Sagrado Matrimonio | Ineffable husbands

Milagros

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.
Corintios 13:4-5

—¿Quién autorizó semajente aberración?— la voz de Metatrón sonó como un rugido en las oficinas celestiales — ¡Aziraphale no puede casarse con un demonio! ¡Mucho menos con ese Crowley!

El arcángel Raguel apretó los labios, guardando la compostura que sabía le faltaba al arcángel Metatrón.

—Los planes de Dios han sido dictados y yo, el encargado de velar porque cualquier designio se cumpla he verificado atentamente todo lo ocurrido, y créeme que los demás altos mandos no están contentos con tu desempeño — Metatrón ni siquiera se inmutó— En especial ella.

—Solo he cumplido con su plan divino.

—No, haz comenzado a creer que eres el dueño del cielo, empezaste a tomar decisiones que llevaron a la desgracia de aquel ángel y ese demonio, que por si no sabías, son los favoritos de Dios— Raguel suspiró, como si estuviera cansado — ¿Crees que ella no sabía de los tratos que ambos hacían? ¿Crees que no los vió juntos en muchas ocasiones? Dios lo sabe todo y permitió que trabajaran juntos, primero por curiosidad, después porque genuinamente estaban haciendo un mejor trabajo que los ángeles y definitivamente mejor que los demonios—el Arcángel se acercó hasta él — Ella lo sabe todo, hasta del más mínimo pensamiento ella es consciente, que no se te olvide Metatrón ¿O quieres que te recuerde que le pasó al último ángel cercano a ella que creyó podía mandar?

Metatrón se alejó del otro arcángel, como si se tratara de fuego infernal.

—No puedes hablarme de esa forma, yo conozco el plan divino.

—Y aún así Raziel fue quién estuvo presente cuando el trato se llevó a cabo y no tú— Raguel, en un gesto de restarle importancia al asunto, arregló si ya impecable y pulcro traje blanco— Espero que con eso comprendas tu lugar.

Metatrón se movió rápido para evitar que el arcángel se fuera muy lejos.

—Hace mucho que ella no interviene.

—Entonces imagina lo mal que estás haciendo tu trabajo para que ella tuviera que intervenir— y sin más, Raguel empujó suavemente a Metatrón, reuniéndose con Raziel, quién ya lo esperaba con una sonrisa de diversión tatuada en el rostro.

—Te cae bastante mal, eh.

—Una vez que fue ascendido comenzó a creerse el favorito de Dios y aunque así fue durante un tiempo, finalmente, para suerte de todos, ya no lo es. No soporto lo petulante y engreído que es.

—¿Tú vas por su puesto?

—Yo solo cumplo los designios de Dios, estamos a su servicio y cualquier otra cosa, es impensable— este suspiró, observando por uno de los ventanales el precioso jardín que se extendía debajo, el paraíso, lugar que pocas veces se podía ver, pues Dios se había encargado de colocar casi siempre una neblina que impidiera la clara visión de las buenas almas— El cielo está igual corrupto que la tierra, lo sabemos, pero en cuanto Aziraphale y Crowley comiencen a dar marcha al plan de Dios, haremos muchas mejoras. El cielo volverá a ser el lugar de bondad y amor que siempre debió ser.

Raziel sonrió —¿Quieres que te diga cómo termina todo esto? Después de todo conozco los secretos de Dios.

Raguel negó, dejando que su mano rozara levemente el dedo de Raziel — No, no quiero que te conviertas en un caído, yo necesito tu ayuda aqui en el cielo.

—Sé que Crowley y Aziraphale también son tus favoritos, son los protegidos de casi todos los arcángeles cercanos, muy, muy cercanos a Dios, incluyendome, así que te haré un milagro.