Capítulo 46 | Easton

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Easton

Me quedo en las escaleras hasta que Hazel decide entrar a su departamento y por suerte no consigue verme, no puedo hablar con ella, no cuando una parte de mi sigue herida por la mentira que mantuvo por todo el tiempo que le fue necesario, sin embargo, una parte de mí quiere buscarla, tocarla, estar cerca de ella aun cuando sabe que me ha lastimado.

¿Cómo puede uno mantenerse distante de esa persona que nos ha herido cuando sabe que el corazón la quiere?

Saco la llave de los bolsillos de mi pantalón para abrir mi departamento y entrar, me quito los zapatos en la entrada y voy a mi habitación donde rápido me pongo el pijama, estoy cansado y mis ánimos están por los suelos.

Al recostarme sobre la cama, no enciendo el televisor como de costumbre, solo me quedo contemplando el techo, intentando organizar mis pensamientos los cuales son muchos en estos momentos.

Sé que haber ido con Daniel ha sido un error, que hubiese sido mejor quedarme en casa, pero estaba desesperado, necesitaba hablar con alguien, pero solo terminé discutiendo con él cuando él solo pensaba en el dinero que le debía y lo mucho que esperaba que yo fuera a pagarle y no en busca de un amigo como lo había hecho.

A veces, solemos ser demasiado tontos para aceptar que hay amistades que no valen la pena tenerlas en nuestras vidas, o que simplemente son amistades que no nos convienen tenerlas cerca por diferentes razones que no siempre son buenas, sin embargo, alejarlas es complicado y muchas veces nos vemos buscándolos una y otra vez por miedo a que cuando dejemos de hacerlo, nos sintamos más solos que de costumbre, a menudo eso era lo que me sucedía cuando comencé a apartarme de Daniel, me costaba entender que no era mi amigo y que era mejor tenerlo lejos.

Incluso, era demasiado joven como para entender a mis padres y darme cuenta de que ellos debido a su experiencia sabían qué era bueno para mí y qué no.

Supongo que cuando sabes bien que realmente no tienes a nadie y te sientes muy solo, vuelves a esas personas con la esperanza de que ellos cambien y puedan ofrecerte lo que mereces. Creo que hoy eso era lo que estaba buscando de Daniel, un amigo que me escuchara y quizás me aconsejara sobre qué hacer con mi vida, con mis sentimientos, pero solo conseguí que me amenazara de nuevo y me dijera lo mucho que deseaba darle una visita a Mía y su familia, terminé peleando con él y si no fuese por uno de sus compañeros de piso, los dos habríamos terminado en el hospital por iniciar los golpes.

Por lo menos tuve demasiada fuerza de voluntad para evitar las drogas, en momentos como estos, donde te sientes débil, las tentaciones a esos malos hábitos que solías tener suelen volver, pero se necesita demasiado valor para rechazarlos, aunque no siempre se es valiente para hacerlo y supongo que esta bien, no siempre es nuestra culpa, pero hay que saber ponerle un alto a todo lo malo.

Mi mente vuelve a vagar en Hazel y en lo mucho que las cosas se han complicado entre los dos, de pronto, una llamada a mi celular me hace sentarme de golpe pensando que se puede tratar del hospital, sin embargo, la llamada es de Johan y, entiendo que si llama a altas horas de la noche es porque algo debió de suceder, al principio, me veo dudoso en si contestar y dejo que suene un par de veces, pero termino contestando antes de que cuelgue.

─¿Easton? ¿estás bien? ─Es lo primero que escucho de él─. Buenas noches, por cierto. Solo quería... estaba preocupado viejo, quería saber si estabas bien, no te presentaste en el trabajo hoy.

Lo dejo hablar mientras dejo que la sensación en el pecho se haga presente, duele un poco.

─Hola, estoy bien ─consigo decirle por fin─. Y no he ido al restaurant hoy, es cierto.

─¿Sucede algo? ¿tu madre está bien? Supuse que algo debió pasar para que no te presentaras hoy ─vuelve a decir con preocupación en su voz y esbozo una sonrisa que decae inmediatamente, supongo que no siempre nos damos cuenta de los que realmente pueden ser nuestros amigos, de la gente que de verdad nos aprecia porque nos esforzamos por agradarles a aquellos que no tienen el más mínimo interés sobre nosotros─. Dime, ¿estás bien? Lamento que mi llamada sea tan tarde.

Chef KissesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora