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LA ILUSION EN LA INCERTIDUMBRE

Capítulo 10



¿Cuál sería la manera correcta de llamar esa sensación?

No es una sensación agradable. En realidad es una sensación sofocante. Azota contra su mente una, y otra, y otra vez. No tiene piedad en ella.

Es una sensación que roba la calma del exterior y la transforma en caos cuando llega a los pensamientos de Alhaitham. Se repite sin detenerse, y sin embargo no deja de variar en la negatividad eterna de posibilidades inexistentes.

El futuro se vuelve preocupante bajo esa sensación. La intriga por saber lo que puede o no puede pasar es molesta, pues su constancia se vuelve tediosa, terriblemente tediosa.

Alhaitham está sentado. La biblioteca que lo rodea es un lugar maravilloso. El silencio se decora por cada una de las paredes vestidas con las infinitas repisas de libros. El sol entra por las ventanas para irradiar su brillo de una manera uniforme. Ni siquiera la servidumbre que rodea a lo lejos y a lo cerca del sofá donde Alhaitham está sentado es capaz de irrumpir la serenidad del lugar.

El libro que sus ojos recorren narran una historia exquisita sostenida en las manos de Alhaitham. Los párrafos interminables parecen seductores con las bellas palabras que narran la construcción de la historia que con el pasar de las hojas de desentraña de una manera maravillosa.

El escenario en general es perfecto. Alhaitham en particular los disfruta de manera minuciosa, pues de algún modo es capaz de brindar recuerdos de un escenario similar a un hogar.

Y sin embargo, Alhaitham también es constante del desperdicio que es para su consciencia ese momento.

Pues su mente no tiene los pies sobre el suelo. En cambio vaga en esa sensación tan molesta. Trae interminables preocupaciones abiertas con cuestiones insufribles sin respuesta. No recuerda el nombre de esa sensación, pero no sirve de mucho, no deja de ser molesto y tedioso.

Su mente vaga en memorias. Memorias recientes principalmente. Si tiene que ser más específico, cierra esas memorias en la noche que hace poco más de una semana llegó a vivir. La noche en la que pudo ser capaz de olvidar por un momento su dignidad para entregarse al deseo de la lujuria al que cierto alfa tan descaradamente lo invitó.

En general la memoria no es desagradable. Cada vez que lo recuerda, una sensación cercana a la satisfacción abraza el pecho de Alhaitham. Sin embargo en ese momento sus feromonas se amargan con el recuerdo. Su mano se mueve ansiosa cuando sube hacia su plano estómago y se escabulle hacia la marca de su cuello.

Su cuerpo se siente tenso cuando el recuerdo llega a su mente, pero específicamente no es esa memoria la culpable de la pesadez de sus emociones. En cambio las consecuencias lo tienen inquieto. Esa inquietud a la que culpa por no poder concentrarse en el libro que descansa sobre sus manos en ese momento.

¿Pero cual es el nombre de esa sensación?

La que no tiene su mente tranquila. Viaja en un amplio abanico de posibilidades que surgen a partir de la paranoia que depara del futuro. Las consecuencias a los actos que ha realizado y los que aun no realiza y como aquellos pueden responder con el eventual pasar del tiempo.

viraha ━ kavethamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora