Capítulo 9

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Por primera vez siento sus demandantes labios sobre los míos, moviéndose con un hambre carnal que consume todo mi ser, se que lo hace para callarme, para que deje de contradecirlo en todo, y se que debería alejarlo pero simplemente no puedo, ¿como hacerlo? cuando sus labios se mueven sobre los míos como si fuera lo único que desea, como si yo fuera la mujer más guapa del mundo

Su lengua se abre paso por mi boca, mis manos recorren su torso torpemente mientras su mano afirma mi cuello casi lo suficiente para que me cueste respirar, su boca ahoga mi gemido desesperado, su duro miembro se clava contra mi vientre y yo intento de conseguir algo de fricción para aliviar aún que sea un poco la necesidad abrumadora que se apodera de mi cuerpo, esa sensación que me di cuenta rápidamente que me hace perder mi lado racional, pero no ahora, no cuando acaba de tratarme como la mierda

Con todo el esfuerzo del mundo, separo nuestros cuerpos, regañándome mentalmente por ser tan estúpida, ¡no debería desear a tal gilipollas!

—¡No vuelvas a besarme!—su sonrisa egocéntrica no hace más que enfadarme.—No tienes ningún puto derecho de tocarme

—Cuanta hipocresía—bufa arreglándose el pantalón que esconde un miembro que no me cabe duda de que es enorme.—No te escuche quejarte mientras me seguías el beso

—No me vuelvas a tocar—advierto pero no engaño a nadie, no logro sonar convencida de lo que digo.—Voy a salir como tenia planeado en un principio, juntarme con gente de antes que mi vida se fuera a la mierda

—Te he dicho que no, no saldrás a esta hora, detén tu actitud de mierda de una puta vez, ¡entiende que es peligroso que salgas sola!

—¡La cosa es que no me importa, no me importa cuando mi única otra opción es quedarme aquí contigo!

—¿Me harás amarrarte? Por que créeme cuando te digo que no tengo ningún puto problema en esposarte a la cama

—Ya quisieras—bufo recogiendo mi bolso el cual él había lanzado anteriormente

Me subo al ascensor, pero su musculoso cuerpo cuerpo se abre paso por el ascensor justo antes de que las puertas se cierren, no importa cuanto le haya dado al botón de cerrar en un intento en vano de dejarlo afuera

Sus facciones se endurecen aún más, su mirada advirtiéndome que no siga contradiciendo sus órdenes

—Mañana podrás ir con tus amigos, tu guardaespaldas te acompañará, y punto final

—¿Punto final?—bufo, en una risa falsa.—Ni que te fuera a hacer caso, además mis amigos también me protegerán

—Investigue a tus amigos, no matarían ni a una mosca, mucho menos sabrían protegerte de personas más peligrosas de lo que podrías imaginar

—¿Investigaste a mis amigos? ¡¿Como siquiera sabes quienes son?!

Se encoge de hombros, ¿como mierda sabe?

Las puertas se abren en el estacionamiento pero Domenico me bloquea la salida, manteniéndome adentro mientras las puertas del ascensor se vuelen a cerrar

—Eres increíble—musitó perdiendo los estribos

—Lo se

Ruedo los ojos en exageración

—Amarrarte a la cama será—gruñe marcando el piso del penthouse

—¡No me amarraras! ¡No soy un perro!

—Claramente no lo eres, un perro es mil veces más obediente que tú

¿Como se atreve? Maldito engreído que cree que todo se hace como el dice y cuando el dice

Protegiendo a Olivia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora