Capítulo 10

546 49 13
                                    

Jihyo

Después de acabar Momo se durmió. Yo seguía despierta, ¿Cómo podía dormir teniendo nuestras acciones anteriores repitiéndose en mi cabeza?

Esta vez no había sido solo un beso, nos habíamos acostado, y por si fuera poco Momo me dijo “te amo”. No sabía si hablaba en serio o fue la adrenalina.

Pero lejos de sentirme bien, estaba decepcionada conmigo misma, ahora sí le había fallado horriblemente a todos, especialmente a Nayeon. Temo que algún día se entere y me odie. Además de que aún somos parte de un grupo, y cualquier conflicto sería evidente, y nos traería problemas.

Miré a Momo dormir tranquilamente, era tan hermosa.

Y no se qué hacer, no se cual va a ser mi siguiente movimiento, si seguir como si nada o ponerle fin.

...

— ¡Chicas!, Dios mío, ¿Qué hacen aquí?

Por la mañana una de las entrenadoras abrió, para permitirnos por fin salir.

— Nos quedamos atrapadas. — Contesté — Pero no se preocupe, no fue tan malo.

— Levantaré una queja, no puede ser que sucedan estás cosas.

Solo sonreí. Detrás pude oír como Momo se quejaba y comenzaba a despertarse.

Era mi momento de huir.

—T-tengo que retirarme, gracias por abrirnos.

Me alejé lo más rápido que pude, no quería hablar con Momo, no podía.

Narradora

— ¿Jihyo acaba de irse? — Preguntó la japonesa, algo extrañada de que la menor no la esperara.

— Sí señorita Momo, parecía tener prisa.

Hirai frunció su ceño, teniendo una idea ya de lo que podía estar pasando.

...

Jihyo llegó a la casa que compartía con las chicas, y de la manera más rápida que pudo sacó sus llaves y abrió.

Trató de pasar desapercibida, pero Sana estaba justo enfrente, casi parecía que la estaba esperando.

— ¡Jyo!, hola, te extrañé.

Los brazos de Sana la envolvieron, dejando que el calor de la japonesa cubriera su cuerpo.

— Sana, solo me fuí una noche.

— ¿Fuiste a dormir con tus padres entonces?

Jihyo tragó saliva, y con voz apenas audible contestó.

— Sí.

— Lo imaginé, ¿pero y Momo?

— S-se quedó conmigo, había espacio y le ofrecí dormir en mi casa, solo que justo ahora se retrasó.

Sana asintió. — Por un momento me preocupé, pero me alegra que ambas hayan pasado la noche juntas.

La menor se sonrojó un poco, sabía que Momo y ella habían hecho más que dormir. Lo que la hizo volver a sentirse culpable.

— Iré de compras, probablemente regrese tarde...

— ¡Te acompaño!

Tal vez sería buena idea pasar el día con Sana, para olvidar lo de Momo.

-.

— ¿Y Jihyo?

Momo preguntó en el instante en el que pisó la casa. Quería creer que Jihyo no la estaba evitando.

— Se fue con Sana. — Jeongyeon contestó simplemente. Estaba preparando espagueti y no quería ser interrumpida.

Momo suspiró. Podía tomar eso como una confirmación de lo que creía.

Definitivamente Jihyo la estaba evitado, y sabía bien el porqué. Pero si mal no recuerda, en la noche que pasaron juntas, no había ni una pizca de arrepentimiento en Park.

Ella no la paro.

— Jihyo es una idiota.

Jeongyeon se giró para ver a la pelinegra, se preguntaba que había hecho su líder para tener a Momo tan enojada.

— ¿Qué hizo?

— ¡Simplemente ser ella!, es tan tonta, no entiendo porqué hace cosas de las que se va a arrepentir.

— ¿Cómo?

— Olvídalo. — Bufó — Mejor termina ese espagueti.

— ¿En serio está todo bien? — Yoo alzó su ceja y cruzó sus brazos. Realmente se preocupaba por su amiga — Porque desde hace unos días hay una especie de tensión rara entre ustedes... Y Dahyun.

— Nada, no es nada.

— Momo...

— ¡Basta Jeongyeon!, ¡Si algo pasa lo resolveremos nosotras!, no necesito que nadie se meta.

-.

Sana y Jihyo caminaban por el centro comercial. Se paraban de vez en cuando en las tiendas para comprar algo de ropa. Estaba siendo divertido, y Jihyo podía decir que su misión de distraerse estaba saliendo bien.

— Compremos helado, por favor Jyo.

— Bien, creo que una pausa no hará daño.

Ambas chicas fueron a comprar, les tomaron la orden y se sentaron en las mesas de la heladería.

— Luces agotada, ¿tan poco aguantas? — Sana bromeó, riendo cuando vió a su líder asentir.

— Debo admitir que tienes una energía increíble.

— Jihyo, hay algo que quiero decirte, algo que me está matando por dentro, pero no te lo diré ahora, ni hoy, ni mañana, será cuando esté segura de que es correcto que lo sepas.

Park frunció su ceño, no entendía que quería decir su amiga, pero notaba que era importante.

— No tiene que haber secretos entre nosotras Sana, dime lo que sea, prometo no molestarme.

— Me encantaría decírtelo. — Tomó la mano de la pelinegra, y le ofreció su sonrisa más brillante — Pero no es buen momento, cuando lo sea, prometo contarte.

— Sana...

— Pero también quiero que me prometas, que el día que lo diga, no te enojaras conmigo, y que nada cambiará.

— Lo prometo.

Ambas chicas se sonrieron, y siguieron comiendo su helado.

...

Jihyo sabía que no podía evitar a Momo por siempre, así que se encontraban regresando a la casa.

Trataba de poner atención en lo que Sana le decía, pero solo podía pensar en Hirai.

Su corazón latía muy fuerte, puso su mano en el pecho en un vago intento de controlarlo.

— ¿Estás bien?, Normalmente no te pones tensa al llegar a casa.

— E-es que... solo estoy cansada.

— No tardaremos, después puedes dormir todo lo que necesites.

El trayecto fue corto, y en cuestión de minutos ya estaban ahí. Como ya era tarde, al entrar no se encontraron a muchas miembros despiertas, y Jihyo rezó para que Momo también estuviera dormida.

Sana se fue con Jeongyeon y Nayeon que veían un drama en la sala, y Jihyo subió las escaleras.

Iba directo a su habitación, lista para dormir. Pero sus planes iban a cambiar porque Momo estaba justo ahí, sentada en su cama.

— ¿Momo?

— Tenemos que hablar.

Aprender a besar [MoHyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora