Encerrados en el baño.

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Narra Isabella:

Al culminar mi charla con Ana me dirigí hacia el pasillo para observar que todo estuviera bajo control y que los pasajeros no necesitasen nada.

Mi visión se centró en una sola dirección, el asiento del chico guapo.

Observe con detenimiento y ni un solo rastro de él. Supuse que se encontrara en el baño, ya que el avión en comparación con el A380 no disponía de bares, por tanto no tenía lugar a donde poder escapar.

Continúe andando, mientras sentí una fuerte turbulencia. Mire por las ventanillas y vi como uno de los motores se encontraba en llamas.

Estaba horrorizada.

- Por qué tiene que suceder esto justo mi primer día de trabajo?- dije en voz baja con lagrimas en mis ojos.
- Por favor, que todo salga bien y pueda volver a casa.

Sonaron los altavoces, permitiendo escuchar la voz de Leo.
- Estimados pasajeros, vuelvan todos a sus asientos y abrochen bien sus cinturones.
- Hemos perdido uno de nuestros motores.
- Intentaremos aterrizar en el aeropuerto más cercano.

Su respiración se sentía agitada y en su voz se notaban los nervios.

Corrí rápidamente hacia mi asiento, que se encontraba al pasar los baños, al fondo del pasillo, al lado de una de las puertas del avión. En el instante de pasar por el baño una fuerte turbulencia hizo que callera dentro de este.

Abrí los ojos, y pude presenciar como mi rostro se encontraba encima del falo de un pasajero, el atractivo chico de pelo castaño.
Tan rápido como pude me levanté del suelo y le ofrecí disculpas al joven.
En un momento de nervios miré hacia abajo, me detuve al observar su paquete, se encontraba empalmado, era enorme, a tal punto que se le salía del pantalón.
Fue tanta mi expresión de asombro que el chico notó que me encontraba vacilando su gran bulto.

-Hola Isabella.
-Estas mirando mi bulto?
-Nooooooo señor disc.- dije sin que me dejara terminar de hablar.
-Por qué observarlo cuando puedes probarlo?- dijo en un tono de voz muy sexy y provocativo.
- El avión presenta fallos en uno de sus motores según dijo el capitán, puede que hoy sea nuestro último día de vida.
- Por qué no aprovechar cada minuto que tenemos en este avión?
- Es mejor combatir los temores con sexo, que sentada en el suelo llorando.
-Por favor, para, no digas esas cosas.-dije.

El temor que sentía se había desvanecido. Luego de esas palabras dicha por el chico, que ni tan siquiera sabía su nombre, me encontraba muy cachonda y mi clítoris estaba muy húmedo.

Sin más se acercó a mí y me agarró de la cintura, rozando sus labios con los míos, cruzando nuestras respiraciones. Me agarró del pelo, y me arrodilló en el suelo de frente a él, teniendo solamente como campo de visión su gran bulto erecto.

Desabrochó su pantalón e introdujo su falo dentro de mi boca, dejándolo rozar con mis labios, lo masajee con una de mis manos mientras usaba mi lengua para lamer su glande.

- Te gusta Isabella.
- Sí.-dije atragantada.
- Hoy serás solamente mía.
- Como quieras guapo.
- Ahora levanta esas hermosas nalgas del suelo.
- Te follare tan duro que gritarás de placer.
- Ohhh si, pero por favor suave, nunca he tenido relaciones sexuales.
- Descuida cielo, te encantará.

Me agarré de él y me puse de pies, nos besamos y de la nada una de sus manos fue situada en mi cuello y la otra en mi espalda, desabrochando lentamente mi vestido. Me posiciono de cara a la pared, dejando a su vista mi vagina.
Sus largos dedos penetraron mi coño, masajeando mi clítoris, preparándolo para su primera fornicación.

-

Isabella, creo que ya estás preparada.
- Posiciónare mi falo dentro de tú vagina.
- Si te duele me lo dices y yo iré más despacio.
- Si por favor introdúcelo ya.- dije.

Introdujo poco a poco su enorme falo dentro de mi vagina, dejándolo acomodarse, para luego follar lo más duro que pudiera.

- Te duele Isa.
- Ahh no, dame más duro.
- De acuerdo.

Luego me agarró de los muslos y me sentó encima del inodoro, ubicando mis pies hacia arriba. Introdujo lentamente su gran paquete dentro de mi vagina, rozando con fuerza mi clítoris.

- Tu coño es tan apretado.- dijo con un tono de voz placentero.
- Ahhhh. Me corro- dije.
- Yo también Isa, espera solo un poco más.
- Ahh me vengo. -dijo con su respiración muy agitada.

Ambos nos corrimos en el instante que sonaron los altavoces.

- Queridos pasajeros, estamos a punto de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de las Bahamas. Mantengan la calma, en poco tiempo estaremos en tierra.- dijo Leo muy relajado.

Ya se nos había olvidado que el avión corría riesgos de poder estrellarse.

Me vestí rápido y él abrocho su pantalón. Ambos salimos rápido del baño y cada uno retorno a sus asientos.

Espero que a todos les allá gustado el capítulo (muy picante verdad?)
Gracias a todos por leer cada uno de los capítulos de mi libro.

Pronto vendré con más escenas picantes.
❤️🫀

Encerrados en el baño del avión (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora