Race Of Glory | CS, LN, PO

14. It's Not Too Late.

—No saben cuánto me arrepiento, espero no haber cometido el peor error de mi vida —Lando suspiró, agachando su cabeza con tristeza.

Carlos y Pato miraron a su amigo, consternados y sorprendidos por lo que el británico les había confesado.

Ninguno de los dos sabía el contexto de cómo todo se había acabado con la mexicana porque él nunca quiso hablar de eso, por lo que dieron por hecho que había sido algo sin importancia. Pero ahora, al escucharlo, entendieron todo y del porqué de su forma de actuar.

Y lo peor de todo, estaba sufriendo y ellos no lo sabían.

—Lando... ¿Por qué no nos contaste? —Carlos colocó su mano en su brazo.

—¿Por qué sufres solo? Somos tus amigos, ya deberías saber que siempre te escucharemos —Lo regaño suavemente Pato.

—Es que... no quería molestarlos con mis problemas y también creí que podría con esto yo solo —Se sinceró y ellos lo miraron negando.

—Pero no lo hiciste, ahora estás sufriendo y estás cargando con mucha culpa.

Lando miró a Carlos en silencio por unos minutos. Sabía que su amigo tenía razón, pero aunque así fuera ya no podía hacer nada. Al menos, no por él.

—¿Ven por qué los molesto tanto con eso de que hablen de sus sentimientos?  Porque no quiero que ustedes pasen por lo mismo, no quiero verlos sufrir, es el peor sentimiento que alguien puede tener —Suspiró y los miró a ambos—. Escuchen, yo no fui sincero con los míos cuando tuve la oportunidad y ya es tarde para mí, pero no para ustedes, aún están a tiempo de hacerlo.

Los dos pilotos se miraron unos segundos, tratando de procesar lo que su amigo les había dicho.

—Entendemos, de verdad amigo —Suspiró el español—. Pero no digas que es tarde ¿Por qué no hablas con Pauli de eso? 

—Carlos tiene razón, tal vez ambos es lo que necesitan —Pato le dio un apretón en el hombro con su mano.

 —Creo que ya no tiene caso —Negó—. Aparte, no es justo para Mick ni para Pauli, ellos no merecen sufrir.

—Ni tú tampoco Lando —Pato lo regaño.

—Mira muppet piensa en ti y dile la verdad, considero que lo necesitan los dos.

Lando suspiro frustrado, frotando las manos contra su cara y miró de nuevo a sus amigos.

—¿Saben qué? Mejor olvidémonos de esto, les pido que no le digan a nadie de lo que hablamos, por favor.

—Tranquilo, no lo haremos —Prometieron ambos.

—Gracias, ahora vamos que ya es tarde.

Los tres pilotos dieron por terminado su tema de conversación y alcanzaron a todos sus amigos, quienes ya se dirigían a la salida para regresar a su hotel.

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Viernes 20 de Mayo.

Día de Prácticas.

—Por favor Emi, solo me tardo tres minutos más, lo prometo —Insistió la rubia de nuevo.

—Cat lo siento, pero ya no puedo esperarte, si llego tarde a la reunión con los ingenieros, Christian me mata —Cat asintió—. Escucha, le pediré a alguien que regrese por ti, porque Checo y Pauli ya se fueron ¿está bien?