Revelaciones

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"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo, y el que teme, no se ha perfeccionado en el amor."
Juan 4:18

Desde que Aziraphale había llegado a las oficinas centrales del cielo al lado de Metatrón, se sentía como si estuviera en un sueño, y no por lo maravilloso o lindo que esto pudiera ser, sino porque todo parecía extrañó, ajeno, cómo si no fuera él.

En verdad extrañaba la Tierra, ver pasar a los humanos, escuchar el tráfico habitual, sentir los olores de aquella cafetería, la música, las risas, las emociones, incluso el llanto y el sufrimiento, todo lo que existía en el mundo humano le causaba un vacío en su corazón, un anhelo que no se llenaba con nada, ni siquiera hacer aparecer té y comida en su nueva oficina podía igualar la felicidad que le provocaba estar en la Tierra.

En el cielo todo era perfecto, ni su té, ni su chocolate caliente se enfriaban, su comida siempre estaba hecha a la perfección. Todo siempre impoluto y pulcro, nada comparado con los errores humanos que le llevaron a conocer el paraíso en la tierra, porque simplemente las personas y sus peculiares formas de ser habían transformado sus días monótonos en situaciones memorables, en anécdotas dignas de recordar.

—Esto debe de ser un error, yo no puedo casarme con un...con un demonio.

Aunque claro, los humanos no eran los únicos que le habían llevado a conocer las estrellas sin moverse de su lugar.
El demonio Crowley, él era otra de las razones que le hacían sentir triste en el cielo, el sitio que era un sueño, una meta para los humanos a él lo hacía sentir solo, lleno de melancolía, incluso un poco de miseria envolvía a su corazón cada que veía el color blanco rodearle centímetro a centímetro.

Y aunque Aziraphale intentó acercarse a los demás arcángeles para tener un poco de compañía, casi todos parecían molestos con su presencia, a excepción del arcángel Rafael, quién pese a no conocer los motivos de su tristeza, cada que podía le ayudaba a relajarse un poco, después de todo el era un arcángel sanador, capaz de curar el dolor físico y emocional que cualquier criatura pudiera sentir.

—No es un error Arcángel Aziraphale, hemos discutido mucho está situación, incluso hablamos con rangos más altos dentro del cielo y la conclusión a la que llegamos es que el arcángel Raziel tenía razón al darnos tal comunicado. Después de todo se trata de Dios y de su guardián de secretos, ninguno puede equivocarse.

—Pero yo...

—Dios y el arcángel Raziel ya han hablado con Lucifer, le contaron cosas que a nosotros no y el líder del infierno ha aceptado el trato, incluso ya ofreció a un candidato. El pacto de paz ya está en marcha. No hay nada que podamos hacer.

Aziraphale siempre trató de ver el lado bueno de las cosas sin importar la situación, pues parte de su escencia era ver la bondad y la amabilidad hasta del más ruin criminal, pero ¿Esto? ¿Esto que tenía de bueno?

El arcángel sabía que todo esto tenía el fin de balancear las energías antes de la segunda venida, pero aún así no podía quedarse en paz, la tranquilidad simplemente se negaba a estar de su lado.

—¿El Arcángel Metatrón ya sabe de este pacto? Él conoce perfecto el plan divino y jamás mencionó nada de al respecto— si, había sido un golpe bajo, pero era la única carta de la que Aziraphale podía hacer uso en una situación así.

—Los planes divinos de Dios siempre acaban teniendo un poco de misterio Arcángel Aziraphale, ya deberías saberlo.

El aludido pasó saliva con pesadez, intentando mantener la compostura.

Sagrado Matrimonio | Ineffable husbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora