¿Cómo Terminamos Así?

Capitulo 6

-¿Por qué preguntas?

-No nada, solo me salió.

-¿Seguro?

-¡Sí! ¿Me acompañan a mí casa?  Mi vieja quiere que vaya.

-¡sí!

-Está bien.

Fuimos tranquilamente hasta la casa de Maxi, sólo que me percato que hay un hombre vestido con traje viéndonos fijamente.

-¡Espero que lo hayas pasado increíble Ma-

-¡Maximiliano! Podes hablar después con ellos, entrá a casa.

-Perdón chicos...

-¿Es tú viejo?

-Sí...

-¡¡Te estoy hablando Maximiliano!!- el mencionado se disculpa de nuevo y con la cabeza gacha entra a la casa.

-Vamos.- agarro la muñeca de Carlos para irnos antes de que ese hombre nos diga algo.

-Pov Maxi-
-¿Quienes eran esos pibes?

-Son mis amigos de la escuela, José.

-¿Cómo me llamaste?

-Por tú nombre.- ahí mi mamá aparece.

-¡Qué ninguno de los dos empiece!

-Ya te dije que no quería hablar con el ma.

-Ya sé vida, pero tu padre si quiere.

-Quiere tanto hablar contigo que literalmente asustó a mis amigos mientras me gritaba.

-Perdón por gritarte, ¿Puedo hablar con vos?

-Sí...

-Mira, ya sé que llevo dos años sin verte, pero quiero arreglar eso.

-¿Cómo vas a arreglar dos años donde, no me llamaste, no me escribiste, ni un puto correo deseandome feliz cumpleaños?

-Perdón por eso... tengo una idea que quiero plantearte ya que tu mamá está de acuerdo.

-Dicime.

-Todo este tiempo que estuve en Estados Unidos, me di cuenta que la educación es mucho mejor allá que acá, también los centros de salud, la gente confía en la policía.

-¿A qué querés llegar con eso?

-Quiero que vengas a vivir conmigo.

-No, no voy a aceptar eso.

-¿Por qué no?

-Porque ya tengo mí vida acá, no la abandonar.

-Tu vida recién empieza, podes seguirla en Estados Unidos.

-No se si vivís debajo de una piedra o algo... pero, a los inmigrantes no se les trata muy bien que digamos, no se hablar inglés y menos lo entiendo.

-Maximiliano-

-Encima, mañana empiezo en otro salón, me cambié de orientación.

-Pero estabas bien en Educación Física.

-No se si lo sabías pero, el año pasado me dieron una guitarra y quiero aprender a tocar la.

-Mira, te doy todo lo que queda del mes que son dos semanas, para que lo pienses bien, si tu respuesta sigue siendo que no, lo voy a entender.

-Bien, ¿Ya puedo ir a la pieza?

-Sí mí vida.

Me quité las zapatillas y me quedé rendido en la cama. -Tsk...- agarro mi almohada para simplemente aplastarla en mi cara -¡AHHHHHG!