Alana
Estamos en plena clase cuando suena un teléfono, es el de la profesora, ella lo agarra y contesta, todos nos quedamos en silencio, de echo nunca hablamos en su clase, tal vez es porque da su clase a las 8 de la mañana y recién nos despertamos.
Escucho que habla con alguien a través del teléfono pero no entiendo sobre que, estoy metida en mis pensamiento, decidí contarle a Mel sobre David, sobre Evangelina y todo, creo que es hora, ella es mi amiga y confío en ella para todo, además, necesito alguien con quien hablar sobre todo ese tema.
-Mel -Susurro para que la profesora no escuche pero me doy cuanta que esta muy metida en su conversación.
-¿Si? -Pregunta susurrando.
-Te tengo que contar muchas cosas -Ella me presta más atención de lo normal, siento una mirada sobre mi y me giro, puedo ver los ojos de Marcus chocar con los míos y los quita rápidamente -Es sobre T- -La profesora me interrumpe y me giro para verla, esta roja como si fuese a llorar o algo así.
-Ehh.. chicos, reunanse en los grupos que les asigne, también deje una hoja sobre mi escritorio para que vean los grupos por las dudas -Toma aire y mira a otro lado, ya estoy más que segura de que va a llorar -Yo.. voy a retirarme, con permiso -Toma su bolso y unas carpetas que tenia sobre el escritorio y camina en dirección a la puerta la atraviesa y sale sin decir nada más.
Todos nos quedamos en silencio mirándonos entre nosotros, por fin alguien toma la iniciativa y se levanta, guarda sus cosas en su bolso y se va, todos copian su acción y se van, algunos pasan por el escritorio para ver la hoja con los grupos anotados en ella.
Me levanto junto a Mel y agarro mis cosas, caminamos juntas hacia el escritorio -¡¡Estamos juntas!! -Grita en mi oído y yo lo tapo por el ruido que hace.
Me inclino para ver la hoja ya que los grupos son de a tres y veo el nombre de Marcus escrito debajo del mío, me giro y lo veo, el todavía no se fue -Estamos juntos en el grupo -Hablo pero el no responde -Te paso la dirección de la casa de Mel para hacer el trabajo -El solo asiente con la cabeza, dios, si será maleducado este chico.
Salimos del salón y decidimos ir a tomar un café a una cafeteria sercana a la universidad hasta que sean las nueve y media para la próxima clase, voy a aprovechar para hablar con Mel y desahogarme de tantas cosas que estoy guardando, no se porque no me decidí antes, supongo que no quería arruinar su felicidad con Gustav.
Cuando llegamos tomamos asiento en una de las mesas de a dos junto a la ventana.
-Mel.. hay algo sobre Tom que quiero que sepas -Ella no esta prestandome atención, solo mira el menú como si fuésemos a pedir algo diferentes a lo que siempre pedimos -Mel... te estoy hablando -Ella no me presta atención, sigue mirando el papel sobre sus manos.
De repente suena su teléfono y lo agarra rápidamente, lo enciende y comienza a sonreír al ver la pantalla, escribe un par de palabras y se levanta de la silla.
-Ali, lo siento, Gustav quiere que nos veamos ahora, dice que es muy importante -La paciencia se me agotó.
-Joder Mel ¿Es en serio? -Digo en voz alta, si no estuviese alterada la vergüenza me destrozaría.
-¿Que sucede? -Dice mirándome sorprendida y de echo yo también lo estoy.
-¿Que sucede? Te diré lo que sucede -Tomo aire -No sabes lo difícil que es cargar con los problemas ajenos, tener que escucharlos y aconsejar a las personas sabiendo que la pasas mal porque si, si no sabias yo también tengo problemas y no puedo hablar con nadie porque mi maldita "mejor amiga" -Hago comillas con mis dedos -Esta pendiente a su estúpido novio y su estúpida relación perfecta, yo te tengo que escuchar y maldita sea desearía que hicieras lo mismo por mi ¿Tanto te cuesta no ser el centro de atención por una maldita vez? -Creo que me pase -No tengo un solo recuerdo de nuestra amistad en el que no seas el centro de atención y joder... desearía que te pongas en mi lugar como yo lo hago... -De repente todo esta en silencio y puedo sentir la mirada de todas las personas del lugar en mi.
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Amigos o algo más? | Tom Kaulitz
FanfictionAlana Rizzo es una chica con un pelo largo y morocho, piel blanca como porcelana, con una inocencia y amabilidad enormes y una sonrisa encantadora, sin duda, no es el tipo de mujer que le gustaría a Tom Kaulitz y Tom Kaulitz no es el tipo de hombre...