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.[Arena de combate Ganesha]
El semihumano de cabello albino, Fang Schlange, se encontraba delante de una extraña mujer que no habia visto nunca por Orario. A pesar de ello, su presencia era interesante.
Ni de lejos era fuerte como la suya, probablemente Mikoto era más fuerte que ella por un gran trecho. Sin embargo, tenía un mal presentimiento ya que se suponía que el capitán de la familia Apolo era el mas fuerte de la misma. Ante un desafío prácticamente insuperable, ¿porque no mandar a su guerrero más fuerte?
Delante suyo habia una beastman de cabello y orejas caninas totalmente negruzcos. Tenía tres pequeñas rayas rojas en cada mejilla, simulando lo que suponía eran bigotes, y a su espalda múltiples colas blancas se agitaban gentilmente. Sus ojos tenían un color ambarino, su piel era blanquecina y brillante a la luz, casi parecía una princesa solo juzgando su belleza.
A su espalda llevaba un carcaj rojo lleno de flechas, junto a un arco de madera bastante bien pulido, aunque no era nada especial.— Sanjouno Hitomi... Sanjouno... esa es un una de las 8 familias del Lejano Oriente, ¿verdad? —preguntó Fang tratando de iniciar una conversación para despejar sus dudas— La tercera si mal no recuerdo. ¿Como ha llegado una princesa de una familia real a Orario? —
— ¿Le preguntaste lo mismo a Riveria-sama? —respondió Hitomi, con unos ojos afilados, pero un tono calmado—
Aunque no se esperaba una respuesta tan cortante de su parte, tampoco estaba demasiado sorprendido. Habían venido a esta arena a matarse, y si bien él tenía planeado simplemente dejarla inconsciente lo más rápido posible (ya que un nivel 2 no es amenaza para un nivel 5), ella necesitaría intentar matarle si quería siquiera soñar con la victoria.
Sin responder verbalmente a la Renard, el albino simplemente se encogió de hombros a la vez que un portal blanco, producto de su <Space Magic>, aparecía a su lado a la altura de su cadera.
— Te daré una oportunidad para rendirte. —comentó casualmente el asesino— Declara frente a todos que te rindes y que abandonarás Orario para siempre... y te dejaré vivir otro día. —
— ... —
Para sorpresa del semihumano, la mujer realmente pareció vacilar durante unos segundos, sin embargo su mirada afilada y calmada apareció de nuevo en un instante.
— No participaría en un combate que sé que no puedo ganar. —respondió la pelinegra, sacando una flecha y poniéndola sobre su arco— Créeme. Yo ganaré este combate... y viviré un día más. —
— Muy bien. Si esa es tu decisión... —
El aventurero albino metió la mano en el portal, empezando a mostrar un mango de color negro.
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Einsame Schlange (DanMachi)
Fiksi PenggemarDe asesino a aventurero, pero... ¿Quién dijo que sería fácil?