Capítulo 24: Parte I

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Aria

—¡¿La... la Diosa Luna?! —exclamé asustada— ¿De qué estás hablando, Kay? Soy humana, ¿cómo es eso posible?

Intercambian una rápida mirada entre ellos y luego Liam asiente.

—Eso es otro tema del que tenemos que hablar —contesta el susodicho.

—¿Qué quieres decir con eso? Yo soy humana ¿verdad? —comienzo a dudar de mis palabras al ver sus rostros.

—En realidad no lo eres Arianne —esta vez es León quien me responde— Eres una licántropo como nosotros.

—¿Qué? —me quedo momentáneamente en shock— Eso no tiene sentido, mis padres son humanos ¿por qué habría de ser yo una de ustedes? Además no me he transformado nunca, así que están equivocados.

No entiendo porqué me están diciendo todo esto, es obvio que yo soy humana. Pero las miradas que me dan y las expresiones de sus rostros me hace dudar de mis palabras. Esto es una locura. Por cierto el silencio que se ha instalado entre nosotros no ayuda a mis nervios, estoy a nada de tirarme de los pelos.

—¿Qué es lo que todavía no me han contado?

—Lo sentimos mucho por ti cielo, pero tus padres biológicos murieron cuando tú naciste —contesta muy bajito Kayden— Los humanos con los que has vivido son tus padres adoptivos.

—No... —mis piernas seden y caigo en el suelo arrodillada, un instante después tengo a los chicos arrodillados junto a mí— ¿Cómo sabes todo esto?

—Cuando naciste todos los lobos en la tierra sintieron la poderosa presencia de la nueva Diosa Luna, muchas manadas comenzaron a buscarte para obtener los beneficios que tendrían al tenerte en su poder. Tu padre era el Alfa de la manada IceMoon y tu madre su luna. Ellos te protegieron con su vida durante meses, hasta que Mike dio con ellos y los atacó —hace una breve pausa para mirar a los mellizos y puedo ver qué estos solo tienen odio en su mirada, odio hacia su padre— Ellos dieron su vida por ti, para salvarte, lucharon con todas sus fuerzas mientras Lucien, el Beta de tu padre, escapaba junto contigo. Algunos lobos lograron seguirlo y antes de que los atraparan te dejó con la pareja de humanos que conoces como familia. Lucien logró acabar con todos ellos y así Mike no sabría tú ubicación, pero la pelea fue muy fuerte y el también murió. Así que te criaste como una simple humana, el resto ya lo sabes.

Un fuego abrazador me recorre las venas cuando asimilo el significado de sus palabras. Mis padres, mi familia, murieron para protegerme, y todo por ser la maldita Diosa Luna. Odio. Un nuevo odio hacia el padre de los mellizos crece en mí.

Por culpa de ese bastardo mis padres y los de Kay murieron.

Se que es el padre de mis otros mates, pero no puedo evitar querer despellejarlo vivo por todo el daño que nos ha causado.

—¿Ustedes sabían todo esto? —le espeto a los mellizos.

—No, te juro que no sabíamos nada de esto amor —inquiere enojado León, su hermano me mira, sus ojitos están llenos de dolor.

—Lo siento chicos, se que esto no debe ser fácil para ustedes —les digo acariciando sus cabellos mientras ambos me abrazan— Después de todo él es su padre. Entiendo si ustedes no quieren hacerle daño.

—¿De qué hablas pequeña? —levanta su cabeza de mi regazo para mirarme a los ojos— Ese bastardo dejó de ser nuestro padre hace mucho tiempo, nunca le perdonaré por todo el daño que te ha causado.

—Lo sentimos por nuestra madre, pero nadie hace sufrir a nuestra mate y vive para contarlo —continua Liam respaldando a su hermano.

—¿Estarían dispuestos a matar a su propio padre? —increpa Kay, hay cautela en su mirada.

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