Abro mis ojos, y suspiro, no fue un sueño. Me incorporo en la cama y soy consciente de que estoy en ropa interior, me dejo caer nuevamente ¡qué vergüenza! ¿le habrá gustado mi cuerpo? Es tan caballeroso que creo que ni siquiera lo miró, sacudo mi cabeza, eso o no le gustó ni siquiera para dar un segundo vistazo, ¡dios! ¿cómo puedo pensar en eso en estos momentos? Me levanto adormilada y veo encima de un sofá una muda de ropa, voy al baño y me doy un delicioso baño, me coloco la ropa que consiste en un brincacharcos azul oscuro y una blusa roja con mangas largas y escote cuadrado, la ropa me queda bastante bien la verdad, sin otra opción me coloco mis tacones propios, hago de mi cabello una trenza suave hacia un lado y ni siquiera la termino porque mis manos no dejan de temblar. Tomo mi cartera y me aplico un poco de maquillaje para que mi cara no se vea tan pálida. Mis labios están de un color frambuesa suave, mis ojos de un color carne y un poco de delineador. Contenta con el resultado tomo aire y salgo de la habitación y tengo que detenerme para no chocar con Ian quien al verme sonríe y yo lo imito
-Ya despertó la Cupido dormilona-me río y lo empujo suavemente
-Ya se dignó a reaparecer mi asistente-él me tiende su brazo
-Ujúm y es hora del desayuno-envuelvo mi brazo dudosa
-Ian, siento que soy una intrusa-digo inquieta
-Deja de decir bobadas, todos están más que emocionados por conocerte-lo miro alarmada sin detener mis pasos
-¿Todos?-él se ríe
-Descuida, no muerden
-Ian-digo en tono de amenaza cuando una chica corre hacia nosotros y por instinto me separo de Ian quien se ríe, pienso que lo va a abrazar a él pero en cambio envuelve mi cuerpo en un fuerte apretón
-¡Por fin! Una chica-me río un poco confusa, cuando retrocede un poco la chica que déjenme decir es hermosa me sonríe-Perdona la emoción, es que esta casa está llena de hombres, es bueno encontrarme a una chica de mi edad-sonrío de pronto más relajada
-Soy Ariadnna, un gusto-ella sonríe mientras acepta mi mano
-Leyzi, un placer, ven vamos a desayunar- me jala contenta y yo miro a Ian dudosa, quien se ríe, le saco la lengua y él me guiña un ojo, sigo a Leyzi que me cuenta su horrible vida con sus primos
-Imagínate, no dejan que tenga novio, que traiga amigos a la casa, ni siquiera me dejan respirar-dice haciendo un gesto de autoasfixia mientras pone los ojos en blanco, a lo que no puedo evitar reírme
-Ya veo- de pronto llegamos abajo y ella grita a todo pulmón
-Chicos, ¡vean a mi nueva amiga!-la miro sorprendida y escucho algunas carcajadas masculinas
-Descuida, ella es así siempre-dejo de mirar a Leyzi y miro hacia el frente para ver a un chico tenderme la mano que acepto al momento sonriendo un poco-Soy Arturo
-Ariadnna-él me sonríe y de pronto siento mi cuerpo destensarse cuando siento la mano de Ian en mi espalda baja, lo miro y sonrío cuando me guiña un ojo
-Ellos son mis locos primos-me río al recordar sus locas anécdotas, me va presentando a cada uno y al poco todos estamos en una gran mesa desayunando
-Que afortunados son, tienen una semana de descanso de la escuela-miro a Ian y este me sonríe
-Bueno, y ¿ustedes como se conocieron?-me atraganto con el jugo de naranja al recordar que lo primero que noté de Ian fue su atractivo, Ian se ríe mientras Leyzi me da unos golpecitos en la espalda
-Digamos que no empezamos muy bien-trago fuertemente
-Si, porque tú fuiste un idiota-Ian me saca la lengua y lo imito
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Quiero que Vivas!!!
DragosteVidas unidas, almas cruzadas, alegría y dolor, pérdida y aceptación, surgimiento de un amor, olvido de lo anterior, esta historia narra como la vida da vueltas y cambia para mejor. Pero el final nunca se sabe, cuando la vida tiene tantas vueltas y t...