Capítulo XV: Un perdón para dos corazones rotos.

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Era lunes y Craig y Tweek habían salido de la casa del pelinegro juntos, estaban como si nada platicando de la serie, justo para que ninguno tocará el tema de como habían dormido y los sentimientos que ambos estaban formando el uno del otro.

- ¡Chicos! -La voz chillona de Barbs los sacó de su mundo, los vio pasar y decidió acercarse a los que ya consideraba sus amigos. - ¿Cómo están?

-Yo mejor, aunque tengo miedo de encontrarme a Wendy. -Admitió el rubio mientras Craig negaba. -Tranquilo, por lo que sé, Red habló con ella y ella también tiene mucha pena de encontrarse contigo, está muy arrepentida de sus acciones.

-La conoces muy bien ¿verdad? -Se burló el pelinegro haciendo sonrojar a la rubia.

-Oh, cállate Craig. -La chica solo rio mientras negaba con la cabeza, había un rumor de que ambas chicas andaban a escondidas, ninguna lo desmentía.

Los tres llegaron platicando a la escuela, para suerte del rubio la primera clase le tocaba con Craig, Nicole y él nada más y en la segunda tenía con Jimmy y con Bebe.

Cuando llegaron al salón, Craig se sorprendió que Tweek no quería la ventana de siempre, si no que se sentó a lado de ella, cosa que le preocupo, aunque tampoco sabía porque siempre adoraba ese lugar.

-Hoy no es martes. -Fue lo primero que pudo pensar.

-Lo sé.

- ¿Entonces? -Craig no era paciente ni le daba vueltas al asunto, siempre le gustaba ir directo al grano de las circunstancias.

-Quiero ser un alma generosa. -Uso un tono burlón que hizo que el pelinegro le sacará el dedo, pero ambos rieron ante tal gesto y siguieron con sus cosas, con una media sonrisa que no pasó desapercibida por nadie.

Las clases pasaron normales, incluso la clase con Jimmy y Bebe acabó rápida ya que era Artes y el proyecto de los dos rubios iba muy bien en cuestión de técnica y tiempos.

El cuadro era una representación del tiempo, el tema le había tocado al azar y Tweek sentía que era una cachetada del universo para él, pues lo que más odiaba en este mundo, que el tiempo no tuviera piedad y jamás se detuviera, que no pudieran quedarse atrapados en ese momento y, justo eso es lo que representaba su obra, el dolor de avanzar aun cuando uno no quiera.

- ¿Cómo la vamos a llamar? -Le preguntaba la rubia mientras ambos caminaban por los pasillos, por haber ido "a tiempo" los habían dejado salir antes e iban a la cafetería pues Bebe necesitaba un sándwich de jamón y Tweek 3 litros de café.

-No lo sé, odio tanto esa pintura que me encanta. -Dijo riendo Tweek, a pesar de tener una mejor amiga, jamás se había sentido a gusto de tener amigas mujeres, hasta ahora.

-Si me siento igual, odio el sentido de que mi vida esta avanzando y siento que yo me quedó atrás de mi propia historia, pero, al mismo tiempo se que si volteo para atrás no soy la misma persona que siento que está atascada... ¿es entendible? -Bárbara hacia piruetas con sus manos, haciendo reír al rubio.

-Mas de lo que crees bebe, más de lo que crees.

Ambos chicos estaban a punto de entrar a la cafetería cuando una voz paralizó a Tweek, el cual quedó helado ante el sonido.

- ¡Tweek, espera! -La voz de Wendy se escuchaba agitada, venía corriendo a ellos. - ¡Necesito hablar contigo!

La rubia por instinto se puso enfrente de Tweek, algo que Wendy miró confundida, pero no se quejó puesto que ahora que todos conocían la historia del rubio, muchos habían agarrado ese instinto de querer protegerlo, pues creían que se necesitaba mucha fuerza para salir adelante.

-Tweek. -La voz de la chica se escuchaba triste, sin embargo, no se atrevía a decir nada porque respetaba al rubio y lo quería y no lo quería presionar a nada que él no se sintiera listo.

-Ho-hola Wendy. -Fue lo único que le salió, sus ojos querían llorar y sus manos temblaban, estaba cerca de una crisis, pero al mismo tiempo quería ser valiente y enfrentar esa plática, aunque le estuviera quemando.

-Yo... -Wendy no decía mucho, Bebe quería abrazar a los dos y necesitaba apoyo, la tensión era bastante fuerte.

Sin embargo, y para suerte de todo, unos pasos de alguien corriendo hicieron que desviarán la vista al corredor y viera, con total sorpresa a Craig corriendo a ellos.

- ¡Craig! -Para la rubia, ver a su ex novio era una salvación al mal momento que estaba viviendo ahí. - ¿Qué haces aquí?

-Jimmy me dijo que vio a Wendy correr y decidí venir a ver... -La cara de Wendy era de molestia, pero tampoco dijo nada pues entendía a sus amigos y sabía que ella se había equivocado al hablar así del pelinegro sin ponerse a pensar si había cambiado en lo largo de los años.

-Quiero hablar contigo Tweek, pero solo si puedes hacerlo y te sientes listo. -Bebe sonrió, su chica siempre había sido una persona comprensible que sabía admitir sus errores, como lo estaba haciendo de forma tan madura ahora.

Tweek se le quedó viendo a la chica y suspiró, mientras asentía sin soltar la mano de Craig, que el chico estuviera ahí le daba fuerza.

-Yo... bueno lamento lo de... Stan. -Una lágrima traicionera salió de su mejilla, limpiándola rápidamente. -Yo y él éramos niños cuando nos conocimos, odiaba a sus amigos; Kyle, Kenny y Eric era un dolor en el culo que siempre se metían en estupideces y perdón, ni siquiera en mis memorias de South Park te recordaba yo...

-Era muy aislado. -La cortó rápidamente recordando su niñez él también. -No creí que fueras la misma Wendy que todo mundo hablaba, yo solo jugaba con Francis en el salón de artes mientras nos ponían películas como Star Trek o El señor de los anillos.

-Bueno, el mundo es pequeño, era cuestión de tiempo para que algún día nos fuéramos a encontrar. -Hablaba la chica de ojos morados en tono bajo, apenada de la situación.

-Si, yo... no debí reaccionar así contigo, me cegué y... bueno, no ha sido fácil para mí salir adelante... -Tweek intentaba abrirse, más con la presencia de Craig que lo hacía sentir bien y también le debía esa explicación a él. -Cuando murió Stan estaba devastado, todo me recordaba a él y decidí huir a Denver a crear nuevos recuerdos, no pensé que el oír su nombre en tu voz me afectaría tanto...

Wendy se le quedó viendo al chico, se notaba que le costaba hablar y quería llorar, como ella, por lo que no lo pensó mucho y se le abalanzó a Tweek, llorando como él lo estaba haciendo.

- ¡Perdón!, ¡Nunca pensé que podría lastimarte, no lo sabía!, ¡De verdad Tweek, lo lamento tanto! -Decía la chica mientras lloraba a mares, siendo abrazada de Tweek que también estaba desahogando un poco de eso que le estaba costando, intentando entender todo y a la misma vez, sintiéndose culpable por hacer llorar a la rubia.

- ¡Yo también lo siento, no debí reaccionar así! Y lo que te dije fue mentira, te quiero mucho Wendy, no quiero que te vayas de mi vida. -Craig y Bebe se quedaban viendo la escena con una sonrisa, sabían que eso era lo que ambos chicos necesitaban, hablar.

Y ambos chicos sentían un cálido abrazo a aparte del de ellos, aunque lo confundían con el calor de sus corazones al saber que no habían perdido a una importante de sus vidas, en este caso, a un amigo.

Cuestion de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora