Epílogo

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La luz del amanecer comenzaba a traslucirse a través de las cortinas de la habitación y Taehyung abrió sus ojos encontrándose con el rostro de Yoongi a unos centímetros del suyo.

Suspiró de amor al verlo y su aroma inundó sus fosas nasales, dándole una sensación cálida en su pecho. Toda esa habitación olía al aroma de ambos de hecho, lo cual no podía ser de otra manera, ya que llevaban ahí adentro varios días.

Después de lo que pasó, ambos se habían extrañado tanto que no podían estar separados por más tiempo. Necesitaban oírse, verse, tocarse, sentirse... Por eso decidieron tomarse un respiro de todo y de todos, y se fueron a pasar unos días juntos a una cabaña en las afueras de la ciudad sólo ellos dos. Era una necesidad urgente de recuperar ese tiempo que se les arrebató de forma tan injusta.

Apenas estuvieron solos, ambos volvieron a fundir sus cuerpos con una necesidad y una furia casi animal. Yoongi cegado por sus instintos más bajos lo tomó las veces que sintió necesarias para borrar el aroma del otro alfa y dejar a su Omega impregnado de su olor, y Taehyung lo necesitaba también, necesitaba volver a sentir que sus aromas volvían a mezclarse mientras fundían sus cuerpos en uno solo, necesitaba volver a pertenecerle en cuerpo y alma a ese alfa que su Omega tanto amaba, como siempre debió ser. Porque el corazón de Taehyung le pertencía a Yoongi, se lo había ganado sin esfuerzo, sólo siendo él mismo, un alfa dócil, atento y cariñoso con él.

Taehyung suspiró enamorado pensando en todo eso y abrazó a Yoongi con fuerza, frotando su nariz contra su cuello e inhalando el aroma del alfa con profundidad. Aquello despertó al alfa, quien le devolvió el abrazo y un pequeño beso sobre sus labios no se hizo esperar.

—Buenos días. —Le saludó con voz ronca por el sueño, provocando escalofríos en el cuerpo de Taehyung.

—Yoongi, no estoy en celo.

—Lo sé ¿Y qué con eso?

Las mejillas de Taehyung se pusieron rojas y escondió su rostro en su pecho con pena.

—¿Entonces por qué no puedo separarme de ti?

Yoongi sintió las feromonas sexuales que el Omega comenzaba a liberar de forma inevitable y una pequeña risa escapó de sus labios.

Desde que llegaron a ese lugar, no había pasado día que no tuvieran sexo. Si bien al principio era por razones instintivas, de volver a quedar impregnados del olor del otro, los siguientes días siguieron teniendo relaciones sexuales sin descanso. Yoongi piensa que es porque pasaron mucho tiempo separados y sus lobos se habían echado de menos, pero también sentía que era porque al fin se habían declarado su amor, y ahora se sentían más libres de expresar todo el amor que se tenían, tanto físicamente como emocionalmente. Lo cual también significa que no pasaban un momento fuera de la cama que no estuvieran abrazados y dándose mimos y besos constantemente, y lo hacían sin que se vuelva molesto en lo absoluto, ambos necesitaban estar juntos todo el tiempo.

—Debe ser como en una luna de miel.

—No digas eso, todavía no está en mis planes casarme.

—¿No? Yo sí planeo casarme contigo. Cuando terminemos de estudiar, obvio.

—¿De verdad? —Taehyung levantó su mirada hacia él.

—Sí, no sólo eso. Quiero hacer muchas cosas contigo. Quiero ser tu novio, quiero casarme, ir de luna de miel, irme a vivir contigo a nuestra propia casa, quiero... —Yoongi aprovechó que lo miraba para depositar un beso en sus labios —Quiero marcarte. Y que seas mío... para siempre.

El cuerpo entero de Taehyung reaccionó a sus pedidos, pero el último simplemente lo hizo temblar de una forma placentera. Todas esas cosas que pidió son cosas que él alguna vez le dijo estando en celo, y aunque le dijo que seguro era porque estaba delirando, ahora cree que en el fondo era algo que realmente quería. Y escuchar a Yoongi decirle que quiere exactamente lo mismo lo hace inmensamente feliz.

Alfajor & Omelette 🐺YoonTae🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora