Mi heroína rubia

Capitulo 12; Lobo con piel de cordero parte lll

Fue el dolor más terrible que jamás haya sentido en mí vida, incluso si me rehusaba a llorar lo que sentí me llevo al borde del desmayo, le presion sobre la herida provocó que sangrara un poco más y combinado con el dolor inicial de 3 dientes arrancados de forma tan salvajes, junto con esto.. hacia que pensar en otra cosa fuera muy difícil para mí en este momento.

Algo se enrollo en mis muñecas antes de que me deslizara al suelo y levantaron mis brazos en un movimiento brusco, dejándome en una posición perfecta dónde no podía escapar incluso si lo intentaba.

—Ha.. ha.. ha.

La clara y lenta risa del monstruo detrás de mí me recordó que esto iba de mal en peor, las punzadas de dolor en mí mandíbula y la tenue iluminación de la lámpara colgando justo encima de mi, el frío tacto del suelo en contacto con mis piernas a través de mí ropa, me distrajo el sabor a hierro de mí sangre al escupirla, cuando tenía la fuerza para moverme.

Myers de cuclillas colocó sus manos en sus rodillas y se coloco de pie nuevamente ante mí, el abismo negro detrás y la luz de la lámpara bañando su rostro y su cabello de frente. La oscuridad detrás de él parecía querer tragarlo, esos pequeños zarcillos que se deslizaban desde detrás de su cabeza y su cuello.

Su sonrisa depredadora aumentaba el aura salvaje que instintivamente sentía de el, la luz lo único que hacía era recordarme que esté no era el mismo perro rabioso del que me había burlado. Sin embargo no es que recién me he dado cuenta que Myers era un perro salvaje, este idiota maníaco siempre demostró su actitud loca cuando golpeaba la nariz de alguien específicamente, una exactamente cantidad de veces para romperle el tabique, por algo se ganó ese apodo de perro rabioso.

El estupido cuando enloquece se vuelve rabioso, esa es la razón de que ni flash, Brad o yo lo hayamos golpeado individualmente. No es que tuviéramos miedo, todos éramos más altos y fuertes que él, y por nosotros mismos podríamos darle una paliza en una pelea uno a uno, pero eso fue hace mucho tiempo. No sabíamos a qué extremo llevaría la pelea Myers en un uno a uno, y más aún si sabe que tiene oportunidad devolvernos todo lo que le hicimos estos años. Pero ahora me quedó claro una cosa.. el abismo detrás de él, le tenia cariño abrazándolo lentamente.

—Ahh no me digas que ya te quedaste sin fuerzas, por favor amigo —Dijo Myers, una actitud positiva y sonriente, me dio pequeños golpes en la mejilla para que levantara la mirada.

—¿Ahora que? ¿me vas arrancar más dientes? ¿que sigue maldito loco?

Sea lo que sea la monstruosidad detrás de mí tiene cariño por él, pero lo que me aterra es otra cosa.. sea ha vuelto un monstruo.. ¿Qué sucedería si existiera un monstruo? ¿con la actitud de un perro rabioso? Esa posibilidad me aterró tanto porque posiblemente lo que me esperaba al final de esta situación, me comencé a hiperventilar, las manos me sudaban junto con toda la espalda, sude en frío.

Sentí un gran peligro cuando las piernas comenzaron a temblar, mí cuerpo comenzó a sacudirse levemente sin que pudiera controlarme mientras más pensaba que estaba a Merced de este monstruo más me alteraba. Lentamente senti una presión en mí garganta pero nadie me estaba ahorcando.. no era Myers ni el monstruo detrás de mí, empecé a tener dificultad para respirar

Al mirar los dientes afilados de Myers mí corazón latió muy rápido, tan fuerte como tambores y de pronto abrió la boca, a pesar de estar a punto de tener un ataque de pánico o lo que sea, simplemente pareció importarle un carajo y siguió con lo suyo.

—¿Ahora soy el demonio? Cuando tu y los otros nos golpeaban a mí y a Peter. Esas patadas que me daban tu y tus amigos hasta dejarme tirado y herido, ¿Recuerdas cuando me golpeaste entre 4 hasta dejarme inconsciente en un callejón?