Protegiendo a Olivia

Capítulo 10

Me doy unos minutos para observarla dormir, se ve tan en paz, inclusive estando amarrada, podría mirarla por horas pero ya es tiempo de desamarrarla

Sin despertarla, quito los nudos que afirman sus muñecas a la cabecera, no se despierta, tan solo baja los brazos, cuando despierte van a dolerle muchísimo

Desamarró uno de sus pies y luego el otro, solo he dormido a su lado una vez y fue la vez que mejor dormí en mi puta vida, en realidad fue la única vez que dormí y descansé de verdad

Su cabello castaño cae sobre sus senos, su respiración es tranquila y puedo ver cómo su pecho sube y baja a un ritmo que da paz

Maldita castaña, ¿que me está haciendo?

Su alarma suena y yo la apago rápidamente, sin embargo ella igual se despierta

Sus ojos se abren perezosamente, mirándome con desagrado cuando ve que la estoy viendo, se trata de voltear pero se queja de dolor

—Oh joder—se queja.—Dios, como te odio

—Créeme que yo tampoco estoy muy feliz, de todas las maneras que te imaginaba despertando a dolorida, todas eran causa de haberte follado hasta dejarte inconsciente

Me lanza una de esas miradas asesinas que solo la hacen ver tierna, y vuelve a quejarse de dolor cuando intenta levantarse

—Por tu culpa tendré que ir al trabajo con todo el cuerpo adolorido—gimotea

—¿Por mi culpa? Tan solo tenias que hacerme caso y nada de esto hubiera pasado—le recuerdo, tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse, ella no la toma

—¿A donde fuiste anoche?—voy a responderle pero me interrumpe.—Te juro que si me dices que no es de mi incumbencia, hoy mismo me escaparé de mi guardaespaldas solo para joderte más

—No contrataría a un guardaespaldas del que te pudieras escapar, pero puedes intentarlo si gustas, sin embargo luego pagarás las consecuencias

—¿A donde fuiste anoche?—vuelve a preguntar, tratando de estirarse para aliviar sus contracturas

—Tenía que encargarme de algo

—¿Que cosa?

—No es de tu incumbencia—digo aún que me haya advertido que no lo dijera

—Te arrepentirás de haberme respondido eso—asegura, usando todo su esfuerzo para levantarse y caminar al baño
....

Sentarme en la mesa de negocios de una de las empresas, no es fácil cundo en mi cabeza escuchó uno y otra vez la mierdas que me dijo mi tío ayer, sería más fácil ignorarlo si no tuviera razón, Olivia es mi punto débil, y ese simple hecho la pone en peligro

Pero yo puedo protegerla, después de todo soy Domenico Di Lorenzo

—Las ganancias han aumentado—asegura uno de los gerentes.—Si seguimos así, pronto podremos abrir nuestra oficina en Inglaterra

—No me parece necesario, mejor simplemente ampliar la sede de aquí—digo monótono, ignorando a la secretaria que me mira como mujer desesperada, sabiendo que estoy casado aún que no lleve anillo

Debo conseguir un anillo pronto, hoy mismo quizás

—Con todo respeto señor, esa no es una decisión que toma usted

Silencio absoluto envuelve la sala de reuniones, todos saben que a mi nadie me habla así

—¿No? Yo tomo todas las decisiones que quiera, y le recuerdo que está empresa no sería nada sin mis inversiones, así que no vuelvas a contradecirme, ¿entendido?