Mira ||smut|| antes de Borderland

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Mizuki acababa de dejar un último mensaje de su psiquiatra Satomi en visto, definitivamente no volvería a consulta, estaba demasiado harta de escuchar las opiniones de mierda que tenía sobre ella y su diagnóstico de un segundo trastorno en proceso, se sospechaba de trastorno de pánico. En esta ocasión se había vestido con un vestido rosa sobre las rodillas, era precioso, llevaba un encaje blanco en la zona del cuello y mangas, precisamente en los bordes, combinaba muy bien con sus zapatos de charol blancos.

Esa mañana caminó por los pasillos del hospital, conocería a la nueva psiquiatra que se le había asignado. Una vez estuvo frente a la puerta llamó. Una mujer vestida con la típica bata blanca la atendió...

-"¿Qué es lo que necesitas?"- Preguntó amablemente la mujer

-"Quería saber cuando me toca entrar en consulta"- Preguntó Mizuki mirándola atentamente a las manos, pues las personas autistas no suelen hacer contacto visual.

-"Justo ahora mismo, debes ser Mizuki, ¿Cierto?"- Contestó la mujer mayor.

-"Sí"- Dijo tímidamente Mizuki.

Sin más, entró a la consulta algo nerviosa. Todo parecía ir con normalidad, la psiquiatra en cuestión se llamaba Mira y se dedicaba a hacerle preguntas con tacto y respeto. De un momento a otro no se sabe con precisión dónde se fue ese "respeto", pues sintió una mano sobre la suya sin ningún tipo de aviso, las manos de Mira estaban calientes y de hecho sus manos no eran lo único que lo estaban...

La psiquiatra miraba a Mizuki con lascivia, no podía resistirse, sentía su clítoris palpitar y necesitaba calmar eso así que no dudó en hacer lo que creyó satisfactorio.

Mira con voz oscurecida demandó que Mizuki se sentara sobre un sillón curvado que tenía en la consulta para hablar con sus pacientes más cómodamente, una vez la pequeña le hizo caso no dudó en levantar su vestido. La mujer menor no dudó en intentar levantarse por lo que Mira tapó su boca y con su mano restante la mantuvo contra el asiento.

Eso la puso aún más caliente y a la cría delante de ella más confundida. No pensó en nada más que en convertirse en un animal, algo que a Mizuki le encantó. Las grandes manos de Mira recorrieron los muslos de su paciente, se podía sentir el fervor en el aire. Un pequeño gemido salió de su tierna boca que parecía un ruego demandante por más. ¿Lo malo? Que allí nadie demandaba más que Mira. Sin ningún miramiento se abalanzó sobre Mizuki mordiendo su cuello y metiendo sus dedos por detrás, provocando gritos por parte de la mujer siendo penetrada.

Embestida, tras otra, una corrida tras otra, definitivamente ambas iban a volverse locas así que Mira no dudó en sacar sus dedos y meterlos en la vagina de Mizuki, le daba tan fuerte que Mizuki se sentía en el aire, como si nada más importase, era aguantable pero desesperante, eso sin duda la hacía morir una y otra vez de placer, amaba los roces accidentales que su psiquiatra daba contra su punto g.

-"Sé que te gusta y quiero que me lo digas, tienes que ser una buena puta y satisfacerme por haberme puesto cachonda"- Rompió la monotonía de los gemidos continuos con autoridad.

-"Me gusta, está bien"- Logró contestarle Mizuki entre gemidos y respiraciones alocadas.

-"Ahora quiero tu cabecita entre mis piernas"- Solicitó Mira

No necesitó repetirlo, en cuestión de minutos la boca de Mizuki estaba chupando su coño.

Durante una hora reinaron los gemidos ruidosos de las dos féminas satisfaciéndose entre ella.

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609 palabras

Lo siento mucho por haber tardado mucho, en serio no volverá a pasar, me siento inspirada últimamente.

One shots con Mizuki ||Aib Smuts||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora