dwy

482 50 32
                                    




LOS BELLOS OJOS DE ESE ALFA

Capítulo 2


Hay un alfa.

Tiene unos ojos llamativos.

Son unos ojos rojos. Brillan tanto aún bajo los azulejos coloridos que son traspasados por los radiantes rayos solares al interior de la capilla.

Hay un destello llamativo en ellos. Es un destello tan atrayente que todos los presentes lo miran con atención.

Incluso para el hombre que espera a que el órgano inicie su pieza y las rojas cortinas se abran para dar entrada a sus pasos.

A pesar de no haberlo visto aún en realidad. Hay algo en su interior que se inquieta estando fuera de la capilla. Quizá lo está confundiendo con el exagerado manojo de emociones que lo está asfixiando, pero puede asegurar que hay un aroma fuerte a vino y naranjas que parece que solo lo busca a él.

Su omega se revuelve inquieto, buscando responder a aquel aroma, pero sus nervios lo sobrepasan mientras se encuentra de pie a la entrada de la capilla. Sus manos sostienen un bello ramo de flores blancas que hacen un lindo contraste con su traje negro ya totalmente vestido. A su lado se encuentra su padre. Ha intentado llamar a su hijo algunas cuantas veces, pero Alhaitham no ha respondido. Su mirada sigue fija en cualquier parte menos en sus parientes, y desde su pequeña discusión en la habitación, no ha vuelto a abrir la boca.

Los minutos no han dejado de alargarse. Incluso los segundos se han vuelto eternos. Estando ahí de pie, tampoco hay mucha variación. Realmente no llevan mas de cinco minutos ahí, pero la mente de Alhaitham parece buscar ponerse en su contra, dejándolo pensar una y otra vez en lo tortuoso que es todo aquello. Casi como si quisiera hacerle plantear una y otra vez dar la media vuelta y huir del lugar.

Pero finalmente, el órgano ha resonado.

Las cortinas se remueven antes de ser abiertas, y el cuerpo de Alhaitham se tensa. Sus pensamientos se vuelven un desorden en solo cuestión de milisegundos, pero logra dejar en claro que debe de calmar la amargura de sus feromonas en cuanto finalmente, las cortinas se abren.

Todos los invitados se levantan cuando el omega queda expuesto a vista de todos. Todas las miradas se postran sobre él mientras el órgano llega a oídos de todos. Al momento sus miradas se sienten cautivadas. El omega que se revela bajo la larga alfombra roja es atrayente, pues realmente es hermoso.

No tiene una figura tan delicada como la de otros omegas. Los músculos en su cuerpo se decoran como los tallados precisos de una escultura que en vez de otorgar brusquedad, solo parecen hacer más resaltar su figura. Tiene unos hombros y un pecho ancho, pero su cintura es curveada y ligeramente más pequeña, la cual contrasta de manera exquisita con sus caderas anchas y sus marcados muslos. Es alto, pero mucho mas pequeño que el alfa que lo toma de la mano para ser entregado al altar.

Su rostro es tan atractivo a pesar de estar atrapado por una seriedad impenetrable. Su cabello gris oculta casi por completo su ojo izquierdo, pero revela por completo su ojo derecho, tintado de un turquesa que hace destacar a los pequeños detalles anaranjados y azules que rodean su pupila.

El omega sabe que la gente lo analiza minuciosamente, y eso lo pone nervioso. Pasea discretamente su mirada por los invitados, pero no se ha atrevido aún a mirar al alfa que ya lo observa con tanta atención como el resto de la gente.

viraha ━ kavethamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora