Capítulo 13

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Pov Max:

Llegué a mi casa de no tan buen humor. Después de haber tenido aquella conversación con Anna no volvimos a pronunciar otra palabra más que cuando la deje en su casa.

Se despidió y agradeció haberla llevado. Yo solo asentí y me fui.

Que pendejo. Pude haberme ofrecido para otra ocasión. Pero no, tenía que estar tenso por lo que ha de pensar que somos Emma y yo.

Estaba en mi cuarto lamentándome de lo qué pasó cuando escucho que se abre la puerta.

-¿Qué haces hermanito?- Me dice Sophie.

Volteo a donde se encuentra ella. Esta a un lado de la puerta, tan pequeña. Todos me dicen que es una réplica mía pero en niña. Tiene su cabello ondulado negro suelto, sus ojitos igual de rasgados que yo y también parece que una brocha paso por su cara por las miles de pecas que le manchan la cara. Se encuentra en pijama.

-¿No se supone que la "hermanita" eres tu?- Le dije en un tono burlón.

Solo la veo encogerse de hombros y en un segundo se encontraba en la cama conmigo.

No me había percatado de que estaba viendo mi celular y tenía mis redes sociales abiertas buscando a Anna. Sophie al ver que estaba haciendo me mira con ojitos pícaros y de burla.

-Entonces por eso has estado muy distraído.- No me pregunto. Lo confirmo.

¿Cómo es que las mujeres pueden leer la mente? Me hice el que no sabía de qué hablaba, intenté sonreír.

-¿De que hablas?- La miré por un segundo y regresé mi vista a mi celular en el buscador donde ya había escrito "Anna".

-Si no quieres contarme esta bien...- Lo dijo muy segura mientras se bajaba de mi cama y se dirigía hacia la puerta.

Y así. Es como una niña de 12 años te manipula para conseguir lo que quiere.

Estaba a punto de irse cuando la llamo.

-Se llama Anna...- Dije mientras sentía como mis pómulos se enrojecían. Intenté que no me viera cubriendo mi cara con mis manos pero fallé. Ya que en un segundo se volvió a sentar en mi cama y tenía mucha curiosidad de lo que iba a decir.

-Cuéntame...- Me dice mientras se acomodaba con las piernas cruzadas.

Tuve que hacerlo. Le conté lo que sentía y lo que era prudente que ella supiera. Tendré que esperar el fin de semana y el lunes buscaré cómo puedo contactarla. Dormí pensando en ella...



🫶🏻





Pov: Anna

Me desperté al sonido de mi alarma. Es sábado y así como todos aman que sea fin de semana yo no sé cómo sentirme al respecto. Para mi no es un descanso total, comoquiera tengo que despertarme temprano por mi trabajo, pero es bueno porque es la excusa perfecta para no estar con mi mamá en ese lugar con paredes que llamo casa.

El bar en el que trabajo por las mañanas es un lugar de desayunos y a partir del mediodía empiezan a servir alcohol. El jefe dice que se gana dinero de las dos formas. Y es increíble como se llena este lugar por las mañanas.

Me había cambiado a unos jeans, una blusa un poco justa de manga larga negra y unos tenis negros cómodos, ya que estaría todo el día.

Salí del cuarto colocando seguro de que nadie pueda entrar

Me dirigí hacia las escaleras para irme. Siempre que estoy por esta zona me muevo modo Pantera Rosa para que mi madre no me escuche. Lo cual casi logro de no ser por pisar una envoltura de comida que se encontraba en el suelo y el cual no sabía que estaba ahí. Cerré los ojos, rezando que no me haya escuchado.

-¿Anna?- Se escuchó la voz de aquella mujer.

Rayos.

La iba a ignorar pero no pude al encontrarme con un señor de unos años mayor a mi madre. Sabía a que venía. No puede ser. Es increíble. Si que hace lo que sea para conseguir su mierda.

-Creí que estabas con Debbie...- Me dice con una sonrisa nerviosa. Mientras que al mismo tiempo una mirada se coloca en mi. Sentí miedo. Intenté no dejarlo obvio lo cual creo que no funcionó.

-No me habías dicho que tenías una hija.- Dice aquel hombre parándose y acercándose.

Yo me empece a asustar y retrocedí hasta chocar con la pared.

-No creí que fuera relevante- Dice mi madre un poco insegura de la reacción de aquel hombre.

Tenía miedo. Definitivamente tenía miedo. Este hombre es enorme. Me llevaba dos cabezas, mucho músculo y un perfil de señor mayor, mafioso o narco. Definitivamente es uno de esos dos.

Lo único que pensé fue "mierda".

Empecé a híper ventilar ya que acercó una de sus manos y me rozó la mejilla. Cerré los ojos. No quería verlo. No quería estar aquí. Solo quería desaparecer. Estaba hecha una estatua, no podía moverme. Posó su mano en un mechón de mi cabello y lo colocó detrás de mi oreja.

-De esto hablo- Dice aquella voz masculina.

¿De qué rayos está hablando?

-Pe...pero Marco...el contrato es conmigo...e..ella no es parte del contrato.- Dijo mi mamá con un hilo de voz.

-Espero que seas tan buena como dices...si no...- Sujeta mi mentón y hace que lo mire.

-Tengo una segunda opción...- Dice con una sonrisa pícara y asquerosa. Me suelta y yo pude respirar, pero de manera irregular.

No dije nada. Intentando no sacar las lágrimas que tenía contenidas en mis ojos, me fui. Salí corriendo. No escuche nada más. Solo me fui. Quise desaparecer. ¿Por qué me pasan estas cosas? No paré de llorar, me encontraba en la calle de camino a mi trabajo mientras no podía dejar de llorar.

El cielo parecía entender mis sentimientos ya que se encontraba nublado y empezaron a caer gotas de agua. Me dejé mojar. De pronto no le di importancia...





Holaaa

La historia empieza a formar sentido.

Espero que estén tan pichados como yo al escribirla.

Aún no sabemos que tipo de final podemos tener.

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