Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él.
1 Juan 4:9
—¿Qué Metatrón hizo qué?— el arcángel Raziel se movía de un lado a otro con evidente nerviosismo— ¿Estás seguro?
Desde que el matrimonio de Aziraphale y Crowley había tenido lugar, las cosas en el cielo se habían vuelto más tensas, ningún ángel que estaba del lado de Dios era libre de caminar por las oficinas sin que recibiera un comentario ofensivo por parte del bando de Metatrón, traidor, futuro caído, aliado de demonio, eran los insultos más frecuentes.
Pero esto, sobrepasaba los límites.
—Si, apenas sí Rafael y yo pudimos llegar a tiempo para evitar que Jesús desapareciera— Raguel se veía aún más preocupado que el otro arcángel— No sé cuanto más vamos a soportar estos ataques de Metatrón.
Raziel observó su computadora, buscando en las cámaras alguna idea que pudiera servirles en lo que buscaban como poder reentablab la comunicación con Dios, quién después de la boda de sus protegidos había mandado un último mensaje pidiéndoles a sus ángeles, arcángeles y demás seres divinos que estaban de su lado que mantuvieran la calma, pues ella les indicaría cuando fuera el momento propicio para atacar y retomar el control total del cielo.
—¿Dónde dejaste a Jesús?
—Rafael está escondido con él en alguna parte de América, le dije que no intentara hacer contacto conmigo hasta que estuvieras informado de la situación—Raguel comenzó a mover sus manos de forma nerviosa —El niño ahora volvió a ser un bebé, Metatrón evidentemente está arruinando los planes de Dios.
—No, Dios y yo sabíamos que esto iba a pasar, solo que es muy pronto. Metatrón está intentando adelantarse a nuestros movimientos.
Raziel tomó de la mano a Raguel haciendo que con un chasquido ambos volvieran a la tierra. Ambos observaron en todas direcciones, estaban en una calle desconocida y usar otro milagro ya no era una opción, no cuándo seguramente Metatrón los estaba vigilando.
—¿A dónde?— está vez fue el turno de Raguel de guiar a Raziel hasta uno de los hoteles más desgastados y baratos de la zona, con bastante disimulo subieron las peligrosas escaleras, llegando hasta la habitación treinta y tres.
—Jesús y sus ganas de nacer y estar en lugares bastante peculiares— Raziel arrugó la nariz, observando como Rafael daba vueltas alrededor de la cama, cantado y haciendo sonidos para entretener al bebé— Fue una buena elección poner a este arcángel a cuidar al hijo de Dios, al menos sabe como se siente el bebé. Bien hecho, Raguel.
—Gracias a Dios están aquí— el arcángel suspiró con alivio— Tenemos que llevar al bebé a otro lugar, con alguien que pueda cuidarlo mientras hacemos los preparativos con los ángeles, no podemos seguir retrasando la batalla.
Raziel extendió los brazos tomando al bebé, al mismo tiempo que Raguel y Rafael hacían desaparecer sus blancas vestimentas, sustituyéndolas con sus trajes de guerra que lucían tan dorados y brillantes como el mismo sol.
—Lo llevaremos con los únicos seres que fueron capaces de ocultar a un arcángel. Vamos, no bajen la guardia, si Metatrón mata al bebé, Dios y todos los que estamos de su lado nos debilitaremos.
Ajenos al caos que comenzaba a desatarse sobre sus cabezas, Aziraphale y Crowley estaban sentados frente a la librería, comiendo un poco de pastel mientras se miraban a los ojos cual adolescentes enamorados.
—¿Puedo saber por qué aceptaste volver a ser parte del Infierno, querido? — el demonio hizo una mueca, tomando la mano de Aziraphale, dejando un casto beso sobre su dorso.
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Sagrado Matrimonio | Ineffable husbands
Fiksi PenggemarLa segunda venida está cerca y Dios necesita balancear las fuerzas del bien y del mal ¿Qué mejor que un matrimonio entre un duque infernal y un arcángel para obligar a los enemigos a llevarse bien?