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A pesar del helado viento presente en el exterior, él se mantenía caliente y cómodo en el vagón del tren. El verano había acabado, y el otoño ahora estaba en su máximo apogeo.

Miró por la ventana. La tierra se volvió una gran masa de lodo debido al aguanieve, y en un par de ocasiones la locomotora tuvo que parar para limpiar las vías; aún así, todavía había demasiado lodo en la ruta, pero eso era característico de la zona. Su vista subió un poco y se topó con el cielo, parcialmente nublado, pero con algunos espacios de color azul tenue. Ese color le hizo pensar al instante en Austria-Hungría. Apretó sus puños, soltando un suspiro y apartando su vista de la ventana.

Ya había pasado un buen tiempo, pero él no había vuelto a visitarlo; ni siquiera le había respondido la carta. Además, la protección de sus padres le impidieron salir al exterior de Berlín, al menos hasta ahora. Si bien, no correspondía del todo el amor del monstruo bajo su cama, en verdad extrañaba esos momentos que compartían juntos.

El tren se detuvo otra vez. Y nuevamente, varios maquinistas bajaron con palas para quitar todo el lodo del camino. Eso tardaría un buen rato.

—La raspútitsa si que es un problema —dijo en voz alta—. Rusia debe estar loco como para organizar una reunión en su capital, justo cuando éste fenómeno meteorológico está en su apogeo.

Originalmente, la reunión era entre su madre y el ruso, pero ella tuvo que viajar a América para hablar sobre la migración hacia el sur del territorio chileno. Ese país era como un hermano mayor para él. Gracias a este percance inesperado, Imperio Alemán por fin pudo salir de Berlín y convivir con alguien más que no fueran los sirvientes o sus padres.

Pasaron 20 minutos, pero la locomotora seguía sin avanzar un solo centímetro. «Falta todo un día para llegar, y con estas pausas posiblemente el viaje a Petrogrado será mucho más largo» se cruzó de brazos y cerró sus ojos «necesito energía, dormiré un rato más» y dejó de pensar en todo lo que le preocupaba para conciliar el sueño.

Tal como lo pensó, el tren tardó dos días en llegar a la capital rusa. Al bajar del tren, caminó hacia la salida, y había un carruaje afuera que lo recogió ahí; un par de mozos de equipaje cargaron sus maletas, y las llevaron al carruaje. Si bien, eran pocas cosas y él mismo podía llevarlas, ellos insistieron debido a que se trataba de alguien importante. El vehículo avanzó, y recorrió las calles de la llamada "Venecia del Norte". Los múltiples palacios hacían contraste con el cielo, el blanco piso, y con toda la ciudad en general; la diferencia entre los nobles y el resto de la gente era igual de marcada «El gobierno aquí es una monarquía absolutista, tiene algo de sentido la gran diferencia entre clases. Me recuerda un poco a la edad media.» pensó.

Columnas de nieve, bordes de oro y muros turquesa se hacían visibles conforme avanzaban a su destino. El carruaje se detuvo, y abrieron la puerta para que saliera. Alzó su vista con curiosidad; había llegado ya al Palacio de Invierno, el hogar del Zar, y también del Imperio Ruso. Llegaron algunos sirvientes, haciendo todos una reverencia al ver al germano, y mientras unos se llevaban las maletas a la habitación donde se quedaría mientras negociaban, el resto le guió hasta donde estaba el anfitrión de la reunión. Era una gran sala, igual de adornada que el exterior; incluso los cojines de los sillones, la gran alfombra y las sillas poseían esa fina y cara extravagancia. Sentado frente a una mesa de centro, sosteniendo con una mano un plato y con la otra una taza de té, se encontraba el tan famoso Imperio Ruso, esperando al pelinegro.

Sintió las vibraciones del suelo causadas por los pasos de su invitado, a pesar de no generar sonido aparente. Dejó su plato y taza en la mesa, y volteó a verlo.

—Por fin llegas, pequeño alemán.

—Muy buen día, Rusia Imperial —hizo una pequeña reverencia—. Disculpe mi tardanza, es un viaje largo a pesar de haber viajado tren, y la raspútitsa bloqueó las vías en diversos puntos de la ruta.

Unter Meinem BettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora