la pizza | julian x enzo

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Julián bailaba en un rincón junto a Lucas, compartiendo un fernet.

El colorado le avisó que iría al baño, por lo que se quedó a esperarlo mientras se movía al ritmo de la música, prestando poca atención a su alrededor con el pedo que cargaba.

Enzo vio la oportunidad y aprovechó que Julieta había ido a comprar algo con una amiga que se encontró un rato anterior.

Se acercó a Julián, ambos estaban en un claro estado de ebriedad, aunque algo de consciencia les quedaba.

Le tocó el hombro al castaño, que se encontraba de espaldas, sintiéndose como un pendejito en un quince yendo a encarar vergonzosamente, pero sintiéndose re pijudo.

Julián se da vuelta con clara confusión, mirándolo extrañado.

– Perdón, pero me quería sacar las ganas. – le confesó el morocho, hablando sumamente rápido y sin dejarle tiempo a Julián para procesar la oración.

Enzo lo agarró con una mano en su nuca y la otra en su cintura, ladeó un poco su cabeza acercándose a él, y lo besó.

Julián, al principio, no tuvo reacción alguna, hasta que su mente formuló un único "Ya fue" y le correspondió el beso, cerrando los ojos y dejándose llevar en la dulzura de los labios ajenos producto de alguna bebida que ingirió durante la noche, junto con el olor de su fuerte perfume. Cruzó sus brazos por el cuello del menor, permitiendo que este lo tome suavemente de las caderas.

Se besaron profundamente sin pensar absolutamente nada excepto el sabor de los labios del otro, perdiéndose en la sensación.

Hasta que un empujón accidental de un desconocido trajo a Julián de vuelta a la realidad, haciéndolo abrir los ojos y darse cuenta que se estaba comiendo al fantasma que no se bancaba.

Lo empujó despacio, no quería ser brusco, pero quería que el menor se alejara.

– F-flashaste cualquiera. – le dijo entrecortado y se alejó de su cercanía, buscando algún espacio vacío fuera de la multitud, dejando a sus amigos enmudecidos a lo lejos y a Enzo ahí sin saber que decir.

El morocho sintió un toque en su hombro y ese perfume empalagoso que lo había perseguido toda la noche, se volteó sabiendo que se encontraría con la rubia.

– ¿Vamos, gor?

Él asiente imperceptiblemente, siguiéndola y dándole una bronca repentina, ¿qué poronga le pasaba a Julián? ¿Primero se lo re chapa y después le dice que está flasheando cualquiera?

Se enojó y le dieron ganas de irse a dormir.

[🍕]

Los chicos observaron la escena con detenimiento, intentando leerles los labios para saber lo que se dijeron y descifrar lo sucedido. Hasta que se empezaron a besar y tuvieron que mirar a otro lado con incomodidad.

Cuando devolvieron la vista Julián ya se había ido y Enzo estaba con Julieta.

– No entendí un sorete. – habló Cuti por todos. Ninguno comprendió muy bien la situación.

– Siento que estoy viendo una novela rara. – expresó Joaco.

– Se van a divorciar. – bromeó Lean.

– Yo no entiendo que Enzo parecía que iba a llorar y ahora está re enojado pero sigue con la wacha mili esa. – dijo Licha confundido.

– Bueno pero dejémoslos de mirar tanto que se van a dar cuenta, somos como veinte monos. – todos hicieron caso a lo dicho por Nahuel, dándose vuelta y haciéndose los boludos.