4

11 3 9
                                    


No lo sabes, pero tengo distimia (depresión leve, crónica, continua y persistente). Hace unos años decidí por fin ir al psicólogo. Después de varias visitas, ella decidió que yo debía ser referida al psiquiatra. La doctora Ramos me indicó Fluoxetina por tres meses. Comencé a usarlo un enero cualquiera. Los primeros dos meses tomaba una diaria, una mitad en la mañana y la otra en la noche. Al tercer mes en la farmacia cambiaron la presentación de la pastilla, esta ya no podía ser dividida, así que empecé a consumir una completa en las mañanas. Durante el tiempo en que estuve medicada sentí un gran alivio, aunque seguía teniendo problemas, los días depresivos eran menos frecuentes. Sin embargo, en ese tiempo había suspendido la universidad y no estaba trabajando. El encierro y el hecho de que terminé el tratamiento hizo que todo volviera a la normalidad. Otra vez empecé a sentir una terrible tristeza. En un momento de alivio emocional pensé que podría salir adelante sola, pero ahora sé que no puedo, no está mal admitir que a veces necesitamos ayuda.

No recuerdo el punto exacto durante la medicación en que empecé a tener pesadillas sangrientas, tristes, extrañas. Estas en ningún momento causaron miedo, pero sí desconcierto. Hay dos en especifico que puedo recordar, pues las demás las he olvidado. El sueño fue el siguiente: Era tarde y yo estaba en un lugar lejos de casa, buscaba la forma de regresar, pero ya todo el transporte se había ido. Caminé hasta llegar a una gran grieta. Hay una mujer que salta y llega al otro lado, pero cae sobre un gran palo de punta filosa, el cual se clava en su parte intima y le sale por la boca. Yo salté y también caí al otro lado, pero a salvo. Veo a la mujer, ella sigue con vida y me mira con grandes ojos lastimeros, yo la miro mientras dejo el lugar.

Otro sueño es que estoy en el funeral de una niña, la cual resucita, sale de su ataúd y persigue a todos los que estamos en el lugar. De la nada, la niña se parte a la mitad, pero aun así continúa tras nosotros. Al final decidimos que lo mejor es quemar su cuerpo, mientras ella arde, sus ojos están puestos en mí con una mirada de odio.

Nunca pensé en esto hasta ahora, llegué a la conclusión de que esas personas aparentemente desconocidas que sufren en mis pesadillas son en realidad pedazos de mi alma agonizante. Me mira con reproche pidiendo auxilio, pero yo solo la miro devuelta. Llegue a esta conclusión, porque en ambas pesadillas la persona que sufre me mira fijamente mientras yo no hago nada. 

Cada dia me levanto con un solo pensamiento en mi mente, preguntándome la razón de por que soy asi. Al principio trato de ser amable con mi dialogo interno. Ya saben, la espiritualidad ante todo, pero pronto caigo en la desesperación y a gritos me culpo y pregunto, ¿por qué? Por qué no tengo ni una gota de amor propio, vergüenza o respeto por mi misma? A veces no entiendo mi forma de sentir...

Hoy estoy un poco alterada, algo sucedió. El noruego que parece drogadicto del que te hablé me ha vuelto a escribir. Es que de verdad ya me había dado por vencida y dejado atrás todo el rollo de que estábamos conectados. Incluso en la noche volví a instalar la app por la que lo conocí para ver si conectaba con otros chicos. Sin embargo, esta mañana lo primero que veo es la notificación de que me ha enviado un mensaje. Y sabes que? No sentí alegría, pero igual tenía mucha curiosidad por saber qué decía el mensaje. Quizás se disculpaba por haber actuado como un cerdo asqueroso conmigo. También pensé que podía ser una propuesta para que fuese su novia, aunque hace un tiempo leí que los europeos no hacen eso. Después de unas cuatro horas me dispuse a abrir el mensaje. Seré sincera, sentí decepción, solo era una selfie de su estúpida cara. Yo le envié una foto en blanco y le abrevie la frase Feliz año nuevo. Me respondió con otra selfie. La verdad es que el chico es muy lindo, pero no me interesan sus fotos. Solo deseo tener una conexión con él, que me cuente de su vida, sus sueños, tristezas, que se sienta apoyado en mí.(Ridiculo, lo sé).

Más tarde ese mismo día, quiso saber por qué lo agregué nuevamente. Obviamente no le conté la verdad, "porque quise", le dije. Para mi sorpresa él me confesó que cuando lo eliminé se sintió muy triste, que me había extrañado y que ahora estaba feliz porque lo añadí. Claro que no me fie de esas palabras, pero él dijo "I do not say lies" que en español significa yo no digo mentiras. Y sabes que? Le creí, le creí inmediatamente. Por un momento pensé que en realidad cambió y que ahora deseaba hacer las cosas bien, pero estaba equivocada. Poco después quería tener sexting conmigo, a pesar de que le he dicho hasta el cansancio que no estoy interesada en ese tipo de cosas. Dijo que realmente me quiere, que no debo mostrarle nada, que solo quiere que le diga cosas. Dice que será mi esclavo. Incluso me envió un video en donde casi se veía su miembro. Yo traté de tomarlo con humor y no ser tan cortante como lo he sido antes. Acepté que fuera mi esclavo para que ayudara con las labores del "hogar", nada sexual, pero aun así él insistía.

No siento odio, en realidad estoy decepcionada por seguir esperando algo de ese pervertido, pues está a la vista que solo se trata un calenturiento que no se toma nada en serio. No siento nada por él, pero soy incapaz de dejarlo ir. Eso significa que el problema soy yo. Bueno, mi otra yo que al parecer se ha propuesto hacer que pierda la cordura. Siento un gran peso en la cabeza, creo que lo mejor sería retomar las visitas al psicólogo y contarle este descubrimiento interno que he tenido. No creo que pueda navegar por todo esto sola. Necesito saber, por qué el apego a futuros prospectos amorosos ocurre tan pronto y de manera tan intensa. Es cierto que nunca he tenido novio, pero esa no es una razón para estar tan desesperada.

Quiero sanar la herida de mi niña interior que ahora sangra y palpita sin descanso. Estoy muriendo... Iré a llorar un rato por el asco y vergüenza que siento por mi, después dormiré a la espera de que amanezca para volver a hablar con él. Ya lo extraño. No quiero aburrirte con el tema del noruego, así que en el futuro solo habrá dos posibles razones por las cuales decida hablarte sobre él. Uno: he empezado a trabajar en mi amor propio y hemos dejado de hablar definitivamente. Dos: Soy su novia. Para ser sincera espero que sea la opción dos.  

El diario póstumo de ÁgathaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora