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Advertencia: en este capítulo se habla de abuso físico.

Bofetada.

"¡¿No podías ser normal por un día?!" La madre de Yoongi le gritaba a su hijo mientras él yacía sobre el suelo de la sala, tocándose la mejilla tras haber sido abofeteado. Alzó la mirada con una mueca y vio a su madre mordiéndose el labio inferior con frustración mientras golpeaba a su hijo una vez más, en esta ocasión con el cinturón que su padre había dejado colgado cerca.

Golpeó sus costados con el cinturón, dejando en su espalda más moretones
de los que tenía antes. Yoongi se mordía la lengua para evitar hacer algún
sonido o reacción; no quería darle la satisfacción a su madre de escucharlo
sufriendo. La miró una vez más, sabiendo que continuaría haciéndole daño así
que intentó colmar su paciencia de todas formas.

"Sabes, para ser tan religiosa, sí que tienes un montón de ira reprimida, mamá." Yoongi sonrió con sorna y la miró a los ojos. "Lo siento tanto por papá, cuando están en la habitación."

Yoongi sabía que su madre no iba a tomar bien sus burlas, pero nunca le pasó
por la cabeza que su padre intervendría. Su padre lo tomó del cuello de la
camisa y lo alzó contra la pared.

"Tú, pequeña mierda irrespetuosa." El padre de Yoongi maldijo, algo común en los que se hacen llamar cristianos. "¡Trajimos tu trasero rarito de vuelta y así es como nos pagas!" El padre de Yoongi gritó mientras golpeaba a su hijo en el vientre. Muy fuerte. Yoongi jadeaba por aire mientras se inclinaba para poder respirar correctamente. Su padre lo liberó sólo para golpearlo en la cara una vez más, haciendo que Yoongi cayera de lleno al suelo con mucho dolor.

Momentos antes de caer, Yoongi podía ver estrellas por el enorme dolor que
estaba sintiendo. Fue en esos momentos que Yoongi supo que, un día, esas
personas sufrirían en el mismo infierno al que le dijeron que él iría, si es que
existía.

Su padre le pateó la pierna duramente y le gritó una vez más. "Levántate de
una puta vez y ve a tu habitación. Y ni siquiera te atrevas a mostrar la cara por el resto de la noche."

Yoongi apenas podía discutir con sus estúpidos padres sobre irse a su habitación mientras se ponía de pie y cojeaba hasta su habitación con dolor.
Subía las escaleras poniendo un pie y luego el otro sobre el mismo escalón y
dio un portazo cerrando la puerta tras de él cuando puso un pie dentro de su
cuarto.

Yoongi finalmente había llegado hasta la única cosa que lo hacía feliz en su vida, a parte de tocar piano: su cama. Se recostó cuidadosamente y gruñó de
dolor. Se quitó la chaqueta y su camisa, luego se desabrochó los pantalones y
se los quitó, quedando sólo en bóxers. Se dirigió al baño que estaba junto a su
habitación y se miró al espejo, revelando todos los moretones nuevos que sus
'padres' habían dejado sobre su cuerpo.  

En resumen, Yoongi regresó hace dos semanas del reformatorio y desde que
llegó, había sido golpeado y maltratado casi a diario. A veces por cosas que ni siquiera hacía mal. Como aquella vez que le sonrió a un chico en una tienda
cercana y su madre creyó que estaba coqueteando así que lo azotó con un
cinturón 24 veces.

O la vez en que su padre pensó que le había robado las llaves del auto y le dio
un puñetazo en la mejilla, logrando hacerle un corte en la misma. El señor Min
se enteró después ese día, que había dejado por accidente sus llaves en la  despensa que se hallaba en la cocina. La madre de Yoongi las había
encontrado y, por PRIMERA vez, su padre se había disculpado con él por ser un
tremendo imbécil.

Yoongi hizo una mueca al ver su cuerpo, cubierto de moretones y cortes por
todas partes. Odiaba cómo se veía sin su ropa; Yoongi a menudo pensaba en el día que los únicos moretones que cubrieran su piel fueran los que dejara su amado, no serían marcas de malicia o daño. Él ansiaba marcas de amor.
Chupetones de todos los tamaños, besos cubriendo su lastimada piel, que ese
dolor y sufrimiento fuera reemplazado con marcas de amor e intimidad.
Yoongi tomó una ducha caliente, luego caminó hacia su habitación,
encendiendo su computadora para revisar cosas en línea. Una cosa era cierta,
sus padres podían hacer todo lo que quisiera, pero si se atrevían siquiera a
pensar en quitarle su computadora, se iría de ese lugar en cualquier segundo.

Esta era la conexión de Yoongi con el mundo exterior; un escape de toda la
mierda.

Inició sesión en Facebook para revisar sus notificaciones y mensajes. Hizo clic
en las notificaciones y vio que su amigo Hoseok, a quien había conocido en el
reformatorio, lo había etiquetado en algo.

 Hizo clic en las notificaciones y vio que su amigo Hoseok, a quien había conocido en el reformatorio, lo había etiquetado en algo

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Jung Hoseok: Min Yoongi nosotrossss

Yoongi se rió ante el meme en el que su amigo lo etiquetó antes de darse
cuenta de que tenía una solicitud de amistad. Hizo clic en la notificación y se impresionó al ver de quién era.

 Hizo clic en la notificación y se impresionó al ver de quién era

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PECADOR † YOONMIN +18 [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora