Protegiendo a Olivia

Capítulo 4

Sus ojos me miran curiosa, como si no supiera bien por donde comenzar, yo no quito mi vista de sus preciosos ojos café que me hipnotizan de una manera inexplicable, pongo un temporizador de diez minutos

—¿Por que elegiste un... oficio tan... particular?—claramente se refiere a lo de sicario

Saldré de esto de la manera fácil, respondiendo con la verdad y de la manera más rápida

—Mi padre era el sicario de la mafia italiana, me crío con la intención de que algún día siguiera su línea de trabajo pero fuera de la mafia, a la mafia no le importaba matar mujeres y mi padre se negaba por eso se salió y yo tampoco quise unirme, me gusta trabajar solo

Me escucha con atención pero me mira con cierta decepción de que responda tan indiferente, como si absolutamente nada me importara y puede que eso sea cierto

—¿Y tú madre? ¿Que hay de ella?

—Murió—digo con simpleza.—O quizás no, era una drogadicta que me abandonó cuando tenía seis años así que es como si estuviera muerta

Su gesto se vuelve a torcer, se que sueno como si fuera un insensible, es verdad pero también es verdad que hay cosas que te duelen por tanto tiempo que llega un momento en donde el dolor destruye todo sentimiento y simplemente ya no se siente

—¿No te da pena pensarlo? ¿Ni siquiera sientes esas ganas de llorar como la gente normal?

—La ultima vez que llore tenía ocho años, que fue cuando mi padre comenzó a enseñarme las maneras de matar a una persona de manera rápida, eficiente o lenta y con tortura, me enseñaba algo nuevo todas las tardes cuando yo llegaba del instituto

—Eso no está bien, a esa edad deberías haber estado jugando en el parque con otros niños, no aprendiendo a matar, ¿jamás extrañaste jugar con otros niños o tener una infancia normal?

—No se puede extrañar algo que nunca se tuvo

—Cuando me extrañes por que haya vuelto a mi casa te darás cuenta de que eso no es así—bromea

—Si te tengo piccola, tan sólo aún no te das cuenta

—Mejor sigamos con las preguntas, psicópata—ríe suavemente, me encanta ese sonido.—¿A que edad fue tu primer amor?

—Te puedo decir a que edad folle por primera vez pero no he amado ni amaré

—¿Ni siquiera uno famoso?—ignora eso de que nunca amare ni ame.—Mi primer amor fue Channing Tatum, el de magic mike

—No quiero saber que babeas por otro hombre, Olivia—digo molesto.—Me da lo mismo si es famoso, solo quiero que babees por mi

—Eso no pasará, siguiente pregunta... ¿Que te hace feliz?

—Nada, ¿todas tus preguntas serán así de filosóficas?

—¿Siempre eres así de antipático?

—Si—sonrió para molestarla.—¿Que más quieres saber?

—¿Por que me observabas todas las noches? Me refiero aparte de por tu extraña obsesión

—¿Acaso no es obvio? Por que adoraba como me levantabas el dedo de en medio—digo sarcástico, aún que si me daba risa

—Lo digo enserio, ¿que ganabas con observarme?

—Es difícil de explicar