Capítulo XVIII: La fiesta de bienvenida.

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-Mi ultima maleta. -Dijo Tweek a su tía mientras esta asentía con unas pequeñas lágrimas en sus ojos.

-Me ha dado gusto tenerte en mi casa cariño, mis puertas siempre estarán abiertas a ti. -Le decía la mujer en un abrazó que correspondía el rubio, feliz de tener un apoyo como lo era esa mujer. -Me saludas mucho a tu madre y dile que iré en navidad.

-Ahí te esperaremos tía, gracias por dejarme quedarme y perdóname las molestias que llegue a causarte. -La bocina de un claxon sonó, alertando y asustando al rubio para que saliera, ya era hora de irse.

-Ninguna molestia tesoro, ahora sí, sal y diviértete con tus amigos. -El rubio asintió, y al salir quedo sorprendido al ver que sus amigos habían llegado en una limosina de Token, el maldito chico era millonario y había rentado una limosina que los llevara a South Park donde iban sus maletas y cabían hasta 10 personas.

-Lo que pasa cuando eres amiga de un millonario. -Dijo Wendy entrando a la limosina impactada que el hombre la haya rentado solo para una fiesta.

- ¿No quisieras salir conmigo, Token? -Barbs le sonrió coqueta, haciendo al moreno rodar los ojos, odiaba a la gente interesada.

- ¡Hey!, repite, su único amor soy yo. -Clyde decía riéndose mientras se le colgaba al chico, era muy celoso con sus mejores amigos.

-Yo-yo di digo que si deberían co-cogerse. -Todos rieron a la broma de Jimmy, la verdad es que más de uno en algún momento creyó que de verdad ambos eran gays, aún cuando ambos habían tenido novias en el pasado.

-Aun así, muchas gracias por llevarme. -Tweek estaba sentando con Craig a su lado y Wendy; enfrente de Token, Clyde y Barbs; y en los costados se encontraba Nicole, Jimmy y Red. -Y gracias por venir, es un pueblo mágico.

-Es el paso del infierno más bien. -Wendy no tenía buenos recuerdos de South Park y tenía miedo de ir, no le seguían cayendo bien los amigos de Stan y, al parecer, ellos aun le tenían rencor. -Pero todo por ti, Tweek.

- ¿Hay chicos lindos? -Pregunto Red, ella no los había conocido como los demás.

-Claro, los que estamos en esta limosina. -Sonrió coqueto Clyde haciendo rodar los ojos de la pelirroja.

-Entonces esto ya valió...

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- ¡Bienvenido a South Park! -La fiesta había sido en su cafetería, cuando llegaron todo estaba apagado hasta que el rubio entró y cayeron globos de colores al mismo tiempo que confeti y sus amigos salían de sus escondites, emocionando mucho al rubio de ver a más personas que los habituales.

Hasta los tipos góticos estaban ahí.

- ¡Jason! -Tweek se le aventó a su mejor amigo, el cual lo abrazó seguido de Kevin, Francis y Scott, el team volvía a estar completo. - ¡Amigos!

- ¡Felicidades por volver, maldito loco! -Kevin brincaba de la emoción, volteándose a ver a los demás chicos. - ¡Hola chicos! Bienvenidos a Tweak Bross Coffe.

-Así que por eso el chico está loco, es adicto al café porque tiene una cafetería. -Clyde entraba en razón mientras los demás solo rodaba los ojos e iban a saludar a la demás gente, aunque Kevin le daba la razón a su amigo y le empezaba a contar anécdotas del lugar.

-Son hermanos separados al nacer, están imbéciles los dos. -Había dicho Barbará al ver como esos dos se emboban demasiado rápido en tonterías. - ¡Heidi!

La castaña que también estaba abrazando al chico volteo para ver a su amigo de Denver, sonriendo ante la mirada de la rubia, la morena y la pelirroja.

- ¡Hola chicas! -Dijo acercándose cuando vio que también estaba la pelinegra de ojo rosado. -Oh, hola Wendy.

Aunque por su culpa, su mejor amigo había tenido una recaída, Tweek le había dicho que Wendy era importante para él y, por lo tanto, todos debían tratarla bien aun cuando a los chicos si estaban en un plan de ni siquiera saludarla.

- ¿Cómo estuvo el viaje? -Decidió hacer la plática más grupal para que Wendy no se sintiera excluida.

-Genial, Token nos trajo en limosina. -Empezó la plática Nicole y, mientras las chicas platicaban, los demás saludaban a los amigos de Tweek.

- ¡Tweek! -Leo casi le saltó cuando tuvo la oportunidad de verlo libre. - ¡Te había extrañado mucho! La escuela no es lo mismo sin ti, me sentía solo en los proyectos. -Leo y Tweek siempre habían trabajado juntos en la mayoría de los proyectos, eran muy unidos en ese sentido.

- ¿Cómo puedes decir eso cuando yo trabaje todos los proyectos contigo, mi amor? -Kenny llegaba con sus mejores amigos también a saludar a Tweek. - ¿Cómo estás rubio? Hola Craig.

-Por eso mismo lo dice, eres un verdadero idiota y el pobre de tu novio se llevaba la parte más difícil. -Cartman se reía de su amigo mientras Kyle golpeaba a Eric por reírse, haciendo reír a Tweek, esos chicos no cambiaban nada.

-Hola chicos, que gusto verlos ¿cómo les va? -Tweek no se soltaba del abrazo de Butters, ambos estaban felices de verse en mejores condiciones.

-Muy bien, ya solo falta un semestre y la universidad nos espera...- Dijo con emoción Kyle, aunque también eso significaba alejarse de muchos de ellos. - ¿Cómo estuvo al final Denver?, ¿Te sirvió?

Tweek se quedo pensando e, instintivamente volteo a ver a Craig que se había puesto a platicar con Jason y Kenny sobre algo trivial.

-Sí, bastante... -Cartman y Kyle se voltearon a ver con una media sonrisa, si sabían que lo que de verdad le estaba ayudando a Tweek tenía nombre y apellido, pero ninguno dijo nada porque la verdad no estaban enterados del todo sobre esa situación, a lo mucho Kenny que era con quien hablaba más con ese chico de chullo azul.

La fiesta empezó tranquila, todo el mundo alabó las habilidades de Leo en la repostería mientras su novio se aguantaba el berrinche de que todo el mundo le dijera cosas bonitas a su chico, aunque en el fondo eso también le gustaba, que reconocieran el talento del rubio.

Después de eso, la fiesta empezó a ponerse más caótica, todo mundo empezaba a tomar mientras el descontrol se apoderaba de cada uno de esos chicos, haciendo nuevas y divertidas anécdotas.

-No te odiamos, ya, ya, ya, deja de llorar Wendy, no te odiamos. -Kyle estaba tomando intentando consolar a Wendy en un abrazó pues, de la nada la chica se había acercado a ellos llorando y pidiéndoles perdón pro la mierda que había sido con ellos y con Stan, que jamás había sido su intención que las cosas acabarán mal, ni herir a Tweek.

Mientras Jason estaba completamente dormido en una mesa donde Jimmy y Scott le pintaban la cara en lo que Clyde y Kevin se reían a carcajadas del chico y lo grababan todo siendo regañados por Red que eso no estaba bien; y, a un lado de ellos también Butters, Francis y Token estaban cantando una canción toda desafinada en el karaoke al mismo tiempo que Nicole y Heidi les echaban porras.

Tweek sé lo estaba pasando bien, sin embargo, algo lo hizo salir y, con ello, alguien lo empezó a seguir.

Cuestion de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora