Capítulo 2

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Capítulo 2

Se que el penthouse la a impresionado, por que apenas la dejó en el suelo, por primera vez deja de patalear, tan solo observando a su alrededor, completamente anonadada

—Ven—se que si le tiendo mi mano la rechazara, así que tan solo coloco mi mano en su espalda baja, deleitándome al ver cómo esto le causa escalofríos.—Te haré un tour

—¿Está es tu casa?—musita incrédula

—Es una de mis propiedades, y no es mi casa piccola, es nuestra casa—jamás pensé que me entusiasmaría la idea de compartir mi casa con alguien, y ahí que estoy, ofreciendo un tour

Comienzo mostrándole la cocina de un hermoso mármol, me considero un hombre con buen gusto, un gusto caro pero bueno, y eso se nota en casa rincón del penthouse, hasta la vajilla es lujosa

—Si esperabas una mujer que te cocine elegiste mal, se me quema hasta el arroz—ahí está nuevamente con esa boquita desafiante, no es mucha la gente que se atreve a hablarme así

—Me gusta cocinar—continuo el recorrido hacia mi habitación de armamento, lo que para mi es el paraíso, no hay arma que no me pertenezca.—Si algún día quieres intentar matarme, inclusive te presto la metralleta

—¿Tu usas todo eso?—es primera vez que la veo asustada frente a mi, con esos ojos cafe recorriendo la variedad de armamento

—Si, mi favorita es la navaja, aún que si disfruto disparar con una beretta de vez en cuando—la dejó pasar para que recorra, dudo que alguna vez ha estado frente a tanto peligro, podría fácilmente tomar una de estas y matarla con ella, jamás lo haría pero ella no tiene como saber eso.—Aveces uso tan solo mis manos, pero se apreciar la eficacia del armamento

—Hablas de matar como si fuera algo normal—me mira con desaprobación, yo me limito a ver cómo sus dedos recorren las paredes que sujetan las Glock

—Es normal para mi—me encojo de hombros.—Es lo que mejor hago y es mi trabajo

—Mejor sigamos con el recorrido—sale de la habitación como si eso hiciera desaparecer el hecho de que soy un sicario

Dejó que ella vea hacia dónde ir, siguiendo sus curiosos pasos que evalúan la sala de estar con una enorme pantalla plana, al lado de esta encontrándose el centro de seguridad que muestra las cámaras de él penthouse y todo lo que lo rodea

—¿Como sabes que nadie entrará y te matará con tu propio armamento?—pregunta curiosa

—Pueden intentarlo, pero soy el mejor—alardeó, nadie ha podido derrotarme, aún cuando me atacan en grupos, no tienen suficiente disciplina y no son capaces de hacer movimientos fríos y calculadores como los míos

—Claramente ser humilde no es lo tuyo—continúa su camino hacia la habitación principal

Decorada con un simple estilo minimalista, con una cama tamaño king en el medio y un walk-in closet, en ninguna parte de mi apartamento hay decoración sentimental como fotos o alguna mierda de ese estilo, me parece innecesaria

—Si esperas que sea un caballero y te diga que puedes dormir en otro lugar, estás equivocada, eres mi esposa y dormirás a mi lado—sentenció cuando veo cómo se lo cuestiona internamente

—Dormiré en el sofá—ella también lo dice como si no fuera una pregunta, aún no entiende que soy yo quien manda, soy yo quien siempre consigue lo que quiere, así funciona

—No es una pregunta Olivia—digo en voz calmada pero seria, causando que ya no se sienta tan intimidante, provocándole inclusive temor.—Dormirás a mi lado, puedes hacer una puta muralla de cojines si quieres pero dormiremos en la misma cama

Protegiendo a Olivia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora