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Yoongi caminaba por los pasillos de la escuela, dirigiéndose a la cafetería para comer su almuerzo, con su amado en la mente. Dicen que sabes que es amor verdadero cuando esa persona no deja jamás tu mente y, para Yoongi, aquel era casi un hecho. Visiones de su chico siempre paseaban por su mente como un constante recuerdo para Yoongi, dándole ánimo para seguir durante el día, eso significaba tanto para el que no podría expresarlo con palabras.

Faltaba alrededor de un mes para que llegara la temporada navideña y lamente de Yoongi pensaba y pensaba en qué podría darle a su novio que expresara realmente cómo se sentía; el mayor inconveniente en la mente de Yoongi era que no tenía ni idea de qué era lo suficientemente bueno para su chico. Cualquier cosa que fuera, quería que fuera especial y viniera desde su corazón, así que tenía que darle muchas vueltas al asunto antes de que el mes terminara. Gracias al cielo, como últimamente todo iba bien con sus padres y se había ganado su confianza de nuevo, podría estar junto a Jimin y mimarlo, aunque sea un poco.

Caminó hacia la cafetería y casi tropieza al ver a Kim Taehyung y Jeon Jungkook parados junto a su mesa, tocando y rodeando a su novio con una cinta de medir, mientras Seokjin observaba la escena entretenido. La simple vista le hacía hervir la sangre y ciertamente no ayudaba que Jimin se viera tan obediente con ellos, riéndose y rascándose la nuca con incomodidad mientras ellos examinaban su cuerpo.

Yoongi se acercó a ellos como un rayo, y Taehyung esbozó una enorme sonrisa en su dirección. "Hey, Yoongi, finalmente lleg-"

"Ustedes dos tienen 10 segundos para explicarme por qué están toqueteando a Jimin justo ahora." Yoongi interrumpió el intento de Taehyung por ser amigable con él y Jungkook suspiró, guardando la cinta de medir mientras daba un paso al frente y explicar la situación.

"Tranquilo, celoso, sólo tomábamos sus medidas para el regalo que le daremos en navidad." Jungkook sonrió y Yoongi se relajó ligeramente, sólo para encarar al chico con otra pregunta.

"Espera, ¿por qué le van a dar un regal-"

"Les daremos regalos a los dos." Taehyung interrumpió con una enormesonrisa y Jimin bajó la mirada, viendo el suelo y riendo por lo incómodo queera todo. "¡Queremos darles regalos ya que todos somos amigos ahora!"

Yoongi exhaló, abriéndose paso para sentarse frente a Jin a la mesa. "No recuerdo cuándo fue que nos hicimos amigos." Yoongi soltó una carcajada y Jungkook también rió, mientras Taehyung se mostró ofendido.

"¡¿Ese día en el clóset de la iglesia no significó nada para ti, Yoongi?!"Taehyung preguntó con una voz que demostraba su indignación. Yoongi suspiró, enterrando el rostro sobre la palma de su mano mientras se preguntaba si alguna vez existirá una persona que fuera siquiera la mitad de lo estúpidos que eran Jungkook y Taehyung.

Jin intervino, hablando con los demás mientras estos se sentaban a la mesa, "uh, ¿qué pasó en el clóset?"

Taehyung y Jungkook se miraron el uno al otro con miradas maliciosas, y dijeron al unísono. "No quieres saber."

Jimin se rió, sentándose junto a su novio mientras le sonreía achicando sus brillantes ojos y tomando su mano por debajo de la mesa. Yoongi miró a su amado, quien se veía demasiado adorable para tan aburrido día, y cuya piel lucía tan suave como los pétalos de una rosa bajo la luz de la cafetería. Siempre asombraba a Yoongi lo radiante que su chico podía verse; incluso en días que la lluvia caía sin parar, Jimin seguía siendo tan maravilloso como las estrellas.

"Son unos tontos, pero creo que es muy dulce de su parte que nos quieran dar regalos." Jimin sonrió tiernamente y Yoongi correspondió su sonrisa, satisfecho incluso con las secretas caricias bajo la mesa, sosteniendo su mano como si fuera lo único con lo que se sintiera seguro en todo el mundo.

Jimin suspiró y se paró repentinamente, dejando a Yoongi extrañando la sensación de los suaves dedos del menor entrelazados a los suyos. "Voy a ir por comida muy rápido, ¿quieres algo?" Yoongi alzó la mirada en dirección a su novio y sonrió, negando con la cabeza a lo que Jimin le guiñó. "Muy bien,¡ya vengo!"

Yoongi miró a su novio dirigirse a por su almuerzo, admirando la manera en que las curvas de Jimin se movían sin esfuerzo con el viento. Odió que Jimin tuviera que separarse de su lado, pero tenía que admitir que amaba verlo caminar.

Jimin llegó a la fila para la barra de almuerzos y eligió un surtido de alimentos que luego puso en su bandeja, de repente se topó con una pequeña mujer que estaba parada a su lado, a quien reconoció como Jiwoo una vez que la miró.

"¡Hey, Jimin!" Jiwoo exclamó emocionada, y Jimin le sonrió de manera un tanto incómoda, pensando sarcásticamente en lo afortunado que era por cruzarse en el camino de esta chica.

"Hey, Jiwoo, ¿cómo estás?"

"Estoy bien, muy hambrienta pero bien." Jiwoo continuó, "De hecho, iba apreguntarte algo..." Jimin tragó en seco al escucharla decir eso, y pensó enque lo peor estaba por venir.

"¿Sí?" Jimin preguntó, su garganta se entrecortaba ante aquella incómoda tensión y Jiwoo sonrió ampliamente. 

"Me preguntaba si quieres ir a la pista de patinaje sobre hielo conmigo el fin de semana. Abren antes por ser temporada navideña y pensé que sería un lugar genial al cual ir. Ya sabes, contigo y eso..." Jiwoo dijo, rascando su nuca con nerviosismo, temerosa de escuchar la respuesta de Jimin. El chico la miró y luego volvió a posar su mirada sobre las bandejas de fruta frente a él, sin saber cómo respondería aquello de manera que no lastimara sus sentimientos.

"Um..." Jimin murmuró, y la miró con seriedad pero conservando su cortesía. 

"Lamento decir esto aquí y ahora, realmente debí decirlo desde hace mucho tiempo, pero no siento esas cosas por ti, Jiwoo. No quiero herir tus sentimientos, no es nada personal, es sólo que-"

Los ojos humedecidos de Jiwoo detuvieron sus palabras y evitaron que continuara rechazando a la chica, podía decir que Jiwoo intentaba con todas sus fuerzas no derramar lágrimas a cascadas. "Lo entiendo. Está bien. Espero que encuentres a alguien con quien sí sientas esas cosas." Sonrió tristemente, hizo una reverencia y se alejó, obviamente con el corazón roto por aquel rechazo. Dentro de lo más profundo de la mente de Jimin, se sentía muy orgulloso de ella por la forma en que había manejado la situación tan bien, porque sabía que él nunca hubiera podido tomárselo así si fuera Yoongi quien lo hubiera rechazado.

Jimin tomó el resto de su comida y se dirigió hacia la mesa, preparado para contarle a su amado el encuentro que acababa de experimentar.

PECADOR † YOONMIN +18 [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora