Sagrado Matrimonio | Ineffable husbands

Juntos

El que va tras la justicia y el amor
halla vida, prosperidad y honra.
Proverbios 21:21

Aziraphale de una forma u otra había logrado contagiar a Crowley con el tema de la boda, sino ¿De qué otra manera explicaba que ahora mismo el demonio se encontraba viendo un precioso arbusto con la flor Chaenomeles Japonica adornándolo por todos lados? Sin duda alguna el color rojo se mezclaba a la perfección con las hortensias blancas que Aziraphale se había encargado de pedir una vez el pago de aquella casa cerca del lago se concretó. Aunque quizá todo el sitio se verían mejor con unas gardenias, Crowley pensaba que le darían un toque más elegante al evento.

—¿Los nenúfares ya están listos?— el demonio detuvo a uno de los decoradores que llevaba las manos llenas de más flores, mismas que Crowley se había encargado de elegir.

—Si señor, ya están en el lago. Ahora mismo pondré los demás adornos y luces. También tengo los globos de cantoya que me pidió ¿Quiere que los invitados coloquen sus buenos deseos para su matrimonio en los globos antes o después de su primer baile como esposos?

—Antes sería perfecto ¿Cómo van con eso del vino?

—Fue algo difícil de conseguir, pero el vino Romanée Conti ya está en camino, llegará antes de la boda, no se preocupe— era en momentos como esos que el demonio agradecía que el cielo y el infierno estuvieran aportando todo el dinero que ocupaban para esos preparativos, aunque si le preguntaban, aquello seguramente había sido orden de Dios, porque ninguno de los dos bandos, en su sano juicio se hubieran prestado a semejante circo.

—¿Sabe dónde está el señor Fell?

—Está en la entrada, supervisando la llegada de los trajes y regalos adelantados.

Crowley le dejó ir para llegar hasta donde el ángel hablaba animadamente con dos hombres que el demonio estaba seguro eran arcángeles, aunque está vez sí que observó bien sus rostros, no quería a ese tal Rafael cerca de Aziraphale.

—¿Y ellos quiénes son?

—El arcángel Raziel y el arcángel Raguel, ambos han rentado la cabaña de al lado, ya sabes para supervisar que todo salga bien, y ayudarnos en lo que puedan. Creo que Shax y Astaroth también están cerca.

—No creo que necesitemos más ayuda— agregó Crowley mirándolos de arriba a abajo con irritación.

Raziel sonrió, sabía que el efecto de los milagros disminuía con lentitud, así que aún debía de tener algunos ataques de sinceridad.

—No nos gusta el arcángel Aziraphale, no al menos de la manera en que te gusta a ti. Y no nos mal interpretes, tu ángel es exquisito, hermoso en todos los sentidos, ahora mismo podría decir que brilla, aunque sabemos que es culpa de la posición del sol, pero...

—Ya entendimos tu punto ¿Algo más?— Raguel negó tratando de ocultar su risa de satisfacción al ver el sucio truco que había usado Raziel, pues este ya lo había planeado desde que llegaron a la tierra.

—Si, Dios quiere saber si ya han echo sus votos, sino, podemos ayudarles, somos magníficos escritores.

—Estoy seguro que podemos encargarnos nosotros, ¿verdad Aziraphale?— a Raziel no le gustaba que Crowley siguiera sin decirle su habitual apodo al ángel, pero ya suficiente intervención había echo, aunque...

—No es necesario que nos respondas, Aziraphale, acabo de acordarme que eres bueno escribiendo y aún tienes dos días— Raguel miró a Raziel negando casi de forma imperceptible— Gran charla, pero nos debemos de ir, parece que va a llover— y de inmediato, las nubes comenzaron a colorearse de gris.