Incompatibles en el trabajo.

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-Ya podemos empezar a trabajar.-Dijo Lina.
-¿él tiene que estar aquí?. Preguntó Rosa.
Lina miró con cara y gesto de impotencia a sus dos amigas y dijo
-Me temo no nos queda mas remedio.-
- Pues vaya mierda, te lo llevas tú Lina, a mi no me lo cuelgues vale.- Dijo Diana.
- A mi no me mires tampoco. -
-¿En serio?. Venga, vamos a trabajar.¿Qué tenemos hasta ahora?
-De momento nada, voy a intentar obtener las grabaciones de cosmetics Cabañas.
-Yo voy a hablar con la señora Cabañas a ver si consigo que nos contrate ella para el tema del espionaje industrial y el asesinato de su marido.
-No creo que lo consigas.-Dijo Karlos, interrumpiendo a Rosa.
-No sabes de lo que es capaz Rosa.- le contestó Lina enfadada.
-Ni idea tienes de lo que es capaz de conseguir.-corroboró Diana.
-Venga, vamos a trabajar. ¿Tú y tu sombra qué haréis?
-Pues como tenía pensado iré a hablar con Santiago Fernandez y Alberto Moral a la empresa, iré como ayer de periodista, tengo la credencial pero la sombra necesita otra credencial.
-Lo dejas fuera esperando.
-Pero tú estabas pululando por la empresa... ¿Qué tapadera utilizabas?
-¿Qué?
-¿que de qué ibas para justificar tu estancia en la empresa?-se impacientó Rosa.
-Bueno iba de poli. Oye y dejar de llamarme sombra.
-Madre mía. Lina que no te pase nada. Te dejamos con él... 
-¡Eiii!  ¿Qué hago con él?
- Tú misma, ya se te ocurrirá algo.
Rosa y Diana se fueron y la dejaron sola con Karlos.
- Vamos a ver
... ¿ Has llevado lentillas alguna vez?
-La verdad es que no...
-Pues va siendo hora.
- No me pienso poner lentillas.
-Entonces no vienes conmigo, tenemos que parecer periodistas y a ti te conocen como poli.No puedes venir conmigo así.Tienes que disfrazarte.
-Y una mierda, no me pagan bastante.
-Entonces tu vas por tu lado y yo por el mío, y si nos encontramos en la empresa no nos conocemos.
-Mi trabajo es protegerte.
-Pues si estás pegado a mi, tienes que ir disfrazado, si no, entonces te mantienes al margen y me dejas hacer mi trabajo.
-Tú no tienes el mando aquí.
-¿Ah no? Yo creía que esta era mi empresa.
-Pero no puedes darme órdenes.
-Entonces ¿eres tú el que das órdenes? Pues bien, ¿qué narices hacemos para conseguir información sobre el topo de la empresa?
-No me refiero a eso, yo estoy aquí para dar apoyo y protegerte.
Lina suspiró sonoramente para intentar relajarse y no estrangular a Karlos, que ya estaba acabando con su paciencia.
-A ver, estás para protegerme, pero tienes que pasar desapercibido. Sólo unas lentillas de colores, y una peluca ayudarán. El resto es cosa mía, yo haré el trabajo y tú sólo me proteges ¿Vale?
-No me gusta la idea de disfrazarme.
-Y dale....
- Puedo ir de poli y no pasa nada.
-Entonces ni te acerques a mi. Investigas por tu cuenta y santas pascuas. Además dentro de la empresa no van a atentar contra mi. En todo caso se esperarán a que esté sola y en un lugar sin testigos.
-Eso es cierto.
- Te puedes quedar por aquí...
Sugirió Lina como al descuido para ver si picaba y la dejaba sola.
- No, iré contigo, de acuerdo me pondré lentillas.
-A ver... tienes los ojos marrón claros casi verdes, te pondré  lentillas azules. Será poco rato en cuanto salgamos te las puedes sacar.
Salieron los dos para ir a la óptica  de confianza de Lina, fueron andando porque no quedaba lejos de la oficina.
- ¿Porqué tenèis que hablar concretamente con esas dos personas de la empresa?
-Porque llevan menos de un año en la empresa.
-¿Cómo lo sabéis?
-Porque lo hemos investigado.
-Lleváis mucho tiempo en el caso?
-No, tres días no llega me parece.¿ Cuánto lleva la policía en este caso?
-Más o menos un mes.
-¿Y todavía no habéis conseguido nada?
-Alguna pista, detuvimos a una persona que estaba detrás de un robo. Creímos que era el topo, como lo llamas tú.
-Pero  os equivocásteis, ¿qué buscábais en mi casa?
- Creímos que estabas involucrada, como te vi en la empresa pensé que intentabas sacar información y te seguí hasta tu casa.
-Madre mía.  Yo trabajaba para Mario Cabañas,  que no se fiaba de vosotros para encontrar el topo.
- Lo sé, lo vimos más tarde.
-Venga, aquí es, ¿Has llevado alguna vez lentes de contacto?
-No, nunca, siempre he tenido buena vista.
-Yo también pero tengo un juego de colores para poder camuflarme en mis investigaciones, con lentes y peluca no me reconocerías a no ser por la voz, e incluso a veces la modifico.
- ¿Hace mucho que trabajas de investigadora privada?
- unos tres años, no nos va del todo mal.
-Bueno nos toca.
Entraron en el consultorio y el  de la óptica le miró la vista antes de aconsejarle unas lentillas azules.
Se las puso y quitó varias veces antes de salir con ellas puestas.
-No puedes llevarlas puestas hoy más de tres horas, debes quitártelas y descansar la vista por lo menos dos horas más antes de poder ponértelas de nuevo.
Si notas moléstias o enrojecimiento debes quitártelas.
Tras los consejos salieron y Lina lo llevó a una tienda de postizos donde encontraron una peluca rubia muy barata.
- Ya está, ya no te conoce ni tu madre.
Fueron a Cosmetics Cabañas y Lina le enseñó la credencial de periodista a la recepcionista.
-Hoy me acompaña un compañero redactor, estaremos haciendo alguna entrevista por aquí y antes de comer nos iremos.
- De acuerdo, pasen y que tengan un buen día.
-Vamos a buscar a Alberto Moral.
-¿Porqué él primero?
-Porque tenemos que empezar por uno y me ha dado por ahí.
No hay ninguna razón.
-¿ Le pregunto a la de recepción? Seguro que sabe dónde está.
Sin esperar respuesta se acercó a la recepcionista para preguntarle, y Lina tuvo que ir detrás de él corriendo para detenerlo.
-No podemos levantar la liebre, si sabe que le buscamos y está implicado, desaparecerá y no podremos entrevistarlo.- Le dijo en voz baja Lina.
-Creo que no hay para tanto, si preguntamos lo encontraremos antes.
-¡Pero estará sobre aviso y no podremos sorprenderle!
Lo arrastró de un brazo hasta estar fuera de la vista de la recepcionista , que ya les miraba un poco extrañada.
-¡Lo vas a estropear todo!
-Vamos que tenemos que buscarlo por toda la empresa...
Lina estaba a punto de perder los nervios, respiró hondo tres veces antes de arrastrarlo al ascensor.
-Miraremos el directorio, trabaja en innovación, así que estará en el sótano.
Volvió a entrar en la sala blanca grande del día anterior, y se dirigió a la primera persona que se le acercó.
- Perdone soy de la prensa, estoy haciendo unas entrevistas al personal para un artículo.
-Buenos días, yo soy Daniel Sanchez, si puedo ayudarle...
-Encantada, ¿cuál es su función en la empresa?
-Soy técnico de ensayos clínicos.
-En el nuevo producto ¿Qué  tal van los ensayos? Creo haber entendido que habían tenido algún problemilla con los efectos secundarios de la crema reductora...
-No, efectos secundarios no, si que estamos trabajando con posibles casos de alérgia al producto.
-¿Ha habido algún problema serio?
-No, evidentemente se toman todas las precauciones necesarias y vamos paso a paso para garantizar la seguridad del producto.
-Entendido, gracias.
Karlos me miraba alucinado mientras me acercaba a unos y otros preguntando los nombres y a todos les hacía preguntas.
-No sé por qué no te centras en el que nos interesa... Le dijo en voz baja.
-Porque soy periodista y necesito preguntarles a todos para no levantar sospechas. De todas formas creo que sé quién es Alberto Moral, ¿Ves ese de ahí que está medio escondido para pasar desapercibido?, ese es.
Nos acercamos distraídamente y le abordé antes de que pudiera irse.
-Buenas, soy periodista y quisiera saber su nombre y su función en el desarrollo de la nueva crema reductora.
-Eeeh, hola, soy Alberto, me dedico a la manipulación de muestras para los análisis.
-Muy interesante, ¿Hace mucho tiempo que trabaja en la empresa?
-Seis meses.
-le voy a hacer unas cuántas preguntas sobre la nueva crema reductora.
-Yo no sé mucho de ella...
-Seguro que ha realizado muchos análisis de compuestos de esa crema,¿ Cree que es segura?
Lina se dió cuenta de que se sentía acosado y no sabía qué contestar.
Decidió presionarlo un poco más para ver si se le escapaba algo.
-¿Cree que el producto está listo para salir al mercado?
-Bueno, no sé, la verdad es que eso debería preguntarlo a otra persona que lo controle más.
- ¿La composición química que utilizan en esta crema es de dominio de todos los trabajadores?
- No, se mantiene en secreto.
-¿Sabe quién tiene la fórmula original?
-Creí que era Mario Cabañas pero me equivoqué.
-Entonces su trabajo consiste en relizar análisis químicos al producto?
-Si, para detectar posibles sustancias cancerígenas.
-De acuerdo...
-Tengo  que seguir trabajando...
-Una última pregunta ¿ Los resultados de los análisis quién los analiza?
- Bueno, el jefe de planta los envía al gerente.
Está bien, muchas gracias.
Dió las gracias a todo  el personal y salieron de la sala.
-Ahora a por Santiago Fernández.- comentó Lina.
-¿No trabaja en este departamento?.
- No, y no preguntes a nadie por él, si sabe que le buscamos quizás se esconda.
Subieron al ascensor y Lina miró sus notas en una agenda, allí tenía apuntado a todos los sospechosos con su ubicación en la empresa, y el tal Santiago estaba cubriendo un puesto de administrativo de planta.
En el ascensor no salía nada que nos pudiera ayudar a encontrarlo.
Como era administrativo decidimos ir a la planta de administración.
No parecía el mejor sitio para conseguir la fórmula secreta, pero nunca había que dar nada por sentado.
Karlos se adelantó y quiso tomar la iniciativa, pero Lina estaba ya preparada para evitar cualquier metedura de pata... Excepto la que hizo.
Se acercó a la primera persona que vió, y le preguntó su nombre, y a qué se dedicaba, aquel hombre se lo miró, miró a su alrededor y sin entender nada le dijo su nombre y que era administrativo.
Lina se dió cuenta de que a esa persona no podría preguntarle nada más pues ya los había calado y además Karlos se había olvidado decirle que éramos periodistas.
Creyó que iba a preguntarle algo más a ese hombre pero en vez de eso se puso delante de todos y preguntó directamente..
-PERDÓN ESTAMOS BUSCANDO A SANTIAGO FERNÁNDEZ.
A voz en grito, sin dejarle tiempo de reacción a Lina, que intentó que callase sin éxito.
Automáticamente todos callaron y nadie dijo nada. Lina no sabía si pegarle directamente o salir de la sala sin que la vieran, aunque  ya era imposible pues todas y cada una de las personas se habían girado a mirarlos.
Lo hubiese matado allí mismo. Karlos sin embargo estaba muy contento de sí mismo, los miraba a todos y esperaba que el tal Santiago se levantase y fuera a hablar con ellos como si tal cosa.
Lina lo cogió por la manga de la chaqueta y lo arrastró hacia fuera.
-¿Eres idiota o qué? ¿Qué narices estás haciendo?
-Abreviar...
-¡Así no conseguimos nada!.¿no te das cuenta?
-No has dado tiempo a que saliese ese hombre.
-Ese hombre se ha escabullido por la puerta de atrás, lo he visto yo misma.
-No es verdad, seguro que si entramos aparece ese tipo para hablar con nosotros, no me has dejado terminar de hablar...
-Te digo que lo  he visto yo misma, ha salido en cuanto has dicho su nombre.
Ahora ya da igual, venga vámonos, a ver cómo lo soluciono yo.
Salieron de la empresa enseguida para no llamar la atención de más personas.
Una vez fuera Lina se enfrentó a Karlos.
-¿Pero cómo se te ocurre hacer eso? Toda la tapadera ha quedado al descubierto, no hemos conseguido nada de información y además el tipo que buscábamos ya está sobreaviso. ¿En qué estabas pensando?
-Tu método es muy lento, hemos pasado toda la mañana para entrevistar a un sólo sospechoso. Yo los habría interrogado a los dos.
-Pero se trata de mi empresa y mi manera de trabajar. Tú has de adaptarte a mi, me estás protegiendo de no se quién, y te crees con derecho a criticar y organizar  mi sistema de trabajo. Mantente al margen de mis asuntos. Ya bastante la has liado hoy.
-Bueno pero como ha salido corriendo, el tipo ese tiene algo que esconder.
-El listo... Venga, vamos a comer algo y te quitas las lentillas y la peluca.
Fueron a una pizzería y mientras Karlos se quitaba la peluca y las lentillas, Lina pidió dos pizzas, una pepperoni y otra borgoñesa.
Estaba pagando la comanda y diciendo la mesa donde se sentaban cuando él salió del baño.
-Cuando acabemos de comer nos vamos a la oficina a ver que hemos averiguado entre todas.
-Tantas reuniones es una pesadilla.
-Nosotras trabajamos en equipo, cosa que tú no sabes hacer.
-Venga ya, ya vas a empezar a criticar mi forma de trabajar...
-Es que te has pasado de la raya, no quiero que vengas más conmigo a trabajar.
- Yo tampoco quiero trabajar contigo pero  no me dejan más alternativa que eso o la calle.
-Podrías buscar otro empleo...
- Ni te lo creas, trabajaré contigo hasta que logremos acabar con el caso.
Lina se lo miró mientras comían y maldijo al comisario por haberle mandado a alguien tan estúpido como él.

Reflejo MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora