Capítulo XXIV: La realidad

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Tweek despertó, genial estaba en un hospital, el olor fue suficiente para saber que todo había salido mal.

- ¿Tú quieres matarnos de un puto infarto? -Volteo a ver la voz de Kenny y para su sorpresa ahí estaban él junto con Butters, Heidi, Nicole y Clyde llorándole.

- ¿Chicos? -A penas habló, le dolía la garganta y recordaba todo, haciendo que sus lágrimas volvieran, estaba otra vez vivo.

-Fue una acción muy hermosa la de salvarle la vida a Tricia, pero ¿por qué acosta de la tuya? -Nicole estaba consolando a Clyde que solo verlo vivo se había puesto a llorar. -Cuando Tricia le avisó a Craig, estábamos con él y cuando llegamos estabas en un charco de sangre.

- ¡Nos asustamos mucho! -Clyde la interrumpió llorando, fue una escena traumática para el castaño. - ¡Por qué no nos dijiste que ibas a venir hoy! Cuando Heidi le dijo a Nicole pensamos que te veríamos en la estación, esperábamos tu mensaje...

Tweek se sintió mal, tal vez no era tan buena idea ser tan impulsivo a veces y debió avisarles a sus amigos, aunque, por otro lado, si no hubiera esta ahí... no quería ni imaginarlo.

-Lamento asustarlos. -Dijo como pudo, incorporándose ya un poco. - ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

-Increíblemente inconsciente solo llevas 5 horas, te reanimaron, pero nunca entraste en coma. -Comentó Kenny. -Apenas nos dijeron vinimos, de hecho, acabamos de llegar, aún no te han visto los demás.

- ¡Les avisaré que estas bien! -Decía Butters mientras salía con Kenny y el chico asentía, pero no si antes decirle a Kenny que anotará la clave que Stan le dijo.

- ¿Y esto qué es? -Kenny no entendía los números que había ahí y las letras.

-Es la contraseña de Stan... -Tweek le sonrió al chico y el rubio, ante la impresión solo le sonrió secándose una lágrima, al parecer, su amigo había vuelto a ver a su novio...

Cuando los rubios salieron Tweek suspiró e intento pararse.

- ¿Dónde está Craig? -Preguntó el rubio.

-Se quedó contigo todo el tiempo, años sin verlo tan mal, fue a fumar un cigarrillo. -Contestó Clyde mientras veía como Tweek se incorporaba. - ¡Espera!, ¿Qué haces?

Heidi y Nicole intentaban controlar a Tweek, pero este estaba decidido a ver al chico.

- ¡Tweek espérate! -Heidi intentaba controlar al rubio. - ¡Sigues mal!, tienes fracturada varias costillas y tu brazo.

Tweek ya se había dado cuenta de eso, pero le valía, podía respirar y caminar, con eso se sentía lo suficientemente bien para ir con Craig, y, cuando los tres se dieron cuenta que era imposible detener al chico, lo ayudaron a llegar al elevador.

Cuando salió de aquel elevador lo vio y su mundo se congelo.

Fumando su cigarrillo, claramente había llorado y estaba temblando tenía los ojos cerrados, su ceño en señal de frustración y sabía perfectamente que estaba sufriendo por su culpa. Sintió mas que nunca la culpa, aunque lo volvería a hacer porque era la vida de su hermana en juego.

-Craig... -Lo llamó y, cuando el chico lo volteo a ver, con asombro y tristeza, no lo pensó mucho en cuando sintió que el moreno lo abrazaba con fuerza, temblando y lastimándolo un poco.

- ¡QUE MIERDA TE DIJE SOBRE QUE TE NECESITABA! -Fue lo primero que salió de los labios del rubio, mientras sentía como las lágrimas caían en su bata, el chico estaba asustado por él.

-Yo... perdón Craig. -Tweek también quería llorar, no le gustaba ver al amor de su vida así de roto, le dolía más verlo sufrir como una vez él sufrió.

-Mierda Tweek. -Craig se separó un poco del rubio para arreglar su cabello que le caía en la cara y sobar sus cachetes con su pulgar, estaba intentando ser fuerte, pero esto había sido demasiado, de verdad pensó que lo iba a perder y algo en él se rompió de forma horrible.

Entonces recordó que dolía más el perder si no se arriesgaba a jugar.

-Lo siento Craig. -Tweek sostenía la mano de Craig contra su mejilla, sin dejarlo de ver, él también estaba con lágrimas. -Yo, necesitaba verte y cuando vi que Tricia estaba en peligro no lo pensó.

-Si, es tu hobbie no pensar. -Dijo con una media sonrisa mientras bajaba la mirada. -Gracias por salvar a mi hermana, pero no vuelvas a hacer una estupidez así en lo que te queda de vida.

Tweek asintió con una sonrisa mientras ahora él era el que abrazaba al moreno y este correspondía su abrazo, teniendo más cuidado de no lastimarlo más de lo que ya estaba, pero ahora más tranquilo y feliz de saber que el chico estaba vivo, que ante todo estaba bien.

Todo se sentía tan bien, hasta que Tweek recordó que debía hablar con él, arriesgarse a jugar.

-Craig. -El mayor hizo un gesto de que lo escuchaba. -Yo... vine a Denver a hablar contigo, no iba a volver porque solo me fui un semestre.

-Ya lo sé, me lo dijiste borracho en la fiesta. -Craig por eso también se estaba alejando, porque sabía que el chico lo iba a abandonar como Thomas.

-Pero, ¡No quiero perderte! Yo... me enamoré de ti. -Tweek sintió como si una carga le fuera quitada de sus hombros. -Me gustas, eres divertido, leal, inteligente y guapo; me gusta ver Red Reacer contigo, me gusta cuando estamos juntos, me gusta cuando me das mimos, me gusta ser parte de tu vida y que tú lo seas de la mía.

Craig se quedo viendo a Tweek ya separándose un poco, impresionado de las palabras y la seguridad con la que hablaba el rubio, tan fácil que no sabía como responderle.

-Tweek... -Craig no sabía que responder, no pensó que el chico se iba a arriesgar.

-No sé como podría funcionar, pero quiero intentarlo, quiero arriesgarme y estoy cagado del miedo, tengo muchos miedos, pero... pero te amo y quiero luchar por ti. -Tweek lo veía decidido, sería feliz, se daría la oportunidad de volverse a enamorar y vivir su vida, era la mejor forma de honrarlo también.

Craig no lo pensó mucho y lo besó, esperando que con eso el chico entendiera lo que le estaba diciendo, cosa que el rubio correspondió, profundizando el beso, no había alcohol de por medio, era la verdad de dos personas que se amaban y que al final de cuentas podía y querían ser felices.

-Qué románticos. -El beso se interrumpió al ver a Jason, Francis y Kyle entrar por el elevador, siendo esté ultimo el que hablará. -Están ocupados, los dejamos en lo suyo.

Ni siquiera se bajaron cuando se volvieron a cerrar las puertas, haciendo reír a los dos chicos mientras disfrutaban ese paisaje, tal vez no era el sitio más romántico el techo de un hospital con Tweek en una bata de enfermo, pero ellos se sentía bastante bien juntos, enamorados.

Cuestion de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora