Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Santiago 3:16—¡Qué bueno que estás aquí Muriel!— Aziraphale compuso una sonrisa de alivio en cuanto entró a la librería— ¿Podrías ayudarme con esto? Nina y Maggie me mantuvieron todo el día en tiendas, lugares de comida y sitios dónde realizar la boda— informó mientras la joven se acercaba para sostener algunas bolsas— Son cosas que dicen podría necesitar, además de muestras de flores, catálogos para los diseños de los trajes, adornos del salón. Demasiadas cosas para tan poco tiempo.
Muriel observó todo con curiosidad, quedándose con una flor morada que encontró olvidada al interior de una bolsa, Aziraphale al verla, se acercó para colocar la nueva adquisición de su ayudante como adorno a un lado de su cabello.
—Gracias señor Fell.
—Creía que nos teníamos más confianza— el ángel sonrió sin darle mucha importancia al asunto— Nina y Maggie quieren que invitemos a todos los dueños de los negocios de la zona, como aquel día del baile, pero no creo que sea conveniente, porque el resto de los ángeles y demonios deben estar presentes para ver el gran día.
—Señor Fell…
—¿Dónde crees que deberían ir sentados los ángeles? ¿A la izquierda o a la derecha?— Muriel apretó los labios, moviéndose de un lado para otro intentando atraer discretamente la atención de Aziraphale— ¿El pastel debería de ser de vainilla o chocolate? Mejor aún ¿Qué flores deberíamos usar? En verdad me gustaría discutir esto con Crowley, pero no quiero molestarlo con todo esto.
—Señor Fell, es que debería de ver algo antes de…
—¿Crees que a Crowley le gustaría encargarse de la decoración floral? Podríamos ir juntos mañana para pagar el salón y las decoraciones— el ángel chasqueó la lengua, hojeando con rapidez el catálogo de la tela que llevarían los trajes— Pobres de los organizadores de este evento, debo haberlos vuelto locos con tantas peticiones para unos cuantos días.
— Aziraphale, llegaste rápido.
El ángel hubiera podido seguir hablando sin parar de los puros nervios de no ser porque la voz del arcángel Rafael interrumpió su platica. Muriel parecía avergonzada, quizá estaba tratando de advertirle de la presencia de otro ser angelical en la tienda.
—Es toda una sorpresa verte aquí ¿Quién te autorizó venir?
—Los altos mandos— el otro hombre se encogió de hombros— Te traje esto, es un regalo de mi parte, los demás llegarán seguro el día de la boda— con algo de inseguridad, el arcángel le extendió un pequeño anillo color negro, con un rubí en el centro— Es obsidiana, y creí que quedaría perfecto para Crowley. Fue confeccionado en el cielo, al igual que esto— de su otra mano, salió un anillo de colores blancos adornado con un diamante— Este creo que te queda más a ti.
El rostro de Aziraphale pasó de la sorpresa a la vergüenza.
—Son preciosos, muchas gracias Rafael— con mucho cuidado, Aziraphale guardó ambas joyas dentro de una caja que aparentaba ser un libro— Es un lindo regalo de bodas y me haz ayudado a completar una tarea de mi lista.
—Me alegra ser de ayuda ¿Necesitas que haga algo más por ti?— Rafael con una sonrisa, se acercó hasta los libros, tomando uno entre sus dedos, como si no fuera la primera vez que estaba en la librería— Quizá necesites algo con que distraerte.
—¿Pedro Páramo?— Muriel examinó el libro con cuidado antes de abrirlo.
—Es un buen escrito, créeme. Vas a necesitar leer un poco de esto, para ver lo que se viene— Aquello último fue un susurro echo para que únicamente Muriel fuera capaz de escucharlo.
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Sagrado Matrimonio | Ineffable husbands
FanfictionLa segunda venida está cerca y Dios necesita balancear las fuerzas del bien y del mal ¿Qué mejor que un matrimonio entre un duque infernal y un arcángel para obligar a los enemigos a llevarse bien?