?.- susurró.

La luz natural iba desapareciendo más de la habitación, la oscuridad tomaba terreno no sólo en el espacio físico sino también en las memorias entre él y el Do' aho. Desde el lunes volverían a ser extraños, retomaría esa estúpida rencilla que si bien le agradaba por una parte molestarle con insultos, ya no deseaba escucharlo de la boca de su compañero.

" En qué momento me volví sentimental, siempre había sido calculador y frivolo" .- pensó.
Si bien era su manera de protegerse de los demás, también había aprendido que nada bueno provenía de las personas que le adulaban pues detestaba tener que responder a las expectativas ajenas.  Sin embargo, en su inicio quiso ser validado por sus padres pero el exceso de trabajo de estos no les permitió ver cómo su hijo crecía como deportista, lo que resultaba paradojico pues fue su propio padre quien le inculcó el gusto por el Basquetbol pero ahora ya lo amaba por su cuenta, todo este vacío familiar lo llenó con este deporte; cada logro, meta y futuro como Basquetbolista era de él, solo de él.
No obstante, aquel torpe compartía su mismo sueño y se vio reflejado en aquellas  ansias de convertirse en el mejor,  ambos tenían algo en común y probablemente eso era lo que más le dolía... recorrer este camino solo.

//La tristeza se burla de mí//🎶

No recordaba la última vez que se había sentido tan desechable; usualmente era él quien terminaba rechazando a las personas que demostraban algún tipo de interés por él, mas ahora, aquí estaba sumido en una angustia incomprensible para su lógica.
-¡Maldición! ¿Por qué me siento asfixiado por estos recuerdos?.- escupió molesto consigo mismo.

Se sentó en su cama y sentía en su pecho el peso de la desilusión, un leve hilo de luz entraba por la ventana dejando todo casi en penumbras; la música seguía su curso y su estado de ánimo yacía inerte en su interior. Jamás lo admitiría, su orgullo se lo impedía pero ya era consciente de ello, su fiel compañera que a su vez era su peor pesadilla, la soledad, nuevamente le había echo un Jaque a lo que creyó sería un nuevo comienzo para él; un mundo con Hanamichi a su lado.

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Fue algo corto pero preferí dedicarle un espacio especial a Rukawa que añadirlo en un capítulo nuevo... Pobrecito, él solo quería un amigo :c

Saludos y gracias por leer  :3

Entre rivalidad y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora