Capítulo 6

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Harry se forzó a continuar y se pasó las manos por la cara fuertemente. Soltó las manos a sus costados y cerró los ojos, notando sin prestarle atención el cuerpo de Frank alrededor de sus pantorrillas mientras trataba de salir de su crisis sin una palabra. Le tomó un minuto o dos, pero eventualmente, Harry fue capaz de invocar su probado y aprobado mantra 'deja de pensar en esta ridícula situación y solo continúa'; le ha servido bien por tanto tiempo como puede recordar, y ahora, cuando abrió los ojos en el pasillo vacío, estaba decidido.

Ya está aquí, no hay nada que pueda hacer justo en este momento, y en lo concerniente a Draco... Harry tragó fuerte. Mejor no pensar en Draco.

"Solo continúa", se murmuró a sí mismo, entrando en la cocina y mecánicamente, realizando el procedimiento de hacer café, y luego, recostándose en el mostrador a esperar que la cocina se llenara con el amargo y reconfortante aroma. "No pienses en eso – solo sigue adelante".

Desafortunadamente, aunque Harry confía en el consejo que le ha sido útil a lo largo de incontables experiencias surrealistas en la escuela, en casa, en el trabajo, algunas veces es más fácil decir las cosas que hacerlas. Es más fácil revivirlas que olvidarlas. En un ciclo infinito. Un ciclo cálido, cerrado, apasionante y constante.

Como el sexo con Draco. Con Malfoy.

Harry frunció el entrecejo, agarrando su café fuertemente. Okey, eso no está ayudando.

Harry bebió del líquido caliente, quemándose la lengua y saboreando el ardor en su garganta mientras lo tragaba; pareció despertar la última sección dormida de su cerebro y enviarle a la inmediata sobre marcha mientras la cafeína atacaba a su sistema de golpe. Sus rápidos ojos captaron el envoltorio azul saliendo de la panera, de donde sin duda lo dejó el día anterior. Sabiendo instintivamente que al verlo Draco se volvería loco, se lanzó a lo largo de la cocina con la taza en la mano, para ponerlo fuera de vista antes de regresar, y eso fue todo lo que hizo falta.

Este pan es diferente – Draco usualmente... ellos usualmente compraban pan con semillas, que los niños de Harry nunca comerían, integral en un envoltorio verde. Este era sencillo, envuelto en papel azul, y el favorito de Al para hacer desastrosos sándwiches de mermelada para él y Rose, por lo general media hora después de que habían devorado la cena. Harry mordió sus labios.

Era el mismo pan que él y Ginny habían comprado en la Panadería de Tansy Talbot – tres panes, dos veces a la semana cuando los niños estaban en casa – por las últimas dos décadas. Harry no sabe qué es más patético: lo aburrido que se ha vuelto, o el hecho de que parado ahí, la tapa de la panera balanceada en un dedo extendido, lamentándose sobre un pan blanco rebanado.

Gimiendo suavemente, dejó caer la tapa con un crujido y un golpe de madera sobre madera. No importaba. De cualquier forma, lo único que pasó es que durmió con otro hombre – y ciertamente no ayuda el hecho de que lo haya disfrutado – y el darse cuenta de ello, se estrella finalmente en su mente aturdida el saber que en verdad traicionó a Ginny; no hay duda de ello ahora. ¿O si la había? Harry se tomó su café y se lanzó en una silla de la mesa de la cocina, afligido.

Se pregunta si tener sexo extra-marital en una realidad alterna cuenta como traición. Se pregunta si incluso puede ser llamado extra-marital cuando la persona con la que uno se casó en un lugar, está casada con alguien más en el otro, y con toda probabilidad, está teniendo bastante sexo marital libre de culpa extra-marital.

A Harry le duele el corazón. Lanzó una palabrota y se inclinó sobre la mesa, presionando su frente contra la fría madera y mirando la fibra de cerca, tratando de concentrarse en lo que fuera excepto en la culpa y confusión arremolinándose horriblemente en sus entrañas.

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