Amado por los dioses (Quackity bow)

✾cap 3 ✾

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los recuerdos que se perdieron en el pasado
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✳ Era una tarde de invierno, casi navidad y por decreto del presidente jschlatt se había omitido las festividades, las calles estaban desoladas, nadie tenía ánimos de salir, y quien sí los tendría en esta dictadura, aun así, por las calles lúgubres corrían un par de amantes tomados de la mano, junto con un niño de castaños caireles que cada que se sentía cansado de que los dos adultos corrieran tan deprisa riendo y murmurándose frases realmente empalagosas, soltaba un suave "bee" en reproche, haciendo que la pareja se detuviera en su andar para tomar un poco de aire. Era una escena realmente encantadora, casi parecía irreal.

Desde hacía ya unos años, por las tardes un castaño solitario de gabardina azulada caminaba hacia el bosque, perdiéndose de la vista de todos y yendo a descansar a lugar seguro, para el día siguiente, regresar en la mañana a recorrer el pueblo con un pequeño ángel encadenado al cual le susurraba las palabras más dulces que el mundo podía escuchar y repitiendo la rutina una vez el sol empezaba a bajar, pero en esta ocasión no fue así, en esta ocasión iba acompañado de un hermoso ángel de negros cabellos y un pequeño de castaños caireles, que en ningún momento soltaron sus manos a pesar de alejarse del pueblo y de las cadenas doradas que los aprisionaron.

A las afueras del pueblo y la entrada del bosque, el único rastro que quedo de ellos fue una pluma opaca de color dorado y un anillo de oro más pesado de lo que aparentaba. 

❁ Quackity ❁ 

✳Caminamos por el bosque un buen rato, era invierno y a mi lindo tubbo no le costó el caminar por el bosque a pesar de estar oscuro y nevado, pues su parte hibrida le ayudó mucho, y pensar que en suelos de azulejos finos suele resbalar, pero yo, en cambio, era lento y torpe, teniendo que recargar mi mano en mi niño como una guía, mi cuerpo en ese momento era frágil de muchas maneras, pero wilbur se detenía cada cierto tiempo a verme o cargarme si lo ameritaba, incluso me dio su hermosa gabardina azulada y pulcra parecía nueva, solo su olor levemente terroso y a pan de mantequilla me revelaba que no era nueva, eso y que la portaba desde el día en que llegue a estas tierras.

Nos detuvimos en una cueva natural, tenía un poco de dudas, pero su mano era muy firme y confiable, tanto que deje que me llevara a donde él quisiera, hoy en día sé que fue peligroso seguirlo, no por mí, sino por mi lindo niño, realmente me aventé al abismo sin saber si realmente había agua abajo, por suerte wilbur se había apiadado de mí y coloco mil almohadas para que no me lastimara al caer.

Cuando llegamos a un pasadizo no natural, me di cuenta de que habíamos llegado y no negaré que tuve miedo, mucho miedo, era un lugar desconocido, con gente que odiaba a mí en ese entonces esposo, pensé que esa gente nos repudiaría y nos tratarían con odio y asco, quería soltarlo y correr, no por mí, yo podía soportar ese trato, pero mi niño no. Me había costado tanto cuidarlo de todas las críticas hacia ambos, no quería que la gente lo viera como a mí, él se merecía el mundo entero.

Creo que mi niño me entendió, ya que se escondió atrás de nosotros, no era para menos, él era el hijo del tirano jschlatt que incluso comerciaba con seres vivos, niños jóvenes adultos y ancianos, que vendió la integridad y seguridad del pueblo que juro proteger, el hombre que torturo a su esposo y mato a mucha gente con falsas promesas de salvación.

wilbur, sostuvo mi mano, se paró firme y nos miró a los ojos jurando nuestra seguridad, en ese momento era tan confiable y con esa acción que parecía poco, logro dispersar el miedo de mi mente, le confié nuestras vidas.