Capítulo 4.4

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-Hijo yo y tú padre buscaremos unas cosas en la casa ¿Podrías...

-Sí por supuesto-Ariadnna baja de mi regazo rápidamente y me levanto, beso a mis padres y voy junto con Ariadnna a la habitación correspondiente-Ariadnna puedes irte en serio-ella jala mis manos hacia ella y abraza mi cuello sin dejar de verme a los ojos

-No me iré Ian-sus ojos azules me brindan el amparo que necesito y no aguanto más las lágrimas que salen de mis ojos, escondo mi cabeza en su pecho y escucho sus palabras de ánimo y fe. Pasa el tiempo y llega el momento en que los padres de Ariadnna vienen y nos dan aún más apoyo, nos llevan casi a rastras a la cafetería mientras Ariadnna se queda en la habitación, yo me apresuro en comer todo rápido y me retiro, voy hacia el cuarto y cuando voy a entrar me detengo por unos sollozos

-Ágatha deja de llorar, eso no te hará ningún bien, por favor-siento la voz de Ariadnna en un ruego

-Él no me quiere...

-Ágatha, todo irá bien, tranquila...

-¡No! ¡Nada está bien!-la voz de mi hermana se rompe-Yo, yo le robé a mi familia Ariadnna, le robé relojes, dinero, comida, solo para dárselo a ese imbécil-se pone a llorar horriblemente

-Ágatha si te disculpas de corazón seguro tu familia te perdonará...

-No entiendes, le grité a mi hermano que estaba muerto para mí, le di un bofetón y de paso le escupí, lo que he hecho es horrible y solo por un tonto que no vale la pena

-Ey, date un respiro, te acabas de abrir la cabeza, ya habrá tiempo de pedir disculpas y luchar por recibirlas

-Ariadnna ¿Y si no me perdonan? Fui, fui una perra con mi madre y ya ni siquiera seguía órdenes de papá...

-Ágatha, los padres siempre van a querer a sus hijo por encima de todo, si ellos ven en ti un arrepentimiento verdadero todo va a ir bien-veo a Ariadnna acariciar la mejilla de mi hermana dulcemente mientras seca sus lágrimas-Así que por ahora no llores más que te va a doler horrores la cabeza después-Ágatha sonríe un poco

-Muchas gracias Ariadnna por estar aquí

-Tuvimos que obligar a tu familia a ir a la cafetería, no habían probado bocado y estaban muy preocupados por ti

-Me lo imagino ¿Y cómo fue que me trajeron aquí? Solo recuerdo que me fui a lavar mi rostro y resbalé, pero eso fue en la casa de Raikol

-Digamos que Raikol es mi vecino, los vi entrar y no me gustó nada tu rostro así que llamé a Ian y al poco él estaba conmigo-que amable fue en omitir la parte en que yo no quería ir

-Yo, yo lo vi entrar al baño con dos mujeres distintas, ¡Dos! Y luego me llamó, cuando llegamos a su casa yo estaba un poco en shock por su enfermedad pero estaba destrozada cuando me dijo que no me quería, que él no quería a nadie, entonces entré al baño y resbalé y ahora estoy aquí-mojo mis labios dispuesto a hablar pero Ariadnna se me adelanta

-¿Estás segura de que esa es la historia? ¿Él no intentó abusar de ti o forzarte?

-¡No! Que va, no hubiera sido necesario, en verdad es como te lo conté

-De acuerdo, creeré en ti-Ariadnna acaricia su cabello-Ahora descansa

-No, quiero ver a mi hermano-sonrío

-Sí te refieres a mí, aquí estoy-ambas se giran hacia mi

-¡Abrázame por favor!-corro hacia ella y le doy un abrazo incómodo pero abrazo al fin-Te quiero Ian, por favor, perdóname-sonrío sintiendo unas cuantas lágrimas escurrirse por mi rostro

Quiero que Vivas!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora