Confundir el amor con amistad fue uno de sus pecados.
Confesarle su amor por otra mujer fue su segundo error.
Una mujer que antes lo amo con devoción sufrió al romper su corazón, siendo ella su confidente, amiga y consejera.
El destino nunca los q...
Un mes había pasado desde lo ocurrido, Ling Tenten se mudó a una residencia muy alejada de la ciudad y con ello el dolor se desvaneció en un centímetro. Obligándose a sí misma a mantenerse alejada del príncipe.
"Es por tu bien Tenten", Se repitió a sí misma.
Ling Tenten cumplió su promesa de no descuidar su posición como asistente del príncipe heredero, se comunicaban entre cartas, y hacía lo posible para evitar que el príncipe vaya a su residencia.
Pero ella sabía que el príncipe mandaba guardias para mantenerla vigilada.
Aquellos días en que disfrutaba de estar sola y en total calma fueron interrumpidos por un golpe muy fuerte que se escuchó cerca de su pequeña casa, la joven Tenten preocupada fue a ver lo que sucedió encontrándose con un joven malherido.
En el pie de un árbol yacía un hombre herido. Su respiración era errática, y su cuerpo estaba empapado en sangre.
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Un varón de piel pálida y cabello castaño fue apuñalado y abandonado en medio del bosque para morir. Sin pensarlo dos veces, Tenten se arrodilló a su lado y comenzó a evaluar las heridas. La gravedad del daño la dejó sin aliento: varias heridas profundas y sangrantes atravesaban el cuerpo del hombre. El sonido de los galopes de caballos se escucha, alguien se acerca, probablemente los enemigos de aquel joven. Usando toda su fuerza carga al joven y lo lleva a su pequeña casa.
Usando sus manos temblorosas pero seguras, rasgó una tira de tela de su chaqueta y comenzó a presionar sobre una de las heridas más graves para detener la hemorragia. El hombre gimió de dolor, pero Tenten no se dejó distraer. Sabía que necesitaba salvarlo. Los libros de medicina y acupuntura le ayudaron para salvar al joven.
La noche fue larga, llena de valentía Tenten cura y venda las heridas del joven. Un hombre de piel pálida y cabello castaño que a simple vista se veía muy atractivo.
A la mañana siguiente el joven despertó, Neji sintió una extraña sensación de calidez a su alrededor. Las sombras matutinas se filtraban a través de las cortinas desgastadas, pintando patrones dorados en las paredes de la pequeña habitación. Estaba acostado en una cama sencilla, pero su mente todavía estaba nublada por la confusión.
Trató de incorporarse, y un ligero dolor punzante en el costado le recordó por qué había perdido el conocimiento. Recordaba vagamente haber sido herido en un altercado la noche anterior en algún lugar oscuro y lúgubre de la ciudad. Pero ¿dónde estaba ahora?
La habitación era modesta pero acogedora. Una colcha de seda barata cubría la cama, y el suelo de madera estaba desgastado por los años, pero pulido con esmero. El brillo del sol a través de las ventanas dejaba ver partículas de polvo suspendidas en el aire.
Neji se movió con cuidado, y fue entonces cuando notó una figura en la esquina de la habitación. Una preciosa mujer de cabello chocolate, un rostro angelical y par de ojos grandes color avellano. La mujer con una expresión suave y preocupada en el rostro, lo observaba en silencio.
