Hola, soy Agatha y si estás leyendo mi diario es porque estoy muerta y eres un estúpido chismoso o chismosa de mierda. ¡Deja de leer mis cosas! Si aún sigues aquí luego de ese insulto déjame contarte. Si, morí por un corazón roto, nadie que no lo haya vivido puede dimensionar el dolor que puede provocar el rechazo o la lejanía del ser que amas. Es como si de repente la vida deja de tener sentido y se convierte en un laberinto de dolor, culpa y arrepentimientos. No puedes parar de llorar, pues sientes que es tu responsabilidad porque pudiste hacerlo diferente. Hay muchas formas de tener el corazón roto, pues no siempre se trata de un amor romántico. Puede ser por el amor a tus padres o la falta del mismo, amor a la vida o que realmente odiés cada minuto en que estas respirando, amor propio o porque no te amas en absoluto. En mi caso, fue un poco de todo, tanta era la carga que un día ya no pude más y decidí liberarme.
ESTÁS LEYENDO
El diario póstumo de Ágatha
RandomÁgatha murió debido a que tenía el corazón roto y dejó como prueba un diario en donde narra cómo es vivir cada día cuando tu corazón está hecho pedazos.