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Nuevamente Kyōjuro estaba comiendo tranquilamente con la familia Kayūmi, se sentía un miembro más de esta, pues eran muy amables y realmente buenos.

— Rengōku-San — El menor de todos estaba admirando la funda de la espada del nombrado quien estaba tomando una deliciosa taza de té — ¿Cómo es tu katana?

— ¡De color negro y rojo! — Respondió el rubio sonriendo — Cada espada es de color diferente para su portador.

— ¡Eso es genial! — Exclamó con entusiasmo — ¡La espada de ____~nee también cambia de color!

— ¿Enserio? — Preguntó curioso mirando al niño, siempre se preguntó cómo era que la pelinegra era cazadora y le causaba mucha curiosidad sus habilidades — ¿De que color es?

— ¡Espera! — Dijo mientras salia corriendo a quien sabe dónde, dejando al pelifuego con Akiyā, quien solo veía atento aquella situación.

Ambos se quedaron en un silencio incómodo, pues ningúno decía nada para romperlo. Sin embargo este se rompió cuando volvieron a escuchar las pisadas del infante correr por los pasillos de la casa.

— ¡Aquí está! — Exclamó el castaño mostrándole la funda del arma de ____. Tomó el mango de la espada y la deslizo para sacarla y mostrarla — ¿Eh?

— ¡Shiōko! — Exclamó Akiyā alterado pues era demasiado peligroso que esté con la katana — ¡Deja eso en su sitio, ____ se molestará!

— ¿Porque no cambió de color? — Preguntó extrañado el ojiverde — Cuando ____~onne la saca se vuelve de otro color.

— Cambian solo cuando alguien la empuña bien y usa una respiración — Explicó el mayor con una sonrisa — Solo las espadas especializadas para matar demonios cambian. Su nombre es Nichirin/to.

— ¿La tuya lo es verdad? — Preguntó nuevamente el menor interesado — ¿Podrías enseñarnosla?

— No creo que deba — Dijo sin dejar de sonreír. Notó el rostro de decepción del menor — Su hermana podría molestarse.

— ¡Porfavorrr! — Pidió el castaño dejando a un lado la espada (fuera de su funda) y juntando sus manos en forma de súplica — ¡Di que si!

— ¡Basta Shiōko, déjalo en paz! — Regaño el pelinegro mirando con cierto enojo al nombrado — ¡Solo lo estás molestando!

— ¡Claro que no! — Replicó mirando de igual forma a su hermano — ¡Solo te pones así por qué tienes celos!

— ¿Celos yo? — Preguntó irónicamente — ¡Claro que no, no digas tonterías!

— ¡No son tonterías! — Contradijo mientras se acercaba retadoramente al mayor — ¡Admítelo tienes celos de Rengōku-San!

La discusión parecía crecer un poco más cada segundo, los hermanos seguían viéndose retadoramente mientras "gruñían", mientras que el pobre Kyōjuro solo veía con una gotita en la cien aquella escena.

No sabía que hacer en esa situación, ____ había salido a hacer un recado y el se había quedado cuidandolos un momento, pero no pensó que algo así pasará.

— ¡Ey, deberían dejar de discutir! — Exclamó intentando detenerlos sin embargo parecían no escuchar — ¡Su hermana podría enoja-

— ¡Ojos de pescado! — gritó el menor sonriendo maléficamente tras su "extraordinario insulto".

— ¿Que dijiste enano? — Pregunto enojado el pelinegro — ¡Eres un-

— ¡Yo no soy un enano! — Exclamó tirándose encima del mayor — ¡Retiralo!

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⏰ Última actualización: Oct 02 ⏰

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▪︎Por Ti▪︎  || Kyōjuro Rengōku Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora