One shots con Mizuki ||Aib Smuts||

Chishiya ||soft||

                Conceptos encontrados

Era de noche, dos figuras se encontraban en la penumbra, se trataba de Mizuki y Chishiya, amigos que podrían considerarse amantes gracias a la historia que compartían desde antes de aparecer en las tierras fronterizas. Se conocían desde hacía un año, Mizuki trabajaba en una floristería mientras estudiaba en la universidad, a pesar de sus cortos turnos tuvo la suerte de conocer a alguien como él. Chishiya perdió a su madre semanas antes de conocer a Mizuki a causa de un cáncer que acabó en metástasis, había contemplado como algo a lo que jamás podría reclamarle sus acciones carcomía poco a poco lo único que tenía. Siempre iba a otra floristería pero curiosamente ese domingo estaba cerrada, parece que se cerraría permanentemente por causas desconocidas.

Decidido llegó a la siguiente más cercana donde vió a una mujer, una mujer jóven de aspecto curioso, alguien que era igual de enigmático que él. Amablemente se acercó a ella preguntando si podía hacer un pequeño ramo de flores, Chishiya honestamente no tenía ni idea de eso pero quería tener un acto de afecto con su madre fallecida dado que en vida jamás pudo tener una relación afectuosa con ella. De forma cordial Mizuki desde el mostrador le preguntó acerca de las flores que deseaba a lo que él despreocupado dijo que ella podía escogerlas teniendo en cuenta el motivo de la compra de las mismas.

La mujer comprendía perfectamente por lo que él estaba pasando si es que realmente existe la comprensión, ella siempre tuvo una opinión diferente a la del resto en cuanto a ese tipo de cosas y es que nadie jamás comprenderá a alguien de otra forma que no sea la cognitiva pues el ser humano se basa en instintos primarios en los que no cabe un momento de replanteamiento respecto a la vida ajena cuando esta no significa una amenaza según tu percepción,  un juez invisible a veces lleno de crueldad. En pocas palabras que ni eso ni la justicia existe como tal. Jamás tendrás la misma vida de la víctima, su aspecto físico y todas las cosas triviales que podríamos denominar como "variables"

Mizuki accedió a la trastienda mientras sus ideas se aclaraban de forma instantánea por cada paso que daba.

Cortó un pedazo de papel de color blanco y colocó una pequeña almohadilla de satén blanco, el color de la pureza, rasgo que todas las almas tienen, sin embargo en algunas está manchada por una marca roja.
3 Passifloras, 3 crisantemos, 3 geranios rojos, 3 negros 14 Higanbanas. El ramo transmitía una sensación que podría ser clasificada como enigmática, algo que no podría ser identificado fácilmente. Todo era perfecto, el significado de las flores, los números, la combinación entre ellas y la persona que las llevaría hasta su dueña.

Chishiya para variar parecía leer entre líneas y aunque creía que era una simple casualidad realmente se trataba de lo que estaba pensando, todo estaba calculado. Pagó y salió con el arreglo. Estaba seguro que si su madre estuviera viva amaría el simple hecho de contemplar como aquella desconocida había mostrado disposición y le había dado un significado especial a comprar flores para alguien fallecido como muestra de honradez a su recuerdo.

Era obvio que la siguiente semana volvió al mismo lugar para presentarse y darle su número, para él una terapia de choque por sus rasgos de ansiedad social.

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A quien le guste observar los pequeños detalles de todo lo que le rodea puede tomarse el tiempo de investigar la simbología del número 14 y 3 además del significado de las flores que elegí, conceptos encontrados.

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