Capítulo 11

122 12 7
                                    

Mi nuevo trabajo ha estado de maravilla, haber estudiado psicología fue genial pero poder ejercerlo da una felicidad indescriptible aún cuando se trabaja en un lugar como el mío, ser psicóloga para los niños en hogares trae sus grandes desafíos pero llena el alma, además me hice un amigo que me hace reír y me hacía falta eso luego de que Domenico me arrebatara mi anterior vida

—¿Cuantos casos te delegaron?—me pregunta Nick, quien tiene su escritorio frente al mío, en realidad son varios escritorios en un mismo lugar

—Aún no lo sé, me han ido entregando de apoco, ¿siempre son tantos los casos?

—Si, no es mentira eso de que el sistema es una mierda, todos lidiamos con más casos de los que deberíamos, ¿alguno particularmente difícil que te hayan dado?

—Si—le tiendo la carpeta de uno de los casos que me fue entregado hoy, gracias a dios Ryan no tiene permitido el ingreso a esta misma oficina, solo de vez en cuando para asegurarse de que todo esté bien pero no permanentemente, si el hubiera visto algo tan simple como verme entregándole una carpeta a Nick, quizás eso bastaría para que me acuse como un crío.—Este niño a ido a urgencias 15 veces en el último mes, con graves heridas pero dicen que fueron accidentes

—¿Que te dijo su trabajadora social?

—Que fuera e intentará tener una especie de sesión con él

Pero no todos los niños tienen esa suerte, con tantos casos no son muchos los trabajadores que de verdad se dan el tiempo de escuchar a los niños

—¿Todo bien, Olivia?—nos interrumpe nuestro jefe

Eso... eso es lo único raro en este trabajo, mi jefe pareciera estar exclusivamente atento a todas mis interacciones, pero Nick me dice que nunca había hecho eso con nadie nuevo antes

—Todo bien, señor—le aseguro por segunda vez en lo que va del día, y tan solo con eso él se marcha

—No se que mierda le ocurre—ríe Nick.—Además lo pregunta como si tuviera miedo

"Miedo", hay una persona que siempre parece estar conectada a los miedos de las personas y eso es lo que me preocupa

—¿Dije algo mal, Liv?—me gusta que me diga Liv, me recuerda a mi yo anterior, así me decía mi padre

—No, nada, solo estaba pensando—le doy una cálida sonrisa y tratado de borrar la idea de que mi "esposo" psicópata esté detrás de esto, ¿cierto?

—Quizás le gustas

—¿A quién?

—Al jefe—vuelve a reírse y yo arrugo la nariz de tan solo imaginarlo

—Tiene como cien años—musito haciéndolo reír más

No es broma, podría ser mi abuelo, me sorprende que no esté jubilado

Una de las señoras en un escritorio cerca, nos hace un gesto para que nos callemos, interrumpiendo nuestras risas inmediatamente
....

—Si estás aburrido puedes irte—le repito a Ryan cuando entro a la tercera tienda en el centro comercial

Tuve que venir a comprar las faldas y blusas que exigen como código de vestimenta en mi oficina, de todas las cosas que me compro Domenico cuando me mude, ninguna es material de oficina

—¿Para que te escapes de nuevo y el señor Di Lorenzo me eche?—me sigue mientras reviso prenda por prenda

—Te recuerdo que fuiste tú quien fue de buchón, Domenico no tenia por que enterarse

—El señor Di Lorenzo tarde o temprano se entera de todo

Ruedo los ojos, que bueno que no está el hijo de puta para darme un sermón de por que no debo hacer eso

Protegiendo a Olivia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora